Somos lo que comemos, así lo afirmó en 1850 Ludwig Feuerbach. Y ciertamente lo que comemos condiciona la microbiota. Pero ¿hasta qué punto la microbiota está implicada en nuestra salud mental y general?
Sabemos que las personas con anorexia y obesidad también tienen alteraciones en su microbiota, al igual que las personas con autismo. Y aunque a veces podamos pensar que existe un condicionante genético –que desconocemos (aunque podría existir)– y que está relacionado con las alteraciones en la microbiota, según lo que sabemos hoy, este condicionante se basa en la alimentación y el entorno.
Lo que sí está claro es que en el autismo se da un desorden de alimentación y en la obesidad y anorexia un trastorno de la conducta alimentaria. Ojo, los desórdenes de la alimentación y los trastornos de la conducta alimentaria NO son lo mismo.
¿Hasta qué punto hay aspectos genéticos involucrados? De eso no tenemos ni idea. Así que vamos a ver lo que sí sabemos, y a partir de ahí evaluamos las otras teorías.
La microbiota en el autismo
Investigadores chinos publicaron recientemente un muy interesante trabajo 1 relacionado con la especificidad de la microbiota del autismo.
Los investigadores analizaron 1.627 muestras de heces de niños de 1 a 13 años, encontrando varios “marcadores” biológicos distintivos en las muestras de los niños con autismo. Una cosa que si tuvieron muy en cuenta los investigadores chinos fue la dieta que seguían los participantes del estudio, la medicación, si es que tomaban alguna, y las comorbilidades existentes.
En total los investigadores identificaron un total de 31 marcadores biológicos ligados al autismo que pueden arrojar una muy alta precisión diagnóstica (AUC de 0,91). Los análisis integrados revelaron que 14 arqueas, 51 bacterias, 7 hongos, 18 virus, 27 genes microbianos y 12 vías metabólicas estaban alteradas en niños con autismo. La disminución y alteración de la diversidad y cantidad de la microbiota es mucho más acusada en niños con autismo.
Pero además se ha descubierto que dos importante metabolitos, ubiquinol-7 y difosfato de tiamina, encuentran reducida su biosíntesis en niños con autismo. Algo que por cierto ya otros estudios previos habían abordado 2, y que son citados por los investigadores Chinos, y es que impactan de forma importante en aspectos relativos a la salud mental.
Y por si esto fuera poco, también se encontraron trazas de posibles alteraciones ligadas al ácido 4-aminobutírico (GABA), ya que interfiere en las rutas reguladoras del mismo. Y si estas rutas metabólicas que están asociadas a la síntesis de neurotransmisores obviamente van a impactar de forma directa a nivel cerebral. Esto vendría a reforzar más aun el famoso eje intestino-cerebro.
La alteración en la microbiota es ¿causa o efecto?
Hace ya mucho que se sabe que los desórdenes de alimentación asociados al autismo impactan en la calidad y diversidad de la microbiota. Volvemos al “Somos lo que comemos”. Pero sigue sin estar totalmente claro si los problemas de alimentación en el autismo son los únicos causantes de la alteración de la microbiota. En el estudio Chino no vemos los perfiles conductuales, así que no podemos establecer cómo impacta en la persona en función de la mala calidad de su microbiota.
Pero otros estudios 3 no parecen afianzar la idea de que exista una alteración en la microbiota o predisposición a la misma y que se pueda asociar al autismo como causa y no como una correlación. Sí está clara la correlación, pero no la causalidad. Pueden leer mas sobre este tema en concreto en el siguiente artículo que publicamos en su día.
También sabemos que el trasplante de microbiota fecal 4 produce mejoras significativas en la persona con autismo. Sobre esto también publicamos un artículo extenso el año pasado.
Trasplante de microbiota fecal como tratamiento para autismo
En resumen, sigue sin poder demostrarse esa causalidad. Que no significa que no pueda ser real, pero de momento no se ha podido demostrar. Así que hoy en día hablaremos del efecto de los desórdenes de la alimentación del autismo en la microbiota y no al revés.
La microbiota en la anorexia
En la anorexia también se dan especificidades en la microbiota. Un reciente estudio de revisión6 nos aporta información sobre las diferencias en la microbiota entre personas con y sin anorexia. El estudio es de libre acceso y es bastante interesante.
Curiosamente también vemos como se da nuevamente una interferencia en la serotonina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA), entre otros. Y nuevamente estamos hablando de procesos inhibitorios y excitatorios, así como reguladores del estado de ánimo alterados a causa de la alteración de la microbiota.
La intrincada relación entre la dieta y la microbiota intestinal es bidireccional, y la microbiota actúa como mediadora del efecto dietético y como moduladora de la respuesta metabólica a la dieta. Es una especie de círculo vicioso que al alterarse produce efectos en cascada.
Nuevamente vemos como trasplante de microbiota fecal se presenta como una opción a incluir en el tratamiento. Aunque no hay tanta literatura específica como en autismo, parece producir exactamente el mismo efecto del que hemos visto en el autismo.
Lo más curioso de todo es que las alteraciones son muy parecidas a las que se dan en el autismo. Lamentablemente no disponemos todavía de suficientes datos que nos permitan tener un análisis con más precisión. Y, con la obesidad, pues como vamos a ver, sucede nuevamente lo mismo.
La microbiota en la obesidad
Y aunque a pesar del nivel de investigación actual, las interacciones entre la microbiota y la salud mental y física en general siguen sin comprenderse totalmente, lo que sí sabemos es que esa relación existe.
Las personas con obesidad muestran diferencias significativas en la composición, abundancia y biodiversidad de la microbiota intestinal en comparación con sus contrapartes sanas, tal y como los investigadores mostraron en una revisión sistemática 6.
Y nuevamente investigadores chinos realizaron un estudio muy interesante 7 donde volvemos a ver datos extraordinariamente similares a los vistos en autismo y anorexia. Y aquí también nos hablan del trasplante fecal como un tratamiento a considerar por su eficacia.
Pero otro estudio8, también chino, que se centró en la microbiota de niños con obesidad y la comparó con niños con peso normal, y, ¡sorpresa! los resultados se repiten nuevamente, y volvemos a ver las alteraciones en la microbiota siguiendo un patrón extremadamente similar al de autismo y anorexia.
Conclusiones
Aunque muchos investigadores creen que la alteración en la microbiota puede considerarse un detonante, es decir, una causa y no una consecuencia, hoy en día los datos siguen sin ser concluyentes y debemos mantener que esa alteración es una consecuencia.
Es decir, se pretendía usar el análisis de microbiota como apoyo diagnóstico, pero si las personas con obesidad o con anorexia también presentan alteraciones similares estaríamos nuevamente ante falsos positivos. Porque, aunque entre la anorexia y el autismo quizás haya bastantes solapamientos, el tema de la obesidad ya es otra cosa.
Ahora bien, sí sabemos que la anorexia y la obesidad tienen un componente ligado a problemas de salud mental. Y de ahí que sean trastornos de la conducta alimentaria. Pero en el autismo, los desórdenes de alimentación tienen una base biológica, por ejemplo, los problemas sensoriales. Es decir, los orígenes no son los mismos, pero las consecuencias sí, ya que en ambos grupos se afecta la alimentación.
Pero una cosa si es común, y es que si se mejora la calidad de la microbiota intestinal la calidad de vida de la persona mejora. Las personas con obesidad pierden peso y mejoran enormemente su estado de ánimo; Las personas con anorexia se recuperan y consiguen resolver los problemas asociados a su salud mental; Y en el autismo, muchas de las conductas ligadas a la irritabilidad, ansiedad, y estereotipias, se reducen considerablemente, y además, también mejoran los procesos de atención y aprendizaje.
Sin embargo, no podemos afirmar hoy que las alteraciones de la microbiota sean una causa. Con lo que sabemos si podemos afirmar que esa alteración afecta a nivel de la salud física y mental. También podemos afirmar que el uso adecuado y bajo prescripción del especialista de probióticos y prebióticos ayuda mucho. Que en casos extremos el trasplante de microbiota funciona. Y que en general la calidad de vida de a persona mejora y uno de los efectos más visibles es el impacto en su salud mental.
Por tanto, somos lo que comemos, es muy importante que entendamos que la alimentación es el primer paso para una salud física y psíquica. No es solo volverse loco en un gimnasio y posiblemente acabar con vigorexia. Los términos medios suelen ser siempre lo más adecuado.
Si tienen dudas, consulten siempre con el especialista. No se automediquen, no se inflen a probióticos por su cuenta, y mucho menos a sus hijos. Si esta información les ha resultado útil y creen que puede ser de ayuda para ustedes o sus hijos, acudan a un especialista.
Llamada a la prudencia
Como siempre, prudencia. Y no, no salgan corriendo al primer laboratorio que vieron por internet a mandar un bote con la caca de su hijo para que les digan los problemas que tiene y cómo resolverlos. Eso NO va a suceder ni funciona así. En el autismo si algo hay en grandes cantidades son estafadores. Y hay muchos porque las familias están desesperadas. Y quiero que se graben a fuego esta frase que yo uso mucho:
La desesperación hace siempre malos negocios
Sigo sin tener claras muchas cosas a este respecto. Y por eso creo que debemos ser prudentes, como con todos los avances en ciencia. Sabemos que la microbiota afecta a la salud, pero también podemos verlo al revés, que la salud afecta a la microbiota.
¿Podría realmente haber algún tipo de marcador genético que predispusiera a estas alteraciones? Pues a lo mejor, pero la realidad es que hoy no lo sabemos. Y de momento me parece arriesgado poder afirmar que las alteraciones de la microbiota pueden servir como herramienta diagnóstica, más allá de diagnosticar la propia alteración, obviamente.
Lo que sí sabemos es que hay factores ambientales directamente implicados. Incluso se ha especulado mucho con el abuso de antibióticos y su relación con las alteraciones graves de la microbiota. También el impacto de los tóxicos ambientales, etcétera. La conclusión es que no sabemos aún a ciencia cierta los mecanismos involucrados en este complejo rompecabezas biológico.
Así que, es importante conocer los avances, estar al día de estos datos, es muy importante. Ya seas un profesional, un familiar o una persona en el espectro, esta información te interesa. Y para aquellas personas que quieran profundizar más, les recomiendo mucho revisar la bibliografía que tienen al final del artículo, les dará una visión mucho más técnica de todo esto.
Y para el resto, que no necesitan calentarse la cabeza conociendo el impacto de una invasión de clostridium difficile (por ejemplo) en su aparato digestivo, incidir en la importancia de una buena alimentación. Y recuerden, casi todas las personas con autismo tienen en mayor o menor medida un desorden de la alimentación. En muchos casos son invisibles, sobre todo porque la propia familia tiene una muy mala alimentación. Países como México han conseguido el triste récord de ser el país con más obesos del mundo y han conseguido que el sobrepeso sea la primera causa de mortalidad.
La obesidad es un problema mundial, una auténtica pandemia que afecta a la salud de forma negativa. Acudan al especialista. Aprendan también un poco sobre alimentación sana.
Y si creen que aprender sobre alimentación sana y equilibrada es complicado, acudan a alguna abuela de más de 75 años, de esas que criaron a no sé cuantos hijos todos fuertes y sanos. Esas señoras saben mucho de como tener a gente sana y bien alimentada y además de forma económica.
Que me perdonen las especialistas en alimentación (Dietistas y similares) porque, aunque tengo tremendo respeto por su trabajo, a mi me sigue dando más confianza una abuela de esas que hacían magia con la comida.
Y como siempre, no crean todo a pies juntillas, investiguen por ustedes mismos y recuerden, si alguien les propone algo maravilloso y revolucionario, seguramente es mentira y les están timando.
Bibliografía:
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