Donald Triplett, quien fue la primera persona en ser diagnosticada de autismo por Leo Kanner, falleció en paz en su casa de Forest (Misisipi) el 15 de junio de 2023 a la edad de 89 años, luego de una enfermedad prolongada.
Donald Gray Triplett, su historia
Donald nació un 8 de septiembre de 1933 en Forest en el seno de una familia acomodada. Sus padres eran Beaman Triplett y Mary McCravey Triplett. Su padre era abogado graduado en Yale, y su madre, maestra de escuela, era además la hija del fundador del Banco Forest, que fue posteriormente donde Donald Triplett trabajó. Y su madre, fue además la cofundadora del Millsaps College, donde estudió y se graduó Donald en 1958.
Ya, desde su infancia, sus padres advirtieron que Donald era diferente. No respondía a las llamadas, no sonreía a su madre, parecía sumamente introvertido. Presentaba ecolalias, las cuales repetía de forma continuada, e incluso algunas frases. Básicamente vivía en su “propio mundo”.
Adoraba hacer girar cosas, y tenía rituales totalmente repetitivos, pero cuando alguien le interrumpía, presentaba conductas altamente disruptivas con tendencia a romper todo.
No interactuaba con otros niños, pero a su vez, presentaba algunas conductas excepcionales. Con dos años y medio era capaz de cantar villancicos que había oído a su madre una sola vez. Pero con una entonación y tempo perfectos. Donald Triplett tenía, sin lugar a duda, un gran oído musical. Y además una excepcional memoria. Y una gran habilidad para el cálculo mental.
Pero en aquella época, cuando un niño presentaba ese tipo de conductas, rápidamente era catalogado como deficiente mental u otras definiciones de la época. Y los médicos recomendaron a la familia Triplett internar a Donald en una institución y, básicamente, olvidarse de él.
El ingreso de Donald Triplett en una institución
En agosto 1937, finalmente, los padres de Donald deciden seguir la recomendación médica e ingresar a su hijo en una institución especializada en trabajar con niños que “no eran normales”, en concreto a una institución ubicada en la localidad de Sanatorium (Misisipi), un nombre realmente poco adecuado, pero derivado del sanatorio para tuberculosos de la localidad.
Pero, afortunadamente, Mary y Beaman no eran capaces de concebir que su hijo de 4 años se quedará en una institución. Y de forma periódica iban a visitarlo, de manera que finalmente, y al parecer tras mucha reflexión por parte de ambos, deciden sacarlo de esa institución y llevarlo de regreso a casa en septiembre del 38. Sobre todo, al saber que su hijo se pasaba el tiempo en una especie de catatonia.
De camino a Baltimore y Leo Kanner
En octubre de 1938 la familia Triplett se dirigió a Baltimore, a la consulta del doctor Leo Kanner en la Universidad Johns Hopkins. Y aunque inicialmente Kanner no sabía dónde ubicar a Donald, ya que lo del autismo no “existía” técnicamente aún y no parecía encajar en nada.
Inicialmente pensó en esquizofrenia infantil, pero era obvio que había diferencias. Y ahí se inicia los que no mucho tiempo después se publicaría en el famoso paper llamado Autistic disturbances of affective contact. Siendo Donald Triplett el Caso 1. Y en su trabajo Kanner puso lo siguiente:
Caso 1
A Donald T. se le vio por primera vez en octubre de 1938, a la edad de cinco años y un mes. Antes de que llegara la familia desde su ciudad natal, el padre envió una historia escrita a máquina de 33 páginas que, aunque estaba llena de muchos detalles obsesivos, era una muestra excelente del pasado de Donald. Donald nació a término el 8 de Septiembre de 1933. Pesó casi 3 Kg. Fue alimentado con pecho materno y alimentación suplementaria hasta el final del octavo mes; hubo frecuentes cambios de fórmulas {tipo de alimentación}. La comida, dice el informe, siempre ha sido un problema con él. Nunca ha mostrado un apetito normal. Ver a los niños comiendo dulces o helados nunca le ha supuesto una tentación. La dentición se desarrolló satisfactoriamente. Anduvo a los 13 meses. (Sic espectroautista.info. Pueden consultar la versión traducida AQUÍ y la versión original en inglés AQUÍ)
Pero Donald, tras las apreciaciones de Kanner, regreso a su casa con su familia. Pero es importante destacar un hecho, y fue el informe detallado que hizo el Sr. Beaman sobre su hijo, que fue una parte importante en el inicio del trabajo de Kanner.
La vuelta a casa de Donald Triplett
Tras todos esos avatares, Donald finalmente regresa a su casa en Forest, donde permanecería hasta el fin de sus días.
De regreso asistió a la escuela, incluyendo la secundaria. De hecho, se graduó en 1958 en el Millsaps College. La entidad de la que su madre fue cofundadora. Estudió francés y matemáticas, e incluso fue miembro de una hermandad.
Aprendió a conducir, y le encantaba conducir su Cadillac. Y como no, consiguió un trabajo de contable en el Bank of Forest, el banco que fundó su abuelo materno. Incluso se fue de vacaciones por los EE.UU. y por varios destinos internacionales, tanto acompañado de un amigo como en solitario. Y además le encantaba jugar al golf, o tomar café en la cafetería que hay frente al ayuntamiento de su ciudad natal.
En Facebook, Bank of Forest emitió un comunicado que decía: “Cada empleado que ha pasado por nuestras puertas desde entonces tiene gratas historias y recuerdos de él que atesoraremos: mirar con envidia sus fotos de viaje, que él le tome una foto como nuevo empleado, una colección de baratijas y tarjetas postales entregadas a través de los años, un apodo o número dado cuando te conoció, o incluso recibir un disparo con una banda elástica”.
A su vez, Donald tuvo en su hermano mayor, Oliver, otro gran apoyo. Oliver falleció en el 2020.
La importancia del entorno
Donald era un personaje muy querido en Forest, una pequeña localidad de unos 3.000 habitantes. Quienes cuidaban y apreciaban a su vecino, que, aunque peculiar, era muy querido por todos. Y a pesar de sus dificultades para tener una conversación larga, o de sus bromas en la iglesia, realmente era alguien querido. Y es que el entorno ayuda y mucho.
Y obviamente tener una familia adinerada. Ya que la capacidad económica de su familia jugó un papel fundamental para que Donald pudiera tener una vida plena, feliz e independiente. La alternativa, ya saben, la institución de Sanatorium. Evidentemente pudo trabajar toda su vida en el banco de la familia, pasear con un Cadillac o vivir en la casa familiar hasta el fin de sus días, donde finalmente el cáncer acabó con su larga vida.
Pero obviamente, aunque la buena gente de Forest fue fundamental, la capacidad económica de su familia, el “azar” de llegar a Baltimore, y un largo número de avatares bondadosos, no podemos obviar la capacidad de Donald. Quien a pesar de sus dificultades puso muchísimo de su parte para llegar a donde llegó.
Descanse en paz
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Excelente idea Rodrigo
Conmovedora historia. Ojalá a alguien se le ocurra hacer una película al respecto .
Realmente me conmueve!
Descansa en paz!! Gracias por tremendo aporte🙏🏻