Autismo Diario entrevista a Katerina Dounavi, Psicóloga Educativa y Analista de Conducta

Katerina Dounavi en el transcurso de la entrevista

|Autismo Diario – Katerina Dounavi es Psicóloga Educativa y Analista de Conducta y está inscrita en el Doctorado en Psicología Clínica en la Universidad Complutense de Madrid participando activamente en la investigación. En los últimos 9 años, ha trabajado con más de 100 niños y sus familias diseñando e implementando su intervención educativa y formando a sus padres y a otros profesionales. Katerina es directora clínica y fundadora del Centro “Magiko Sympan” en Grecia, directora clínica del centro Melody Learning Center en Alemania y está actualmente trabajando con familias y supervisando a otros profesionales en Grecia, España, Alemania y el Reino Unido.


¿Podría explicarnos en breves palabras en qué se basa la metodología ABA?

El Análisis Aplicado de la Conducta (conocido como ABA – Applied Behavioral Analysis) es la aplicación de la ciencia del Análisis de la Conducta al estudio de las variables que controlan la conducta significativa de las personas. La ciencia del Análisis de la Conducta estudia la conducta humana y ha desarrollado una tecnología extensa y poderosa. Así, los procedimientos que han demostrado ser eficaces y han sido publicados en revistas científicas (p.ej., JABA) se aplican en la enseñanza de conductas nuevas o en la modificación de las conductas no deseadas de las personas. A través de observaciones cuidadosas, registros y evaluaciones continuas, su eficacia se va controlando y según los resultados estos procedimientos se van adaptando a las necesidades de cada persona por separado. Se enseñan habilidades de cualquier tipo, como habilidades cognitivas o habilidades complejas de lenguaje, siempre que éstas sean válidas socialmente. El énfasis se pone en cada alumno por separado, analizando funcionalmente las variables que controlan su conducta e individualizando la enseñanza.

¿Qué perfiles de niños son los candidatos a recibir este tipo de terapia?

La terapia ABA ha sido eficaz tanto con adultos como con niños de cualquier edad, nivel de desarrollo y tipo de dificultades, como por ejemplo con niños con dificultades de lectoescritura, niños con autismo o adultos con afasia. Eso ocurre porque los procesos básicos y complejos de aprendizaje son universales y por lo tanto la terapia ABA puede ayudar a establecer conductas nuevas, como por ejemplo la lectura, y a reducir o eliminar conductas no deseadas, como las rabietas o la agresividad en cualquier persona.

¿Cual es la mejor edad para empezar la terapia ABA?

Los estudios nos indican que cuanto antes empiece la terapia, mejores serán los resultados obtenidos. En el tratamiento del autismo sabemos que uno de los factores cruciales para que el alumno pueda obtener el mayor avance posible, es empezar la terapia antes de los 4 años.

¿Cual sería el modelo de intervención para un niño? ¿Cuantas horas semanales? ¿Qué formación requerirían los padres?

Para un niño con autismo la investigación nos indica que lo ideal es que reciba un mínimo de 25 horas semanales de terapia. La implicación de los padres es importantísima en todo el proceso; ya que es fundamental que ellos puedan aplicar los mismos métodos que los terapeutas haciendo funcionales y generalizando las habilidades aprendidas; para eso, su entrenamiento se considera necesario. El analista de conducta que supervisa la programación educativa del alumno junto con los terapeutas formados se encargan de entrenar a los padres y de colaborar con ellos en todo momento para que la enseñanza sea eficiente y se logren los objetivos establecidos.

¿Es compatible la inclusión educativa y el ABA?

La terapia ABA tiene como objetivo la inclusión de los niños con autismo en ambientes típicos/no restringidos. Por eso, todo lo que se incluye en la enseñanza, se diseña y se aplica de tal manera que el niño pueda lograr el mayor grado de independencia en el tiempo más corto posible. La enseñanza individualizada tiene como objetivo que el niño adquiera las habilidades prerrequisitas necesarias para poder integrarse en un aula escolar con niños de desarrollo típico requiriendo el menor grado de apoyo posible e intentando desvanecer ese apoyo cuanto antes.

¿Al ser una terapia de modificación de conductas, cómo se aplica en niños que no tienen lenguaje verbal? ¿Y qué resultados se obtienen?

A los niños que todavía no han adquirido habilidades de comunicación (como por ejemplo lenguaje vocal) se les enseña una variedad de habilidades prerrequisitas que facilitarán la posterior emergencia de estas, incluyendo tanto habilidades de escucha (p.ej., seguimiento de instrucciones, discriminaciones, etc.), como de hablante (e.j., uso de gestos para pedir). En el caso que el alumno no haya adquirido todavía lenguaje vocal, se favorece el desarrollo de las habilidades de comunicación a través de otras modalidades que han mostrado favorecer el lenguaje vocal, como es el uso de gestos. Además, desde el principio se usa de manera funcional toda aproximación vocal que el niño va adquiriendo, para que su lenguaje vocal se vaya gradualmente extendiendo.

Hay una nueva tendencia de ABA enfocada específicamente a desarrollar el lenguaje, ¿En qué se basa?

La aplicación del Análisis de la Conducta Verbal en la enseñanza del lenguaje a los niños con autismo se basa en los mismos principios de aprendizaje que el Análisis Aplicado de la Conducta. Al usar los términos descritos por Skinner en 1957 e integrar los estudios más recientes sobre la adquisición del lenguaje y los fenómenos de emergencia, se logra que el lenguaje se enseñe de manera funcional y se generalice más fácilmente. Eso hace posible que los niños aprendan a comunicarse apropiadamente en cada situación dependiendo de las variables adecuadas que deben controlar su conducta verbal en cada caso y facilitando la emergencia de lenguaje no enseñado en situaciones nuevas. Un ejemplo sería cuando a un niño se le enseña a usar la palabra “galleta” en situaciones distintas: se le enseña a nombrar una galleta cuando la ve en una revista, se le enseña a pedirle a su madre una galleta cuando tiene hambre y se le enseña a contestar “galleta” cuando se le pregunta “¿Qué es dulce, redondo y lleva chocolate?”. Sabemos que en muchos casos, si no se enseña una operante verbal bajo las condiciones adecuadas, esta no se hace funcional y tampoco se facilita la emergencia de conducta verbal no enseñada en situaciones nuevas, permitiendo que los niños sean flexibles.

¿Puede modificar ABA conductas en adolescentes, sin haber tenido previo contacto con esta terapia?

La edad de los participantes no es un impedimento, ya que los principios de aprendizaje son universales y la aplicación de técnicas derivadas de estos puede ser efectiva para cualquier persona. Sin embargo, un inicio temprano de la intervención es importante para lograr los mejores resultados posibles y el mayor grado de integración del alumno aunque tanto con adolescentes como con adultos se pueden conseguir avances significativos.

¿Debe ser el ABA aplicado de forma continua, sin interrupción, a lo largo de toda la vida de la persona con autismo?

El objetivo de la terapia ABA es que la persona llegue al mayor grado de independencia posible y por lo tanto no necesite más de un apoyo continuo. El grado de independencia que cada persona consigue depende de muchos factores, como la edad de inicio de la terapia ABA, el total de horas de intervención, la implicación de los padres y otros. Numerosos estudios han demostrado que los niños que han recibido un paquete de tratamiento analítico-conductual individualizado, intensivo y con un inicio temprano han logrado un nivel de independencia muy significativo y han conseguido aprender habilidades de lenguaje y sociales avanzadas.

También habría que añadir que a la hora de enseñar habilidades nuevas sabemos que la ciencia del Análisis de la Conducta nos proporciona una tecnología muy poderosa que puede ser aplicada para optimizar el aprendizaje. Por lo tanto, si los mismos procedimientos se aplican a la hora de enseñar a una persona habilidades nuevas a lo largo de su vida, ello no implicaría necesariamente dependencia, ya que estos procedimientos simplemente optimizarían su aprendizaje, como sería el caso de enseñar un segundo idioma a una persona adulta o de elaborar un plan educativo para una asignatura universitaria.

El sistema ABA tiene grandes detractores que han frenado su expansión, por ejemplo; en España hay muy pocos profesionales y apenas es conocido por las familias, TEACHH ha ganado casi todo el terreno, y en otros países está sucediendo exactamente lo mismo. ¿Qué diferencias fundamentales existen entre el método TEACH y el método ABA?

Gracias a ABA España existe un programa Máster en Análisis Aplicado de la Conducta enfocado a los Trastornos Generalizados del Desarrollo, el cual ha permitido formar a decenas de profesionales en los últimos años. Creo que eso permitirá que haya cada vez más servicios de calidad dedicados al tratamiento adecuado de los niños con autismo y otras dificultades y hará que la terapia ABA se haga más conocida a las familias, gracias a los logros tan significativos de nuestros alumnos. Además, dicho programa habilita a los estudiantes a presentarse al examen de la Behavior Analyst Certification Board (BACB), comisión que certifica a los analistas de conducta internacionalmente estableciendo unos criterios claros de formación y experiencia clínica.

En cuanto a las diferencias con el método TEACCH, el Análisis de la Conducta es la ciencia que estudia la conducta humana y el cómo ésta se aprende, se mantiene y se modifica. Por lo tanto, no se definiría como un método, sino diríamos que ABA es la poderosa tecnología que se deriva de la ciencia y que nos permite optimizar e individualizar la enseñanza. Ya que los principios de aprendizaje son universales, ABA se puede aplicar con cualquier tipo de alumnos pero a la vez la enseñanza es individualizada y por lo tanto los materiales que se van a usar no se especifican previamente; lo importante son los principios básicos y los procedimientos que usan en la enseñanza.

Otro de los grandes discursos en contra del método ABA es que robotiza a los niños y no les da la oportunidad de la espontaneidad, ¿Es esto cierto? ¿Hasta que punto se fomenta el cambio de rutinas en ABA para poder afrontar la vida real?

La espontaneidad podríamos decir que se define como el dar respuestas sin que haya verbalizaciones previas por parte de otras personas. Hay varios estudios cuyo objetivo es determinar cómo facilitar la espontaneidad de los niños con autismo y la emergencia de respuestas nuevas ante situaciones y personas nuevas y cada vez tenemos más información sobre cómo lograrlo. El cambio de rutinas también se fomenta, ya que nos da la oportunidad de enseñarles a los alumnos cómo responder ante una variedad de situaciones. En resumen, creo que en los últimos años la investigación ha dado saltos cualitativos respecto a este tema y otros relacionados con el lenguaje permitiéndonos mejorar continuamente los métodos usados.

¿Podemos, a través del ABA, modificar conductas disruptivas en adolescentes que estén dentro del espectro del autismo y que previamente no hayan tenido este tipo de terapia?

Sí podemos, siempre teniendo en cuenta que cuanto antes empiece la intervención, mejores serán los resultados. Una conducta inadaptativa que tiene una historia larga de reforzamiento (que a través de la cual la persona ha conseguido comunicarse y obtener lo que desea repetidas veces a lo largo de su vida) será más difícil de eliminar que una conducta que lleva poco tiempo en el repertorio del alumno.

Y para terminar, ¿Le gustaría añadir algo más que no hayamos preguntado?

Me gustaría hacer referencia a la iniciativa de muchos padres de agruparse a la hora de ejercer presión al gobierno central. Espero que estos intentos junto con el apoyo de los profesionales consigan que como en otros países se den las prestaciones y ayudas necesarias para un tratamiento adecuado. Ahora mismo los estudios indican que aproximadamente a 1 de cada 150 niños recién nacidos se le diagnosticará algún tipo de Trastorno Generalizado del Desarrollo y dado que ya tenemos bastantes datos para saber cómo tratarlos, creo que es hora de encontrar la manera para que todos estos niños reciban una enseñanza individualizada de calidad. La terapia ABA sigue siendo en muchos países un privilegio para las familias que se pueden permitir pagarla, mientras los derechos fundamentales de los niños dictarían que este tratamiento se ofreciera a cualquiera que lo necesitara libremente. Iniciativas como la vuestra facilitan este camino.

¡Muchas gracias!

 

Acerca de la Autora:

María Cantos

Traductora y colaboradora de Autismo Diario.
Máster en Autismo e intervención psicopedagógica.


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