El poder de uno

En tiempos de recortes todo parece ser válido para quienes recibieron como regalo de Berlín una tijera. La usan a diestro y siniestro, sin saber realmente ni qué cortan ni cual serán las consecuencias de estos recortes. No es importante el daño colateral, tan solo el saneamiento de las cifras. Y en una política del “todo vale” se acaban cometiendo tropelías de todo tipo. Y el mayor problema de la ceguera mental que acompaña a los llamados a resolver los problemas económicos de todos es que finalmente acaban no resolviendo nada y creando un problema mayor del que había previamente. Problema que, algo me dice, crearon ellos mismos promocionando acciones de locura manifiesta y de arrogancia tabernaria.

En estos días anda todo el mundo revuelto, en este país hacía falta un bisturí, pero el gobierno está usando un hacha, y claro, no parecen importarle demasiado los daños colaterales, ya que las astillas de tales acciones somos tan solo ciudadanos. Pero parece ser que los ciudadanos de tercera, esos a los que este atraco pluma en mano, nos está dejando para vestir santos, pues hemos salido algo díscolos. Y no estamos de acuerdo con cosas como por ejemplo:

En la Comunidad de Madrid el Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF) —dependiente de la Consejería de Asuntos Sociales decidió, de forma unilateral y sin contar con nadie, dejar de dar el tratamiento de atención temprana que se venía ofreciendo. Tratamiento sufragado con los impuestos de todos. Según informa el diario 20minutos “La razón oficial, argumentaron, es que, después del último ajuste acometido por Esperanza Aguirre, no hay fondos suficientes para ampliar plazas y hay que aligerar las listas de espera, por lo que no era posible que algunos chicos recibiesen una atención por duplicado.” ¡Perdón! ¿Atención por duplicado dicen? ¡Que baje Dios y lo vea! Confunden la gimnasia con la magnesia, como el niño ya recibe una educación pues no hay que darle atención temprana, claro, que parece ser que al responsable de turno nadie le ha dicho que son cosas totalmente diferentes.

Y claro, pues las familias afectadas han saltado como un resorte, y como es obvio y normal se han negado en rotundo y han advertido que no se van a quedar quietos.

En Andalucía las cosas pintan igual, y los ciudadanos han empezado a presentar reclamaciones por la supresión del reintegro de gastos y la devolución de los pagos efectuados, por la actuación de la Consejería de Salud y los centros concertables C.A.I.T. (centros de atención infantil tempranas). Y claro las familias se enteran de esta “supresión” de reintegros a través de los centros. La Junta tampoco da la cara. Pero además de que de forma individual estén presentando la reclamación ante los estamentos de la Administración Andaluza, desde Córdoba, la Asociación Abraza, les ha hecho llegar un informe sobre qué debe hacer la administración para prestar una atención adecuada a los niños y niñas con autismo.

Pero si ustedes viven en Castilla La Mancha, tampoco se van a ir de rositas. El Gobierno Autonómico está eliminando de forma sistemática todas y cada una de las ayudas de tipo asistencial. Cerca de 35.000 personas se van a ver afectadas directamente por estos recortes (¿o deberíamos decir eliminación?) presupuestarios.

Y básicamente este panorama se está replicando de forma sistemática por todo el Estado Español. Para una vez que se ponen de acuerdo en hacer algo de forma simultánea hacen esto. Y mientras, ínclitos personajes de la vida pública han visto airear sus tejemanejes con dinero público (es decir, el de todos), sus corruptelas, sus vidas de lujo, etc, etc, con el dinero de todos. Pero a quienes en realidad pagan, que somos los ciudadanos de a pie, a esos nos toca jodernos y aguantarnos. Pues va a ser que no, que ni nos jodemos ni nos aguantamos.

Y es que el poder de uno suma, y suma, y suma. Y finalmente, las administraciones deberán pararse a pensar por qué los ciudadanos se les han vuelto tan díscolos y protestones. Quizá atentar contra el futuro de miles y miles de personas, de condenarlos al ostracismo, de seguir sumando desgracias, ha tocado fondo. Parece ser que el informe “La infancia en España 2012-2013”, elaborado por Unicef España, donde se concluye que los niveles de pobreza infantil han superado por primera vez el 26%, casi cinco puntos por encima de la media nacional en 2011, una cifra que nunca se había alcanzado para esta franja de edad desde que existe la Encuesta de Condiciones de Vida (2004), les da exactamente lo mismo. Que tengamos a más de dos millones de niños en condiciones de pobreza, mientras nuestro Presidente y el séquito Real -con el Príncipe a la cabeza- se gastan más de 100.000 euros para ir a ver un partido de fútbol a Polonia no tiene nombre.

Y no solo eso, es que a quienes más lo necesitan es a quienes más les quitan. Al final nos tendremos que ir a vivir a Uganda, que ya ha quedado claro que no es España. Pero mientras decidimos si nos vamos o no, no nos vamos a quedar quietos, y ese es el poder de uno, el que está movido por la determinación, por luchar por lo que es justo, por defender los derechos que nos roban cada día en nuestra propia cara mientras el presidente del Consejo General del Poder Judicial tiene que dimitir de su cargo por usar nuestro dinero para darse unas fiestas propias del Maharajá de Kapurthala.

Y por todo esto y mucho más, y dado que quien avisa no es traidor, desde esta tribuna lanzamos el aviso, no nos vamos a quedar quietos viendo como le roban el futuro a nuestros hijos. Avisados quedan.