Fundación Orange y Fundación Pilates han puesto en marcha este año un curso de pilates para personas con Síndrome de Asperger, dentro del cuarto programa de Pilates y Autismo. El objetivo de estos cursos es hacer ejercicio moderado, potenciar el trabajo colectivo y la interacción social, así como ofrecer una forma de ocio diferente.
Este curso supone una nueva experiencia de las dos fundaciones, que desde hace cuatro años desarrollan conjuntamente el curso de “Pilates y Autismo” en Madrid y Barcelona, y que tan buena acogida tiene. En el programa destaca la participación de un equipo voluntarios, que está compuesto por empleados de Orange y voluntarios de la Fundación Pilates, que desempeñan una importante labor de ayuda a los participantes y profesores.
Bajo la dirección de Carlos Palacín, profesor de la Escuela de Pilates Wellness & Energy, el grupo de Asperger está compuesto por tres chicos y dos chicas que participan en las clases de Pilates que se desarrollan todos los viernes hasta el próximo mes de junio en Madrid.
El objetivo de estos cursos es hacer ejercicio moderado que sirva para mejorar sus condiciones físicas (mejor coordinación, respiración y flexibilidad), les proporcione una mayor concentración y les libere del estrés del día a día. Por otro lado, se quiere potenciar la interacción social y el trabajo colectivo. Además, supone un reto de superación por parte de los participantes, así como una forma de ocio diferente.
El Síndrome de Asperger conlleva una alteración cualitativa de la interacción social, manifestada en algunas de las siguientes características: alteración del uso de comportamientos no verbales como contacto ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos reguladores de la interacción social, ausencia de reciprocidad social o emocionales,incapacidad para desarrollar y compartir relaciones con compañeros apropiadas al nivel de desarrollo del sujeto.
Fue descrito en 1944 por el pediatra vienés Hans Asperger y casi coincidió cronológicamente con la descripción del autismo llevada a cabo por Leo Kanner un año antes. Su interés quedó muy relegado hasta que Lorna Wing utilizó el término Síndrome de Asperger en un trabajo publicado en 1981. A partir de entonces, se ha ido desvelando la importancia de este trastorno, tanto por su elevada prevalencia, como por la repercusión social que comporta en las personas que lo tienen.
Es un trastorno más frecuente de lo que se conoce, con mayor incidencia en niños que niñas y se encuadra en los Trastornos del Espectro Autista (TEA), aunque por sus competencias intelectuales y lingüísticas se mantiene como una entidad diferenciada del autismo clásico.
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Comentar que aqui, en Valencia, ya estamos iniciando un estudio piloto para que el proximo curso un grupo de Alumnos con TEA pueda<n desarrollarlo, estmos en ello. pronto masd noticias