Del mundo propio al mundo en común: Somos parte de la lucha
El pasado 1º de mayo de 2025, en Quito, un grupo de colectivos de personas neurodivergentes salió a las calles no solo para conmemorar, sino para resistir. Resistimos al desempleo, a la precarización, a la discriminación disfrazada de inclusión. Luchamos contra el capacitismo cotidiano que nos encasilla en etiquetas clínicas y en ejemplos de “superación”. El diagnóstico no es el enemigo, sino el uso que se hace de él: cuando se convierte en la única base de nuestra identidad y de nuestra participación, reproduce la misma lógica médica que queremos desafiar. Por eso debemos protegernos de que esa clasificación nos limite más de lo que nos empodere.