Nuestros hijos son parte de nuestra biología y nuestro espíritu, pero son “él”, no son “yo”. Al tener un hijo con autismo, muchos padres caen en la idea de cambiarlos, modificar su conducta, hacerlos más normales. Sin que ésto se malinterprete por dejarlos sin los tratamientos que los encaminen a superar sus déficit.
Cada ser humano es único, irrepetible. En el caso de los niños con autismo todos presentan sus propias limitaciones, pero también intereses y habilidades propias.
Aún los seres humanos “normales“, “neurotípicos” somos diferentes no sólo en rasgos físicos personalidad, intereses u objetivos de vida. Las personas con un diagnóstico de autismo de alto funcionamiento o síndrome de asperger, aquellos que no tienen retrasos de lenguaje, e incluso poseen uno rico y rebuscado, con capacidades cognitivas normales e incluso en ocasiones superior a la media suelen presentar en ocasiones intereses obsesivos y habilidades que bien canalizadas podrían llevar a un desarrollo profesional y humano espectacular si los padres aprendemos a potenciarlos estimulándolos, logrando una comunicación abierta que les permita expresar sus aspectos positivos, su creatividad, en un margen de completa aceptación a sus modos, lejos de imponer nuestros estilos de ser de pensar, de acuerdo a la media de la sociedad de hoy.
La Dra. Temple Grandin una de las grandes referentes del autismo de alto funcionamiento nos habla en un capítulo de su libro “Thinking in pictures”, que en ocasiones las personas con autismo pueden ser superdotadas , al poseer una perspectiva de ver el mundo, de procesar la información que reciben del medio ambiente a detalle que les permite obsesionarse, imaginar, abstraerse, reflexionar que a su vez los lleva a crear, innovar aportar de una manera que resultaría casi impensable a quienes vemos el mundo de otra manera.
La Dra. Grandin sugiere que si el mundo estuviera poblado únicamente por seres “normales” seguiríamos viviendo en la edad de piedra. ¿Cuántos avances de ciencia, tecnología, aportaciones a la música, a la literatura han sido hechas por personas que tienen la capacidad de percibir información del mundo y expresarla con modos diferentes a la media?
La artista australiana Donna Williams en su poema “Al limite del bosque mágico” nos habla de los traductores, las personas capaces de entender el funcionamiento de una mente con autismo y los normales o neurotípicos deben ser los comunicadores entre ambos mundos. El Dr. Mesibov en su libro “Hacia una cultura del autismo” nos sugiere la idea de construir puentes que nos permitan comunicarnos mejor entre las dos culturas y establecer un mejor entendimiento entre ambos.
Cada día nos despertamos con nuevas cifras, con más casos de niños diagnosticados, las personas YA están aquí ¿porqué cambiarlas con qué derecho? El miedo a lo que no conocemos, a lo que no entendemos es lo que nos lleva a los seres humanos a aceptar, a querer cambiar.
Es labor de los traductores llevar a la luz el funcionamiento de la mente con autismo, de actuar como “puentes” de comunicación entre los dos mundos para lograr una coexistencia armónica y también un manual de comprensión de humanos normales con muchas imágenes que muestren las máscaras que usamos, las contrariedades las emociones mezcladas, las dobles intenciones, los sarcasmos, para que también las personas con autismo nos puedan entender a nosotros, tal vez somos los “raros”, “los enredados”.
Las personas con autismo también tienen el sagrado derecho de saber cómo funcionamos. Quizás cuando logremos tomar conciencia de su ser y el nuestro cohabitando en el mismo mundo sensorial y cognitivo habremos alcanzado otros niveles de ser.
….y soy un ser humanobuscando aceptaciónnunca compasiónen mis propios términosen tu mundoque también es míocomo un ser humanocomo eres túcomo soy yo.Autora: Tere Acosta
Colaboradora de Compartiendo un Mundo (Asociación mexicana en pro del autismo) y Autism Parenting Magazine.
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No hay mejor forma de superar el miedo, que ayudando a los más pequeños a superar sus miedos. Para ello, el adulto tiene que depositar confianza y dejar la sobreprotección a un lado. En caso con autismo, también hay que depositar cierta confianza y anticiparnos para ayudarle a superar muchos de sus miedos. Atentamente, Capacita-le.
Cuando un niño con autismo agudiza patrones ( como girar algo …) en mi clase “normal”, siempre me pregunto cómo cuál puede llegar a ser su nivel de ansiedad. Si un adulto en una situación estresante y pudiendo identificar y ( en ocasiones comunicar) lo que siente lo pasa muy mal, ¿cómo deben sentirse estos niños?
Muy interesante. estoy segura que será de gran ilustración para muchas personas. ¡
¡Felicidades!
No es tan facil perder el miedo, porque la presión social de lo “normal” se apodera de nosotros, colegios multitudinarios para gente “normal”, supermercados con largas colas que solo los “normales” pueden soportar, los ególatras “normales” que solo fijan leyes para su propio beneficio, si tan solo lo “normal” dejaría de imponerse pienso que recién se pensaría en los demás, incluso muchos creen que solo los normales deben educarse. Eso da miedo.