Por Alberto Vivas Peralta, Argentina – Es conocido por todos el largo debate de los últimos años alrededor de las distintas modalidades y abordajes educativos que ejercemos y proponemos con y sobre las personas con discapacidad, los distintos modelos parecieran ostentar en su mayoría buenas intenciones y respuestas para los niños que debían de algún modo ser “ubicados”, “puestos”, “encajados” en algún establecimiento que los “eduque”.
Paradójicamente, la Ley Nacional de Educación 26206 (Argentina), en su artículo 79, establece que: Se debe garantizar la inclusión educativa a través de políticas universales y de estrategias pedagógicas y de asignación de recursos que otorguen prioridad a los sectores que más lo necesitan. Se trata de medidas destinadas a enfrentar situaciones de injusticia, marginación, estigmatización y otras formas de discriminación, derivadas de factores socioeconómicos, culturales, geográficos, étnicos, de género o de cualquier otra índole que afecte el ejercicio pleno del derecho a la educación. El principio rector del Marco de Acción de la Conferencia Mundial sobre necesidades especiales (Salamanca, 1994) es que todas las escuelas deben acoger a todos los niños independientemente de sus condiciones personales, culturales o sociales; niños con discapacidad , niños de la calle o en riesgo de exclusión social, de minorías étnicas, lingüísticas o culturales, de zonas desfavorecidas o marginales, lo cual plantea un reto importante para los sistemas escolares.
Sabemos que queremos una educación con todos, una educación para todos, en especial para aquellos que parecieran más impedidos, que necesitan de la construcción de mayores estrategias ambientales, tecnológicas y cognitivas para acceder a los contenidos.
Los educadores iniciamos este camino esquivando estereotipias, tratando de atrapar una mirada que los enlace a nuestra cultura, una palabra que los atrape en el lenguaje, nos encontramos con ellos, “los otros”, “los diferentes”, “los discapacitados”. Los estudiantes con trastornos del espectro del autismo son el gran interrogante para la educación mundial y en especial para la propuesta educativa nacional, sus posibilidades de aprendizaje pueden ser las mismas que las de cualquier otro niño, independientemente de la patología que porte, sin embargo sus diferencias para aprender nos desafían a buscar caminos y propuestas que resulten útiles para su educación, que entendemos como la única realidad posible de inclusión social para las personas con autismo.
Entonces comenzamos a pensar en el armado del rompecabezas, en la confección del traje educativo para cada uno de ellos, educación especial, integración escolar, ¡y por qué no! Inclusión. ¿Puede el sistema educativo nacional ser el soporte de un modelo inclusivo? ¿Pueden las escuelas de educación convencional incluir a los niños con discapacidad en general y con Trastornos del Espectro del Autismo en particular? ¿Comprendemos los maestros a qué nos referimos con inclusión? ¿Puede nuestro glorioso currículum sostener un modelo para todos, aunque éstos “todos” no puedan ostentar el ideal de perfección que la sociedad espera para constituir un ciudadano?.
¿Es posible pensar en los niños y niñas con Trastornos del Espectro del Autismo como sujetos de educación bajo la atención de currículums tan plagados de homogeneidad?
Educando niños excepcionales
Uno de los principales desafíos de la educación moderna es la inclusión educativa de los niños con Trastornos del Espectro del Autismo, generar un modelo educativo para todos, asegurar que los alumnos tengan acceso a un aprendizaje significativo. Favorecer que la integración escolar continúe siendo una respuesta posible para las personas con necesidades educativas especiales, como pueden ser los llamados del “espectro del autismo”, incorporándolos a un sistema de escuela convencional, que llegue a cubrir en su totalidad los objetivos que tracemos para ellos, recibiendo una educación acorde a sus necesidades en la escuela, junto a sus amigos, hermanos y en el marco de su propio contexto social.
Debemos implantar modelos de inclusión para niños excepcionales con la idea de generar una educación lo más significativa posible, para cada uno de nuestros estudiantes, con independencia de si tienen o no un trastorno de espectro del autismo. Como estrategia de inclusión educativa, cada estudiante que se incorpore al centro escolar deberá ser evaluado por un equipo de profesionales interdisciplinarios, luego de esta evaluación, y en conjunto con padres, personal del programa y los propios estudiantes se diseñará para ellos un plan específico basado en un sistema de Planificación Centrada en la Persona (PCP), con metas claras y evaluables siguiendo su progresión y posibles modificaciones, persiguiéndose la adquisición de aspectos de autonomía y toma de decisiones de cada uno de los sujetos de manera progresiva.
Todo niño debería tener como referente un grupo de clase de educación ordinaria y participar activamente de la vida escolar general, independientemente de los apoyos que necesite por parte del servicio educativo, el cual brindaría la cantidad y calidad de soportes de apoyo que sean necesarios para el bienestar del estudiante en el salón de clases convencional y adaptado.
En el programa educativo basado en PCP deben figurar las metas y objetivos trazados para el año en curso en las distintas dimensiones que requiere un modelo de planificación centrada en la persona; el mismo debe contemplar lineamientos esenciales basados en cómo incluir al sujeto en participación con su comunidad, con formación competente para manejarse en la sociedad pudiendo hacer respetar sus deseos y en posición de elegir para sí mismo, siendo la audoterminación un eje central de la inclusión social y educativa.
De este modo el proceso inclusivo del estudiante se constituirá en una formación integral, realizada a medida de las necesidades y de los tiempos de aprendizaje de cada uno de los niños y jóvenes, independientemente de los mandatos curriculares y de los tiempos de los modelos integracionistas.
Plantear un modelo educativo comprometido con el respeto a la diversidad y la inclusión de todos y para todos es una obligación de los docentes y una necesidad social que debe ser entendida como lo “normal”. Una de las apuestas más fuertes es transmitir a los estudiantes “convencionales”, los principios y valores de inclusión, respeto, ayuda y aceptación de las personas con discapacidad, es en ellos -donde los “los otros”, los “diferentes”- logran su principal éxito, el cambio social, la concientización, otro modo de “mirar” se propaga de niño en niño, de familia en familia desdibujando las fronteras entre “nosotros” y los “otros”.
La apuesta es a un proyecto educativo que cumple un rol esencial en el proceso de concientización, generando una continua búsqueda de estrategias en pos de ofertar una “escuela para todos”. Con este enfoque buscamos que todos nuestros estudiantes comprendan que la tarea educativa que favorezca la inclusión no puede estar aislada de un proyecto de sociedad del cual todos somos actores fundamentales.
Educar en valores es el eje principal de todo proyecto educativo, es parte de una filosofía de vida que abarca las diferentes dimensiones humanas, reconoce a la diversidad como valor y como fuente de enriquecimiento. El éxito de este modo de educar se mide por los logros de cada alumno y por el desarrollo y bienestar de la comunidad.
Finalmente, buscamos en este camino un espacio donde la escuela recupere su función socializadora, que encuentre en la diversidad un campo fértil a la formación integral y humana de las generaciones venideras, donde el “otro” no sea el reforzante de nuestra propia identidad, donde el cuerpo “fallado” no confirme la integridad del nuestro, donde la discapacidad no legitime la capacidad, un espacio para todos, un espacio con todos.
Bibliografía:
- Ainscow, M. (1995). Necesidades especiales en el aula. Madrid: Narcea.
- Arnaiz, P. (1995). Integración, segregación, inclusión. Ponencia presentada en la XXII Reunión Científica de AEDES “10 años de integración en España: análisis de la realidad y perspectiva de futuro.Murcia.
- Dolto, F. (1986). La causa de los niños. Paidós. Buenos Aires.
- Dolto. F (1987). Qué ha sido de nuestros niños locos?. Nueva Visión. Buenos Aires.
- Skliar, C. (2007). Y si el otro no estuviera allí? Notas para una pedagogía (improbable) de la diferencia. Miño y Dávila . Argentina.
- De La Vega, E.(2008). Las Trampas de la Escuela Integradora, la intervención posible. Noveduc. Argentina.
- Larrossa, J. (2001). “Igualdades, diferencias y desorientaciones politico – culturales en la nueva Babel”, en : NovaAmérica, Río de Janeiro, pp. 33-38.
- Walzer, M. (1998). Tratado sobre la tolerancia. Paidós. Barcelona.
Sobre el autor:
Alberto Vivas Peralta, es Magister en educación, licenciado en Psicología y Psicopedagogía, docente de educación especial, posgrado en gestión de servicios de la discapacidad. Director del Colegio de Educación Para Personas con Trastornos de Espectro Autista. Program Exceptional Children “Hans Christian Andersen”. Profesor Titular de las cátedras de Psicopedagogia, Diagnóstico psicopedagógico I, Psicologia y Cultura, Psicología Cognitiva, Introducción a la Educación Especial y Educación Temprana del Instituto Superior de Formación Docente “Andersen”.
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.excelentes publicaciones, lastima que mi motivacion y preocupacion es otra……..ME PUDIERAN PASAR UNA PAGINA(S) SOBRE “EQUIZOFRENIA JUVENIL”…UN PAPA DESDEPERADO POR INFORMARSE….GRACIAS !!!…………E-MAIL: [email protected]
Hola,tengo un hijo de 12 años de edad desde que empezò la escuela primaria las maestra de el y yo vimos en mi hijo muchas caracterìsticas en mi hijo de un niño con asperger.la escuela me lo refiriò al hospital de niños de san josè costa rica ala unidad de desarrollo.primero la doctora creyo que mi hijo si tenia asperger al final despues de casi 6años despues de la primera vez que mi hijo estaba asistiendo con la doctora una vez al año ella, lo atendia me dice que mi hijo no tiene asperger sino que lo que supuestamente tiene es demencia leve.con lo que yo no estoy sastifecha con dicho dictamen y luego de todos estos años la doctora me le dio de alta.algo que tampoco me dejo contenta dado que ala fecha mi hijo todavia sigue en la escuela primaria y el se a atrasado mucho en sus estudios.no puedo negar que mi hijo es muy inteligente y aprende con mayor rapidez que mi otra hija de 11años,la cual ella no tiene ningùn problema.espero talvez me puedan ayudar porque no se que hacer siento que sin el apoyo profesional de otras personas mi hijo podria perderse de muchas oportunidades en su vida; de vivir una vida normal.muchas gracias…..
Muy bien Karina asi se habla, haces algo muy bueno , no solo por tu hijo, sino les das la fuerza amuchas Madres, que deben seguir tu ejemplo, muy bueno que no fue a una escuela especial, tienen que estar con chicos normales, no son niños “ddiscapacitados”; mucha FE en “DIOS” que todo lo puede neda es imposible para ÉL, “JESUS YO EN TI CONFIO”..Suerte para todos.
En mi caso, nunca nos dimos por vencidos. Desde que nuestro hijo fue diagnticado (2 años) con un TRASTORNO GENERALIZADO DEL DESARROLLO ESPECTRO AUTISTA, procuramos darle un ambiente de “normalidad”, estuvo en maternales con chicos “normales” y ahora cursa su tercer grado en una escuela regular. Nunca ha estado en escuelas especiales y ha sido una batalla grande conseguir esa escuela pero nuestros hijos gracias a dios tienen una conexion directa con Dios y al final encontramos un centro escolar que abrio ese compaz. Hoy en dia es uno de los chicos mas querido de la escuela, muy popular dicho de paso,cursa el cuadro de honor de toda la escuela, y hemos incluso sido pioneros en el adiestramiento y preparacion de todo el personal educativo del centro escolar que ha servido para atender a otros niños con diversidad que han ingresado a la escuela. En conclusion, padres luchemos incasablemente, no tratemos a nuestros hijos como “discapacitados”, NO LO SON, creame alguna puerta se abrira, seamos AGENTES DE CAMBIOS, perseverantes, nuestros hijos lo merecen.
Hola. Me pareció muy interesante este articulo, nosotros vivimos en Santa Fe Capital, Argentina. Tenemos un niño de 4 años que hace un año le diagnosticaron autismo, después de muchas búsquedas e intentos fallidos por tratar de encontrar respuestas, un lugar y un camino, este año hemos visto la luz. Gabi que el año pasado asistía a un jardín privado y había comenzado su tratamiento en el sector privado, hoy asiste a un preescolar de la escuela pública. El jardín N°221 en la zona Norte de nuestra ciudad, donde asiten niños al comedor escolar debido a la situación de vulnerabilidad económica por la que atraviesan y aiste a su tratamiento con el equipo interdisciplinario 2 horas semanales en el hospital público “Mira y Lopez”….Que hemos encontrado en este proceso? Una docente “la seño Carla” que no tuvo miedo a enfrentarse a este desafío de trabajar con Gabriel, que buscó las herramientas necesarias para lograr junto con sus terapistas que él hoy esté integrado a un sistema educativo que el día de mañana le va a permitir ser un adulto independiente.
Este es un logro de los docentes y de la calidad de persona que ellos representan aún sin apoyo de todo el sistema educativo.