El pasado 12 de Junio la Federación de Organizaciones en favor de personas con discapacidad intelectual de Madrid, FEAPS Madrid, y el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, INAEM, firmaron un convenio de colaboración para que cuatro personas con discapacidad intelectual se incorporen como voluntarios en tareas de producción durante el desarrollo del Festival Una Mirada Diferente, del 20 al 30 de junio.
Durante su tiempo como voluntarios estarán en contacto con las compañías participantes, prestándoles apoyo en la acreditación y en las instalaciones; con el público, ofreciendo información y apoyo, y en definitiva desarrollando las tareas propias que requiere un festival de estas características en la que hay programadas multitud de actividades al mismo tiempo.
Esta información a priori puede parecer una buena iniciativa, pero también puede generar efectos adversos en el corto y medio plazo. Por una parte es cierto que genera visibilidad y da la oportunidad a personas con discapacidad intelectual de iniciarse en el mundo del trabajo, algo básico y fundamental, aunque en este caso es trabajar gratis. Pero por otra parte puede dirigir las políticas de empleo activo de personas con diversidad funcional a modelos enfocados en el voluntariado, y por tanto, no remunerado, corriendo el riesgo de encasillar peligrosamente, dando la sensación de que al tener diversidad funcional ya se les hace un favor permitiéndoles trabajar gratis. Bueno, gratis relativamente, ya que además a estas cuatro personas les va a costar dinero ser voluntarios, ya saben, desplazamientos, comida,…
También resulta chocante que una institución pública no tenga la capacidad de hacer un contrato laboral a estas cuatro personas, sería una estupenda forma de dar ejemplo, ya que realmente estas personas van a trabajar como auxiliares, es decir, van a desempeñar un trabajo. El hecho de conducir el modelo hacia el voluntariado coloca a las personas con diversidad funcional en una situación de precariedad, se rompe el principio de equidad.
A este tipo de empleos no se presenta nadie como voluntario, precisamente porque es un empleo que debe ser remunerado y no una acción solidaria. Es cierto que también es una oportunidad de acceder a un entorno laboral, también es una forma de que puedan ser valorados, etcétera, pero creo que debemos empezar a cambiar nuestra forma de orientar los modelos de empleo, y es que empleo significa eso, un trabajo remunerado, el voluntariado es otra cosa. Mezclar conceptos, y más patrocinado por organismos públicos, no me parece que sea la mejor forma de mejorar las oportunidades laborales de las personas con diversidad funcional.
Creo que estas cuatro personas podrían ser voluntarios en mil y una actividades de tipo social, de hecho, muchas personas con diversidad funcional son voluntarios en diversas ONG, por eso no entiendo el porqué un trabajo remunerado se deba convertir en un voluntariado. Aun nos falta mucho trabajo para poder disponer de un sistema equitativo y participativo, donde a nadie se le discrimine solo por ser diferente.
Actualización 24/06/2013
Nota de prensa original de FEAPS MADRID
Ante el revuelo causado por este artículo de opinión, la organización FEAPS Madrid ha emitido un comunicado aclarando y ampliando la información de su Nota de prensa original. Ciertamente no se juzga la labor de FEAPS Madrid, aunque su comunicado nos lleva a preguntarnos sobre las muchas acciones que en los últimos tiempos se están llevando a cabo en las políticas de empleo para personas con diversidad funcional y de como las administraciones están “alterando” los principios iniciales para convertirlos en otros modelos más adecuados a los fines de las administraciones y por supuesto más alejados de los intereses reales de las eprsonas. Mientras las administraciones han hecho gala de derroche desmedido, en la actualidad el colectivo de personas con diversidad funcional y las organizaciones que trabajan en pro de sus derechos (FEAPS incluída) observan con pavor como todo lo construido a lo largo de estos años ha desaparecido en menos de 24 meses. Y el proceso de destrucción continua.
Como no pretendo que nadie piense que existe algún tipo de manía hacia FEAPS (que no la hay, sino todo lo contrario) replico íntegramente la nota de aclaración de FEAPS Madrid.
Voluntariado, Cultura y Oportunidad
Autismo Diario ha publicado en su web el pasado sábado un artículo de opinión sobre una acción de FEAPS Madrid que nos vemos en la obligación de matizar, con el fin de despejar posibles dudas que puedan llevar a realizar una interpretación sesgada de la misma, y por tanto negativa.
Como bien dice Autismo Diario, FEAPS Madrid ha llegado a un acuerdo con el INAEM para que durante siete días, cuatro personas con discapacidad intelectual puedan acompañar a profesionales de producción durante la celebración del Festival Una Mirada Diferente.
Reconocemos que puede haber conceptos y explicaciones sobre esta actividad en la nota de prensa que pueden no haber sido todo lo claras y precisas que debieran, y esto puede haber llevado a Autismo Diario a malinterpretar la misma, pues entendemos que no hay mala fe por su parte, ni ánimo de retorcer los argumentos.
El fin del convenio no es ni mucho menos que personas con discapacidad trabajen “gratis” como se ha querido interpretar. Todo lo contrario, se trata de que las personas con discapacidad intelectual conozcan que tienen ante ellos un nicho de oportunidades como es el de la Cultura, y que más allá de ser espectadores y receptores de la misma, pueden formar parte de ella.
Y la mejor manera de que la conozcan es acercándose a ella, teniendo la oportunidad durante siete días de acompañar al equipo de producción de un teatro, en este caso el Valle Inclán, que les van a mostrar cómo es el día a día de un recinto cultural y cuál es el trabajo que ellos, profesionales remunerados, realizan.
Llamar a esto “trabajo gratis” para la administración se aleja mucho de la realidad y tergiversa el fin de la acción, sobre todo cuando se insiste en afirmar que se da la sensación de que “se les hace un favor permitiéndoles trabajar gratis”.
En primer lugar, con esta acción no se hace ningún favor a nadie, sino que se ponen en contacto mundos que tradicionalmente han estado muy alejados: el de las personas con discapacidad intelectual, que rara vez se han planteado la Cultura como un camino de futuro profesional; y el de la propia Cultura y de las personas que en ella trabajan, que no habían mirado a las personas con discapacidad intelectual desde otra perspectiva que no fuese la del mero receptor de ayudas.
Y en segundo lugar, no se trata de un “empleo”, por mucho que se repita la palabra en el artículo. Se trata de una acción ofertada a personas con discapacidad intelectual, libremente elegida por ellos y que además, participan en procesos formativos para el empleo, pero eso no debería ser causa que les impida conocer de cerca la labor de un equipo de producción cultural, como tampoco debería ser obstáculo para que accedan a ventanas que en un futuro puedan ser oportunidades no planteadas hasta el momento.
Sinceramente, flaco favor estaríamos haciendo a las personas con discapacidad intelectual y al conjunto de la sociedad, si limitásemos las posibilidades de participación. Y de eso, y no de trabajo, se trata la acción de FEAPS Madrid y el INAEM, de demostrar a todos, personas con y sin discapacidad, que hay futuros posibles, en los que cabemos todos. Para ello, se han desarrollado acciones formativas y de sensibilización con los profesionales del recinto cultural acercando la realidad del colectivo para el que trabajamos a su práctica diaria.
Para FEAPS Madrid, el acuerdo con el INAEM pone de manifiesto que la estrategia de la cultura inclusiva está dando sus frutos y que comienza a haber una importantísima sensibilidad en este ámbito hacia la discapacidad intelectual o del desarrollo. Una oportunidad, que como todo, puede ser criticable y opinable, pero que sorprende, desde nuestro concepto de lealtad institucional, el que no se haya contrastado previamente.
Cabe recordar que las personas con discapacidad intelectual son voluntarias de FEAPS Madrid, con todos los requisitos que la ley exige. Y una de nuestras misiones, es ayudar a nuestros voluntarios a canalizar sus intereses, y todo ello conforme a la legislación y a la misión e ideología del movimiento asociativo que, como no podía ser de otra manera, distingue de manera tajante y sin matices, entre voluntariado y trabajo.
Y el voluntariado, como ocurre en numerosos eventos en los que participan personas con discapacidad intelectual, es “altruista, realizado libremente, sin contraprestación económica y no sustitutivo del trabajo remunerado”. A ello, hay que añadir que entre las motivaciones para ejercer el voluntariado se encuentran las vocacionales y para profesionales, siendo esta de la cultura sin duda, una de ellas para las personas con discapacidad intelectual.
No entraremos a corregir las imprecisiones del autor sobre el coste de la actividad para los voluntarios, pero por si pudiera quedar alguna duda de la transparencia, la legalidad y la idoneidad de esta actividad, recordar que el artículo 12 de la Ley de Voluntariado, establece que la colaboración de los voluntarios en la Administración General del Estado se prestará, preferentemente, a través de convenios de colaboración con entidades sin ánimo de lucro privadas. Así ha ocurrido en este caso, para unir el interés del INAEM por abrirse a la discapacidad intelectual, y el de éstas personas para conocer un mundo nuevo que no sólo les atrae, sino en el que pueden llegar a desarrollar su futuro.
Finalmente, apuntar que gracias al programa de voluntariado para personas con discapacidad intelectual o del desarrollo de FEAPS Madrid, en el último año 87 personas se han incorporado como tales a 26 entidades diferentes realizando actividades que sirven para satisfacer y dar respuesta a las necesidades sociales.
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Esta es otra de las meteduras de pata de FEAPS, que con buena intención acaban en el camino equivocado.
Esto no debería ser un proyecto de voluntariado, sino un proyecto de formación. En el mejor de los casos.
Coincido con la opinión del autor en que esto sienta un mal precedente, de hecho, las propias aclaraciones de FEAPS Madrid en mi opinión, vienen a dar la razón al autor del artículo. 85 plazas de voluntariado, nada de 85 plazas de procesos formativos. Y sí, alguien se hace cargo del coste de los desplazamientos, aunque FEAPS Madrid no aclare quien va a sufragar esos costes.
Y a su vez, la nota aclaratoria nos habla de procesos formativos, pero por su puesto, bajo el marco del voluntariado, pues me van a perdonar, pero esto es muy discutible. Un voluntario es una cosa y un alumno es otra.
No dudo de que la intención sea buena, o que el espectáculo merezca la pena, ni advierto que en el artículo se hable mal ni del espectáculo ni de FEAPS Madrid, pero sí considero es un muy importante toque de atención.
Gracias a Autismo Diario por su valentía y franqueza. Por llamar a las cosas por su nombre y por demostrar su absoluta y total independencia.
A mi no me sorprende que critiquen a FEAPS, ya en otras ocasiones lo han hecho y de forma muy certera.
Espero que la próxima vez se anden con un poco más de cuidado, ya que afortunadamente en España SÍ tenemos un observatorio independiente y sensato llamado Autismo Diario que no dej apasar ni una.
Mariló Montero
Madre de un joven con autismo
A mi me sorprendió ver aquí una critica a FEAPS, pero coincido plenamente con el comentario de Manuel
Yo creo que es una accion buena mal enfocada. Y estoy de acuerdo con la critica del artículo. Feaps Madrid ha tenido que dar explicaciones. Me parece bien. Pero tal y como estan las cosas hay que ser cuidadosos. Este programa debería ser formativo y no de voluntariado.
No creo que nadie juzgue la labor de Feaps Madrid, pero si es importante ser escrupulosos. Mi hijo tiene discapacidad intelectual, su unica salida laboral es basada en convenios de tipo social, pero al final si quiere trabajar debe ser como voluntario. Esto es lo que debemos cambiar, nuestra vision de las cosas.
Si desde el sector no somos críticos con nosotros mismos mal vamos. Me gusta el trabajo de Feaps Madrid y sin embargo creo que este artículo de opinión es muy acertado.
Es bueno que existan voces que nos hagan darnos cuenta de nuestros errores y nos ayuden a mejorar nuestros planteamientos.
Saludos desde Coslada