Hay gente que dice que las vacunas son un gran negocio y por eso nos vacunan a todos. Es un gran negocio, pues sí, representa -aproximadamente- algo más del 4% del volumen de negocio de las farmacéuticas, pero ha supuesto la vía más eficaz de la historia para el control de enfermedades. Que erradicar enfermedades sea un buen negocio para las farmacéuticas, no sé hasta qué punto, pero tampoco puedo creer que nos quieran enfermar y matar a todos. En países donde la sanidad se basa en modelos privados, a las empresas del sector lo que les interesa es gente enferma, y a poder ser con dolencias crónicas, si todo el mundo estuviese sano pues se les iría al garete el negocio. Mientras que en países con una buena salud pública se hace especial hincapié en las medidas preventivas, es más barato prevenir que curar. Pero con esto no estoy descubriendo nada, y tampoco considero que haya que radicalizar las posturas. No creo que sean todos unos santos, pero tampoco que sean el demonio. Otra de las máximas usadas “Las enfermedades no se han erradicado por las vacunas, ha sido fundamentalmente, debido a importantes mejoras a escala socio-sanitaria, medioambiental, económica y cultural”, me parece una soberana tontería, bajo esa premisa los Suecos no tendrían enfermedades y los “Inuit” deberían haberse extinguido hace siglos.
Aunque quisiera solo centrarme en el sarampión, una enfermedad que ha rebrotado con fuerza (también la tosferina, paperas, rubeola, incluso polio, por solo citar algunas de las que pensábamos eran enfermedades propias de algún lejano y remoto país del tercer mundo), en 1980 4.211.431 de personas fallecieron a causa del sarampión, en el año 2005 solo 582.168 gracias a las campañas de vacunación. Uno de los motivos de no vacunar está basado en la creencia de que es un gran negocio y lo único que quieren es vender vacunas, y que además son enfermedades que siempre hemos tenido y que no son tan graves y que además provocan autismo y otras enfermedades. Así que quizá si hacemos unos sencillos cálculos podremos ver hasta que punto es o no un negocio:
Una persona que enferma de sarampión tiene un costo aproximado de unos 300 euros en gasto farmacéutico, que puede dispararse al doble o más si la cosa se complica. Más un costo aproximado de unos 1.000€ más en costos hospitalarios y asistenciales derivados. Sin contar el costo de que algún familiar no trabaje durante esos días.
Así que si un caso de sarampión representa un negocio de unos 300 € (aproximadamente) para la farmacéutica, frente al costo de la vacuna, que suele rondar un euro (las hay incluso de 0,20 €, aunque a saber que llevan) , pues me parece que desde el punto de vista del negocio es mucho más rentable tener enfermos que gente vacunada.
Si tenemos en cuenta que en 1983 hubo en España 301.309 casos de sarampión, si esto pasase hoy, el sarampión habría supuesto un negocio para las farmacéuticas de 90.392.700 de € y un costo total (incluyendo el farmacéutico) de unos 412.793.330 €. Esto solo el sarampión. Si vacunásemos a 40 millones de personas de golpe con la vacuna de 1€, nos gastaríamos 40 millones, es decir, menos de la mitad del ingreso que habría supuesto para las empresas de farmacia. Esto sin contar las muertes o incluso las secuelas que se puedan dar. En el año 2004 en España hubo dos casos de sarampión, en el 2011 casi 3000.
Creo que mantener un debate sobre vacunas no es necesario, es imprescindible. Sobre su idoneidad, calidad, proceso de fabricación, consideraciones económicas (Creo que es evidente que una vacuna puede ser una gran inversión económica y social), consideraciones éticas, modos y tiempos de administración,… Y por qué no, que la investigación, producción y distribución estén controladas por instituciones públicas, sacando del “negocio” en la mayor medida posible a intereses económicos privados. Una vacuna en mal estado o defectuosa puede ser terrible, matar a la persona o dejarla con gravísimas secuelas de por vida. Por eso hay que seguir trabajando para reducir la reactogenicidad de las vacunas, ser conscientes de que hay que eliminar “conservantes” de dudosa calidad y “abaratadores” de costos que no solo reducen la calidad, además pueden producir efectos indeseados en el organismo. Pero tampoco debemos caer en una paranoia de conspiración mundial para acabar con todos nosotros.
Que los casos de autismo se han disparado es algo que oímos a diario, pero ¿nadie se ha parado a pensar que apenas hay estudios epidemiológicos serios sobre este aspecto? ¿Alguien puede decirme con exactitud cual es la prevalencia real de Asperger o Autismo en la ciudad de Barcelona? ¿Y en Ciudad de México? ¿Y en Buenos Aires? ¿Alguien puede decirme cual es el aumento real de la incidencia en los últimos 20 años de los casos de autismo en Valencia? Apenas hay estudios, es decir, que pensamos, creemos, intuimos, …, pero en realidad, nadie podemos afirmar con rotundidad que esto es así. Nos hemos creído unas cifras que nos han enviado por correo-e desde Nueva York, cuando luego, resulta que los datos de prevalencia de los EE.UU. varían de forma sustancial entre unas zonas y otras o en función de quien hizo el estudio. Y esas cifras sí nos las creemos ¿y nadie se plantea nada?
Quizá nos hacemos muchas preguntas, pero ¿nos hacemos las preguntas adecuadas? No podemos seguir basando reclamaciones y peticiones apoyados en datos supuestos o estimados, ya que incurrimos precisamente en una postura que no se sustenta. Alimentar el pánico en base a datos desconocidos no nos ayuda. Si hacemos caso al estudio británico sobre prevalencia de Trastornos del Espectro del Autismo en adultos, nos quedamos sorprendidos al ver que la prevalencia no ha variado en los últimos 30 años, y no estamos por tanto ante un aumento de nada, sino ante una no detección. Y si esto acaba siendo cierto, quizá la petición deba ser diferente. Creo que todos (yo incluido) debemos de replantearnos muchas de nuestras posturas. Y a todos los niveles, desde todos los puntos de vista. Desde cual es el origen real del autismo, si realmente obedece a causas “Modernas” o siempre estuvo ahí, e incluso, a cómo enfrentar este reto.
Twitter: @danielcomin
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Eso sin contar los millones de vidas salvadas. O sin obviar que los “efectos secundarios” de una vacuna suelen ser mucho mejores que los efectos directos de las enfermedades que previene.
Repito: muy bueno, gracias.
¿Te has leído el estudio, Putinreloaded? Para quienes no tengan acceso institucional y no quieran pagar por leerlo, aquí lo tienen copiado en una página antivacunas:
http://www.vaccine-tlc.org/docs/31198987.pdf
Para empezar, la frase «Intraventricular hemorrhages (Table I) occurred in 17% of those with single vaccines, and in 24% getting multiple vaccines» no es una cita textual del artículo de Porcyrous. No he localizado una fuente en inglés para esa frase (¿puedes citar tu fuente, Putinreloaded?), pero parece una cita no textual de un comentario de un tal Dr. Buttram en una página antivacunas en internet:
http://www.vaccinationcouncil.org/2011/06/01/vaccines-and-brain-inflammation/
Como veréis, la página antivacunas original tiene mucho cuidado en distinguir lo que son citas textuales del artículo de lo que no lo son. No sé si Putinreloaded copia directamente de esa fuente o si hay una cadena de fuentes intermedias, pero en algún momento alguien ha confundido las citas textuales con los comentarios maliciosos.
Y digo «maliciosos» porque la frase completa de Buttram es:
«Overall, 16 percent of infants had potentially lethal vaccine-associated cardio-respiratory events with episodes of apnea (cessation of breathing) and/or bradycardia (abnormal slowing of the pulse). Intraventricular (brain) hemorrhages occurred in 17 percent of those receiving single vaccines and in 24 percent of those receiving multiple vaccines.»
donde las palabras «potentially lethal», que Buttram pone en negrita como si fueran de la máxima importancia, se las inventa él, y no aparecen en ninguna parte del estudio de Porcyrous. En realidad, fueron problemas cardiorrespiratorios leves, como los que los prematuros en cuidados intensivos suelen tener con frecuencia. Textualmente:
«Fifty-two percent of infants did not have apnea, bradycardia, or O2 desaturation episodes before or after immunization. Additionally, 32% had episodes of apnea, bradycardia, or O2 desaturation before immunization, but the frequency of these episodes decreased or remained the same post-immunization. The remaining 16% (39/239) were considered to have immunization-associated cardiorespiratory events; 24 infants were asymptomatic before immunization but had episodes of apnea, bradycardia, or O2 desaturation after immunization, and 15 infants who already had episodes of apnea, bradycardia, or O2 desaturation before immunization had increase in the number of episodes after immunization. Twenty-six of 39 infants had initiation of O2 therapy or increase in FIO2 . The remaining 13 of 39 infants had bagmask ventilation, an initiation of CPAP or mechanical ventilation, or increase in ventilator settings.»
Es decir el 32 % de los prematuros ya tenían problemas cardiorrespiratorios antes de vacunarse, y tuvieron los mismos o menos después de vacunarse. El estudio se centra en el 16% en el que los problemas aparecieron o aumentaron tras la vacunación.
Y en cuanto a las hemorragias intraventriculares, Buttram dice en efecto «occurred» pero olvida maliciosamente especificar «before immunization». Ya alguien, posteriormente, no sé si el mismo Putinreloaded o alguna fuente intermedia, se permitió añadir «inmediatas».
El mismo hecho de que el dato aparezca en la tabla 1 ya debería hacer pensar. Porque en los estudios de intervención, la tabla 1 tradicionalmente se dedica a comparar los datos previos de los dos grupos, para que el lector pueda juzgar si eran comparables o no. En esa tabla 1 se nos dice el sexo y la raza de los bebés, su edad gestacional, su peso al nacer, cuántos tenían displasia broncopulmonar o reflujo gastroesofágico o estaban en tratamiento con corticoides… y cuántos habían tenido una hemorragia intraventricular. Antes de vacunarse. En ningún lugar del estudio hay ninguna frase que indique que las hemorragias se produjeron después de vacunarse, o que pueda siquiera producir confusión al respecto. De modo que quienes añadieron esa palabra «inmediatas», o bien no se leyeron el estudio, o bien mintieron deliberadamente.
En cuanto al artículo de Tomlejenovic sobre el aluminio y el autismo, no han comparado niños con autismo o sin autismo, ni han seguido a cohortes de niños vacunados o no vacunados. Simplemente han comparado los datos publicados sobre prevalencia de autismo en distintos países con sus calendarios vacunales. Sin tener en cuenta que al prevalencia de autismo varía enormemente, no por una «epidemia», sino por cambios en los criterios y hábitos diagnósticos.
Docenas de estudios bien hechos muestran que las vacunas no producen autismo, cito sólo dos revisiones recientes:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19128068
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17928818
Un estudio reciente ha detectado hemorragias cerebrales inmediatamente posteriores a la vacunas hasta en un 25% de los bebés estudiados:
“…intraventricular hemorrhages (Tabl…e I) occurred in 17% of those with single vaccines, and in 24% getting multiple vaccines….”
http://www.jpeds.com/article/S0022-3476%2807%2900185-0/abstract
El supuesto consenso sobre la seguridad de los coadyuvantes tampoco existe. Este estudio es calentito del 2012:
“.. The application of the Hill’s criteria to these data indicates that the correlation between Aluminium in vaccines and Autism spectrum disorders may be causal. …a more rigorous evaluation of Al adjuvant safety seems warranted…”
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22099159
Las vacunas no son seguras. Los padres que deciden vaunar están exponiendo a sus hijos a demasiadas incógnitas de potencial gravedad. Todo apunta a riesgos subestimados, y como son desconocios vacunar puede ser fruto de la presión social pero nunca de una decisión racional.
Hay que haberse leido mucho PUBMED para saber qué son las vacunas. No todo el mundo tiene ni la cultura ni el tiempo para hacerlo. Una vez lo has investigado YA NO VACUNAS.
Daniel ¿tienes información sobre la técnica de sangrar la punta de los dedos realizada por un acupuntor, para curar de forma inmediata otitis, resfriados u otros problemas respiratorios?. Mi hijo de 18 meses , diagnosticado de TGD está continuamente con otitis, bronquitis y antibióticos y me han hablado muy bien algunas madres que llevan a sus hijos al acupuntor, pero tengo miedo de que pueda tener efectos secundarios.
La acupuntura parece ser que no tiene efectos secundarios, pero es que este método de pinchar los dedos y sacar unas gotas de sangre no es exactamente acupuntura, y siendo el niño tan pequeño quisiera tener mas información sobre esta técnica.
¿Sabes si este método está autorizado por Sanidad para realizarlo a bebés?.
Te agradecería que me dieras alguna información, si dispones de ella, o tu opinión, porque he buscado por Internet y he encontrado mucha información sobre acupuntura ( que parece segura ), pero no he encontrado nada sobre el pinchar los dedos y extraer sangre en bebés.
Primera vez que lo oigo!!!
Es más, no sé qué relación puede tener una otitis con que te sangren las yemas de los dedos!!! la verdad no se hasta que punto es aconsejable en niños tan pequeños, más que nada porque se pueden mover y las agujas impresionan
Muy bueno. Compartido en el feisbu. Gracias.