Cuando se tiene que celebrar el día mundial de lo que sea, significa que algo no va bien. Significa que hay muchas personas que por razón de sexo, condición, confesión religiosa, ideología política, …, ven restringidos sus derechos fundamentales.
Leyendo el artículo de Jesús López-Medel Báscones, abogado del Estado y ex Presidente de la Comisión de Políticas Integrales para las personas con Discapacidad del Congreso de los Diputados de España, donde aborda, desde un punto de vista jurídico, la problemática de la discapacidad y las leyes, llego a diferentes conclusiones; todas ellas, ya tiempo atrás me restaban horas de paz interior. Ya el propio titular del artículo lo dice todo “Personas capaces, leyes incapaces”. Las legislaciones de casi todos los países abordan de una forma u otra los aspectos relativos a la “discapacidad” de sus ciudadanos. Pero tal y como apunta Jesús López-Medel “Sin embargo a veces no son las normas jurídicas las que hacen posible el progreso sino otros instrumentos jurídicos. En este caso, debemos referirnos a dos: los convenios internacionales y las sentencias. En efecto, un instrumento de gran valor es la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad aprobada el 13 de diciembre de 2006 por la Asamblea General de las Naciones Unidas”. La citada Convención ha sido suscrita por la mayoría de países, y sin embargo, esta ratificación no va -en muchos casos- más allá de los buenos deseos con tintes de pura demagogia.
Los gobiernos vulneran de forma sistemática los derechos de sus ciudadanos y no parece que a los ciudadanos les preocupe en exceso. De hecho la subida de los impuestos provoca más altercados sociales que la vulneración de los derechos. Revisando las notas de nuestro editor sobre la conferencia de Javier Tamarit en Valencia, me llamó la atención una frase “los niños tienen derecho a la inclusión educativa y punto”, tajante y sin lugar a réplica. Efectivamente, y punto, pero luego la realidad me dice otra cosa. La realidad me dice que hay un “Punto y Aparte”, en el punto se colocan las palabras, las frases coherentes y el mensaje, y en el aparte es donde se coloca a miles y miles de niños, adolescentes, jóvenes y adultos, en suma, a ciudadanos. Ciudadanos que deben de luchar contra el Estado en los tribunales para conseguir acceder a ejercer sus derechos.
Y para este tipo de cuestiones acerca de la vulneración de los derechos de los ciudadanos creamos “días de”, aunque quienes sufren esa violación por parte de sus propios gobiernos vive el “día de” 365 veces al año. Que tenga que acudir a un tribunal de justicia implica muchas cosas: La determinación y el valor necesarios para la toma de decisión; la búsqueda y contratación de un abogado sensible y capaz; la presentación de demandas y/o querellas contra la administración de turno; acudir a los medios para conseguir dar difusión y forzar la maquinaria; y por último la fortaleza de ánimo y espíritu y económica para salir de las trincheras a campo abierto.
Cuando unos padres salen a ese campo, descubren que está minado, que además, las huestes contrarias disponen de francotiradores apostados en todas las colinas, disponen de todos los medios habidos y por haber, y que si es necesario, emplearan toda su maquinaria para amedrentar y que ceje en el empeño de luchar por los derechos inalienables de los ciudadanos. Incluso iré más allá, usaran la división de quienes se encuentran en la misma situación para que deserten y las tropas “de los buenos” se vean mermadas en el momento álgido de la batalla. Y si es necesario gastarán más dinero y esfuerzos del que hubiesen tenido que dedicar para resolver una situación injusta. No hace tanto hablábamos aquí de la guerra abierta entre los padres del Elena y la Junta de Extremadura. ¡Unos padres que deben de luchar como héroes para que su hija pueda ir al colegio! ¡Estos padres no necesitan el Día del Autismo!, estos padres necesitan que tú, que estás leyendo estas líneas, les apoyes, seas parte de su causa, aunque vivas al otro lado del mundo. Hoy no es tu problema, mañana quizás sí.
No estamos ante una lucha nueva, ya el gran Lope de Vega lo reflejó en su obra “Fuenteovejuna”. Lo ha dicho hace muy poco el editor de Autismo Diario, “nuestros hijos nos han enseñado el valor de la tenacidad, de ser inmunes al desánimo, de ser pacientes, de tener una causa justa en nuestras vidas, ya que esta causa es básicamente nuestra propia vida” ¡Súmate a la causa de tu vida!
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Excelente artículo, refleja claramente la situación real de los hechos descritos.
Es increíble pero rspto una realidad ,yo soy madre de un niño con Autismo y las leyes más la burocracia no permite la agilización de trámites. Ni tampoco consientisa a las personas con el manejo y trato. Hace ya dos años que espero una beca pr mi hijo y aún la seguimos esperando pr madres solteras con niños así no hay apoyo ,ni legislativo , ni moral. Estamos solas con la lucha.