2 de Abril – Análisis de la situación actual
𝟭. 𝗘𝗹 𝗔𝘂𝘁𝗶𝘀𝗺𝗼 𝗔𝘇𝘂𝗹: 𝗟𝗮 𝗙𝗮𝗿𝘀𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗦𝗶́𝗺𝗯𝗼𝗹𝗼𝘀 𝗜𝗺𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗼𝘀
El azul corporativo no representa a la comunidad, pero sí revela una verdad incómoda: la industria de la concienciación necesita autistas de cartón para vender compasión barata. El rompecabezas, los globos y los lazos son señuelos para donaciones, mientras el infinito dorado (Au) -creado en la trinchera autista- sigue siendo secuestrado por ONGs que prefieren su versión pasteurizada.
𝗣𝗮𝗿𝗮𝗱𝗼𝗷𝗮 𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗶𝘁𝗮𝗿𝗶𝗮:
El consenso mayoritario abraza el infinito dorado (Au, símbolo químico del oro).
Algunos resisten con ironía… como yo: “Soy la pieza gris que mutó a shuriken para reventar globos azules”.
Los oportunistas hacen merchandising de ambos.
𝗦𝗽𝗼𝗶𝗹𝗲𝗿:
Estas piezas rebeldes no buscan destruir el sistema, sino infectarlo desde dentro: usar sus propias estructuras para colar micropuntos de fuga donde quepan nuestras voces auténticas.
¿Es más subversivo rechazar todos los símbolos… o apropiarse de ellos para reventar su significado desde el núcleo del poder?
𝟮. 𝗟𝗮𝘀 𝗢𝗿𝗴𝗮𝗻𝗶𝘇𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 “𝗔𝗺𝗶𝗴𝗮𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗔𝘂𝘁𝗶𝘀𝗺𝗼”™
Existen muchas organizaciones que se presentan como aliadas del autismo, pero su enfoque suele ser bastante peculiar:
𝗟𝗲𝗻𝗴𝘂𝗮𝗷𝗲 𝗯𝗲́𝗹𝗶𝗰𝗼: De “luchar contra el autismo” pasaron a “luchar por los autistas”, como si no pudiéramos hablar por nosotros mismos.
𝗔𝗰𝘁𝗶𝘃𝗶𝘀𝗺𝗼 𝗱𝗲 𝗽𝗼𝘀𝘁𝗮𝗹: Iluminan monumentos de azul cada abril, porque cambiar bombillas es más fácil que cambiar políticas.
𝗦𝗲𝗹𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗲𝗺𝗼𝘁𝗶𝘃𝗮: Solo apoyan casos que encajan en la narrativa de superación, ignorando a quienes exponen problemas estructurales.
¿Es realmente solidaridad si solo se actúa cuando es fotogénico?
𝟯. 𝗟𝗮 𝗘𝗺𝗽𝗮𝘁𝗶́𝗮 𝗗𝗲𝗰𝗼𝗿𝗮𝘁𝗶𝘃𝗮: 𝗟𝗮 𝗜𝗻𝗰𝗹𝘂𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝗖𝗼𝗺𝗼 𝗔𝗰𝗰𝗲𝘀𝗼𝗿𝗶𝗼
En redes sociales, la empatía se reduce a gestos vacíos:
Un pin de rompecabezas (infantilizando, pero fashion).
Frases como “todos somos un poco autistas” (invalidando, pero con buena onda).
Elogios como “seres de luz” (mientras se nos ignora en decisiones clave).
La inclusión se aplaude… siempre que no implique accesibilidad, ajustes laborales o cuestionar privilegios.
¿Cuántos hastags para canjear un empleo?
𝟰. 𝗟𝗮 𝗝𝗲𝗿𝗮𝗿𝗾𝘂𝗶́𝗮 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗖𝘂𝗶𝗱𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀: ¿𝗔𝗹𝗶𝗮𝗻𝘇𝗮 𝗼 𝗚𝘂𝗲𝗿𝗿𝗮 𝗙𝗿𝗶́𝗮?
(El término “mamis azules” se usa aquí como una crítica estructural, no como un ataque individual.)
Existe una brecha entre el activismo autista y ciertas asociaciones de familias. Mientras muchas madres de autistas pelean por mejores terapias y apoyos, otras refuerzan narrativas que infantilizan a sus hijos o los presentan como “cargas”. Y a veces hasta da la seria sensación de que compiten por quién ha probado más cosas, terapias, dietas, etc.
Spoiler esperanzador:
El verdadero cambio llegará cuando las mamis azules y los autistas ya adultos unan fuerzas, no desde la lástima ni el paternalismo, sino desde el respeto mutuo y la lucha compartida por derechos reales.
¿Es esta posible alianza la verdadera amenaza para el sistema que comercializa el autismo?
𝟱. 𝗠𝘂𝗷𝗲𝗿𝗲𝘀 𝗲 𝗜𝗻𝘁𝗲𝗿𝘀𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱: 𝗟𝗮 𝗜𝗻𝘃𝗶𝘀𝗶𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗠𝘂𝗹𝘁𝗶𝗽𝗹𝗶𝗰𝗮𝗱𝗮
La doble marginalización LGBT+.
Personas autistas LGBT+ enfrentan:
- Diagnósticos tardíos por confusión con “problemas de identidad”.
- Terapias de conversión disfrazadas de intervención psiquiátrica.
¿De qué sirve el “mes de concienciación” si las herramientas diagnósticas siguen sin contemplar cómo se expresa el autismo en mujeres o cuerpos socializados como femeninos?
𝟲. 𝗔𝘂𝘁𝗶𝘀𝗺𝗼 𝘆 𝗔𝗰𝗰𝗲𝘀𝗶𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱: 𝗟𝗮 𝗘𝘅𝗰𝗹𝘂𝘀𝗶𝗼́𝗻 𝗗𝗶𝘀𝗲𝗻̃𝗮𝗱𝗮
La farsa de la “inclusión” a medias:
Escuelas que presumen “aulas sensoriales” pero castigan el stimming.
Empresas que contratan autistas para cuotas… y los colocan en entornos hostiles.
Diseñando la exclusión:
El problema no es que los espacios no estén adaptados: es que se diseñan activamente para excluir.
¿Por qué seguimos pidiendo “concienciación” cuando lo que necesitamos son ajustes concretos que no cuestan dinero, solo voluntad de cambiar?
𝟳. 𝗟𝗼 𝗤𝘂𝗲 𝗡𝗮𝗱𝗶𝗲 𝗤𝘂𝗶𝗲𝗿𝗲 𝗩𝗲𝗿: 𝗔𝘂𝘁𝗶𝘀𝗺𝗼 𝘆 𝗦𝘂𝗶𝗰𝗶𝗱𝗶𝗼 – 𝗟𝗮 𝗖𝗿𝗶𝘀𝗶𝘀 𝗦𝗶𝗹𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝗱𝗮
El suicidio en la comunidad autista no es un “tema incómodo”: es una emergencia documentada científicamente pero sistemáticamente ignorada. Mientras las campañas de concienciación se llenan la boca con palabras como inclusión o neurodiversidad, los estudios revelan que el 66% de adultos autistas ha tenido pensamientos suicidas, y el riesgo se quintuplica en quienes no tienen discapacidad intelectual (Molecular Autism, 2018).
¿Cuántos informes científicos más se necesitan para que el suicidio autista deje de ser un secreto a voces y se convierta en prioridad política?
𝗖𝗼𝗻𝗰𝗹𝘂𝘀𝗶𝗼́𝗻:
Entre el Marketing y la Realidad
Si los símbolos importaran, el infinito dorado habría acabado con las listas de espera interminables y las terapias que nos enseñan a odiarnos. El autismo no es un hashtag, ni un rompecabezas, ni una excusa para performances de empatía.
¿Seguiremos decorando la realidad con símbolos vacíos… o empezaremos a construirla desde las voces que realmente importan?
Acerca del autor:
David Cano – Quito Ecuador.
Autismo Crítico: https://www.facebook.com/share/1FStfVp1Gh/
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