Recientemente se acaba de publicar otro estudio más sobre los aspectos relativos a la edad de los progenitores y la probabilidad estadística de que la edad influya en un aumento de riesgo para tener un hijo con autismo. Para llevar a cabo el estudio se usaron los datos de cerca de 5,7 millones de niños nacidos entre 1985 y 2004 en Suecia, Dinamarca, Noruega, Israel y Australia Occidental. Este alto volumen de datos convierte a este estudio en uno de los más extensos realizados hasta la fecha. Para tal fin los investigadores crearon la base de datos denominada International Collaboration for Autism Registry Epidemiology (iCARE).
Estudios previos (Grether et al, 2009; Hultman et al, 2011; Parner et al, 2012; McGrathet al, 2014; D’Onofrio et al, 2014) ya hablaban de que padres y madres de mayor edad tenían una mayor probabilidad estadística de tener hijos con autismo. Este nuevo estudio viene a afinar algo más los resultados previos.
Entre las conclusiones del estudio podemos destacar que:
- Los hombres mayores de 50 años tienen un 66% más de probabilidades de tener un hijo con autismo que los hombres de 20 años.
- El riesgo es un 28% mayor para hombres de 40 años.
- Del mismo modo, las mujeres de 40 años tienen un 15% más de probabilidades de tener un niño con autismo que las mujeres de 20 años.
- Y un dato nuevo, las mujeres adolescentes tienen un 18% más de probabilidades de tener un hijo con autismo que las mujeres de 20 años.
- Pero incluso la diferencia de edad entre la madre y el padre también influye estadísticamente. Si la mujer tiene al menos 10 años menos que el padre, y éste tiene de 35 a 44 años también aumenta la probabilidad.
En resumen, que estadísticamente hablando, la influencia paternal es mayor que la maternal, es decir, ahora la culpa es del padre, que la diferencia de edad entre los progenitores también es estadísticamente significativo y que los embarazos adolescentes también presentan una mayor probabilidad.
En realidad el significado final debe entenderse como que existe un fuerte componente genético en el autismo, que a más edad hay más probabilidad de que se tenga un hijo con autismo, y como novedad, que la herencia paterna parece tener más peso que la materna. Pero esto es un análisis estadístico, es decir, que uno puede tener 5 hijos tras los 45 años y que su esposa tenga 15 años menos y que ninguno de sus hijos tenga autismo. Hablamos por tanto de la probabilidad de, no de una causa-efecto. Aunque dado el gran tamaño de muestra, podemos dar una mayor credibilidad en lo que respecta a la población estudiada. Pero debe entenderse como un estudio de análisis estadístico, y no como una probabilidad exacta.
Bibliografía:
Sandin S. et al. Autism risk associated with parental age and with increasing difference in age between the parents Mol Psychiatry Epub ahead of print (2015) Open Access
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Otro factor importante además de los genes, es que las posibilidades de prematuridad y otros incidentes perinatales, aumenten con la edad.