La importancia de compartir y analizar información en la intervención del autismo

Cuando se habla de organizar, hablamos de un proceso de estructura y coordinación, para esto se debe plasmar lo mas concreto posible el objetivo cuyo fin sea un beneficio para el niño. En la organización aparecen variables y esto quiere decir que una variable es una característica que al ser medida en diferentes individuos es susceptible de adoptar diferentes resultados.

Este concepto interpretado en el Autismo, es de correcta apreciación ya que las variables siempre cambian de niño en niño, lo que constituye un desafío mayor a padres y profesionales.

Dentro de la organización podríamos destacar aspectos como:

  • Planillas de previsibilidad
  • Planillas de control
  • Planillas de medicación
  • Planillas de restructuración

Las planillas tienen un rol importante en la vida de los niños, les dan seguridad y también son necesarias tanto para padres como profesionales y es aquí donde quiero comenzar a destacar a las planillas en su serie de beneficios, sobre todo las planillas de control que traen aparejado un excesivo material de información que seguramente no valoremos en el día a día, pero con el correr de semanas, meses o años sean una herramienta de consulta para resolver problemas de la actualidad.

Las planillas de control cumplen una función de organizar la información diaria del niño con referencia a su conducta, emociones, y observaciones que el padre, familiar y/o terapeuta quiera manifestar. Esta información es almacenada en la biblioteca clínica del niño y puede ser de consulta cuando lo sea necesario.

A continuación voy a relatar un ejemplo para que podamos concebir la idea de la toma de datos y asimilación de los mismos.

Juan comenzó su día un tanto molesto y con signos claros de fastidio que luego se hicieron concretos en su ducha matutina con – Autoagresiones -, fueron leves pero lo bastante prolongadas como para comenzar un día diferente. Al tomar su desayuno lo hizo perfecto y fueron los primeros indicios de que todo iba a estar bien por el resto de la jornada, pero al llegar el mediodía nuevamente se Autoagredió sin razón y decidí hacer una extinción de la situación por no encontrar motivos.
Trabajamos durante la tarde en el jardín como de costumbre y realizamos las actividades perfectamente, debido a esta actitud positiva fuimos a pasear por el parque que se encuentra a unos 30 metros de la casa y lleve jugo y galletas conmigo para improvisar un picnic. Juan continúo su rutina diaria junto a sus hermanos y finalizo su jornada correctamente sin más agresiones ni autoagresiones hasta la hora de dormir.”

En este relato se pueden apreciar dos momentos en los que el niño se agredió, el primero podemos imaginar que quizás el despertarlo fue un detonante de una mala noche sumado a la necesidad de bañarse y podemos pensar que ese motivo es valido para interpretar que su autoagresión fue producto de una manifestación de molestia. Luego llegando al medio día nuevamente se produjo la autoagresión pero no se encontró un motivo, por lo cual podemos adjudicarlo a la sensibilidad propioceptiva del niño (La sensación propioceptiva permite conocer la posición de las diferentes partes del cuerpo. Esta información sirve para el control reflejo de la posición y el equilibrio del cuerpo).

Por ultimo vemos que continuo su día perfectamente y sin problemas, lo que nos da la pauta que el día en general fue normal, salvando por esos dos episodios aislados en la que el niño manifestó necesidades diferentes.

Esta planilla es solo un ejemplo de cómo podemos comenzar a diseñar un control diario, semanal o mensual de nuestro hijo. Como ven solo depende de un poco de criterio según cada niño en especial y armarla de acuerdo a sus necesidades, es probable que su hijo no necesite columnas como Agresión, Autoagresión o Rumigación, pero quizás si necesita un control sobre el Sueño, la Higiene u otros ítems de importancia que queremos evaluar en esa semana o mes especifico.

Aunque parezca algo normal y cotidiano, este tipo de seguimientos no son muy habituales en los tratamientos que se llevan adelante con niños con autismo y sin embargo son una valiosa herramienta de información que nos proveerá de comprensiones y soluciones a muchos problemas en un futuro. Un niño con una carpeta anual de planillas de control, es un niño con antecedentes y un niño con antecedentes es un niño con soluciones más rápidas y eficaces.

Las planillas de control son el elemento que nos abre la puerta a la estructura, pero esta vez esta estructura es nuestra, es para nosotros y es en beneficio del niño, debemos saber cuantas veces suceden las cosas, en que momentos, con que personas y en que contexto para comenzar a comprender en que estamos equivocados y en que estamos acertados.

Las anotaciones deben ser exactas y sin dudas, debemos comenzar por analizar lo que vimos e intentar trasmitirlo de la manera mas concreta posible para que su lectura sea fácil de comprender. Debemos especificar con números las cantidades y establecer los horarios de los episodios ocurridos o al menos lo mas cercano posible. De esta manera podremos obtener diariamente un parte de cómo estuvo el niño en su día y a lo largo de las semanas podremos observar que hay un control de sus mañanas, mediodías, tardes y noches.

Esta nómina de datos es valiosa por la información que nos da del niño y como siempre digo, el equipo terapéutico comienza con los padres y sigue con los profesionales, que van a agradecer poder tener un control diario del niño ya que las visitas al doctor especialista no son tan frecuentes y muchas veces pasan meses unas de otras. Con estos datos el clínico puede constatar los antecedentes del niño con fechas y horas de cada episodio y ver como evoluciona día a día en sus jornadas diarias. También puede observar que aspectos hay que modificar para solucionar alguna problemática del momento.

Según Alexei Guerra Sotillo, la “organización es, a un mismo tiempo, acción y objeto. Como acción, se entiende en el sentido de actividad destinado a coordinar el trabajo de varias personas, mediante el establecimiento de tareas, roles o labores definidas para cada una de ellas, así como la estructura o maneras en que se relacionarán en la consecución de un objetivo o meta. Como objeto, la organización supone la realidad resultante de la acción anterior; esto es, el espacio, ámbito relativamente permanente en el tiempo, bajo el cual las personas alcanzan un objetivo preestablecido”

Como bien mencionamos al principio, si trasladamos este concepto al autismo, estamos manifestando un accionar desde un equipo de trabajo interdisciplinar para un objetivo claro, beneficioso y con un sentido terapéutico pensado a favor del niño.


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