Conductas desafiantes, agresiones y autoagresiones en los Trastornos del Espectro del Autismo – Parte I

Las conductas desafiantes no son exclusivas de personas con un trastorno que afecte a sus capacidades de interacción social. De hecho, son mucho más habituales de lo que a priori podamos pensar, la diferencia principal radica en el “cómo gestionarlas” y en su origen. El mejor sistema para intervenir en conductas desafiantes, con o sin acciones agresivas, es sin duda evitar que se llegue a ese extremo, prevenir y por tanto evitar que se repitan. Dado que no vamos a tener la misma intervención ni la misma reacción en un niño o niña de 5 años, que en un joven de 20, o en una persona con un compromiso severo en la comunicación, o en alguien que tenga un buen modelo de comunicación, dividiremos este artículo por franjas de edad y calidad comunicativa. Debido a la extensión e importancia del tema lo abordaremos en varias partes, siendo esta la primera.

Conceptos básicos

Las conductas desafiantes, según la descripción de Emerson en su trabajo “Challenging behaviour: analysis and intervention with people with learning difficulties – 1995″, se refieren a: “conducta o conductas de una intensidad tal que salen del contexto cultural, que tienen una frecuencia o duración que puede afectar a la seguridad física de la persona o de quienes la rodean, o que es probable que limite el uso de las oportunidades normales que ofrece la comunidad, o incluso se le niegue el acceso a esas oportunidades“.

Según el documento de debate “Parámetros de buena práctica del profesional del autismo ante las conductas desafiantes ” creado por AETAPI referido a este aspecto dice: “entendemos las conductas desafiantes en autismo como conductas reguladoras de efectos no deseables. Es decir, una conducta conlleva una intención, manifiesta o no, de reajuste, de regulación, de búsqueda de control, pero algunas conductas realizadas para ese propósito generan consecuencias en el entorno o en la propia persona no deseables y/o inadecuadas para el propio desarrollo personal, para la consecución de un futuro personal mejor, para el establecimiento y/o mantenimiento de una red de apoyo social y emocional.

En las personas con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA), estas conductas implican una serie de carencias relacionadas con los déficits propios del trastorno tales como: Problemas de comunicación, de comprensión de normas y roles sociales, problemas sensoriales, efectos adversos de psicofármacos, otros trastornos o enfermedades comórbidas (Epilepsia, TDAH, psicosis,…) o problemas incluso de salud física.

Cuando estos problemas actúan, ya sea de forma individual o de forma combinada, sin tener una respuesta adecuada, es muy fácil que este tipo de conductas se desarrollen y aumenten hasta un modelo crónico. Podríamos decir que son conductas de carácter defensivo de la persona y que a su vez presentan una clara intención comunicativa, la cual, no siempre es adecuadamente interpretada. Estas situaciones generan una gran tensión emocional en la persona y por tanto afecta de forma directa a su calidad de vida, y por extensión a la de quienes la rodean.

Las conductas desafiantes no son algo implícito a los TEA, tener el trastorno no implica el desarrollo de estas conductas. Aunque los problemas que el trastorno genera a diversos niveles, si no son tratados de la forma adecuada, van a ser un detonante de la aparición de este tipo de conductas. La aparición en un determinado momento de este tipo de conductas debe ser atajada de forma correcta, en caso de que estas conductas se conviertan en algo habitual, debemos entender que hemos fracasado en la intervención y por tanto deberemos replantear todo desde cero.

Entendiendo el contexto conductual

Otro de los aspectos a tener en cuenta es el contexto donde aparece o se da la conducta y la reacción consiguiente. Por ejemplo, quitarse la ropa para bañarse en casa es correcto, quitarse al ropa en una plaza pública porque se tiene calor no lo es. Misma acción en diferentes contextos implica una respuesta diferente. La no comprensión de los diferentes contextos socioculturales genera una conducta inadecuada, la carencia de habilidades para gestionar las diferentes situaciones es un detonante a estas situaciones, y está evidentemente conectada a las capacidades de comunicación y comprensión social de la persona. Las conductas desafiantes no son el problema, son la consecuencia. La falta de adaptación y/o comprensión de la persona con TEA a las situaciones sociales genera una respuesta conductual inadecuada. En el caso de quitarse la ropa cuando se tiene calor, estamos observando una sencilla respuesta ante una situación concreta, tengo calor, necesito refrescarme, me quito la ropa. Si hacemos esto en la calle, es decir, fuera del contexto correcto socialmente, tenemos una conducta inadecuada, la misma situación llevada a cabo en la intimidad del hogar no genera esta problemática.

No obstante, en ocasiones y sobre todo en niños, este tipo de conductas inapropiadas pueden ser usadas como un motivador de la atención paternal. El niño, sabedor de la reacción de sus padres, usa una conducta para llamar la atención. Hago algo que genera una reacción que me satisface, por tanto lo repito. O sencillamente quiero algo, por tanto voy a tener un berrinche para conseguirlo. Realmente este tipo de conducta es muy habitual en niños, donde usan conductas no deseadas para llamar la atención, incluidas aquellas que representen un peligro físico para el niño, como por ejemplo, salir corriendo o autolesionarse.

También este tipo de conductas pueden darse como una respuesta negativa a una acción determinada, no quiero seguir trabajando por tanto realizo una acción que elimina aquello que me desagrada, y aquí nuevamente entramos en una conducta generalizada, es decir, todos los niños usan este tipo de técnicas para salirse con la suya, con la diferencia de que cuando tenemos a un niño con TEA, todas estas conductas se achacan única y exclusivamente al trastorno, cuando en realidad esto no es cierto. Debemos saber discernir entre unas y otras, es decir, frente aquellas que son de “uso común” como táctica y con intención provocativa y de aquella que realmente están relacionadas carencias de las citadas anteriormente.

En este vídeo podemos ver como el niño persigue “literalmente” a sus padres en un modelo claro de provocación.

Comprendiendo acciones, situaciones y el concepto temporal

Anticipar acciones al niño con autismo es algo habitual, sabemos que de esta forma podemos dar una información que sea comprensible para el niño y que le informe de lo que va a ocurrir a continuación. No obstante, a veces surgirán cambios, y cambios imprevistos pueden conducir a situaciones de tensión motivadas por la incomprensión del niño a estos cambios. En el artículo “Preparando al niño con autismo a romper rutinas” ya abordamos este tema, que es de gran importancia. Pero a veces puede suceder que un cambio inesperado de última hora nos haga cambiar de planes, por ejemplo: hoy por la tarde vamos a la piscina, que es una actividad que le encanta a nuestro hijo, pero por alguna razón hemos de pasarlo a mañana. ¿Entenderá nuestro hijo el concepto mañana? Esta problemática temporal puede significar un gran problema, algo que para nosotros es sencillo y que nos hace cambiar nuestro esquema en unos pocos segundos, a la persona con TEA le puede representar todo un problema. Usar historias sociales y secuencias temporales para informar adecuadamente de lo que sucede, sucederá, o incluso de lo que ya sucedió es de gran importancia.

A mayor nivel de calidad comunicativa, más fácil será explicar las situaciones y por tanto reducir la tensión de la persona, si no hacemos esto, hay una elevada probabilidad que estos problemas de comunicación conduzcan de forma inevitable a conductas no deseadas.

Autoagresiones y agresiones

Las conductas lesivas están muy relacionadas a las conductas desafiantes. Podremos encontrar autoagresiones, agresiones a terceros o ambas combinadas. Lo primero que hay que definir es si ésta conducta está relacionada con un berrinche o un ánimo de demanda de atención, o si está relacionada con factores ligados a una frustración, dolor, u otros aspectos relacionados con el trastorno en sí tal y como se indica en el apartado Conceptos Básicos. En el caso de estar relacionado con una conducta de tipo “chantaje” o demanda de atención estaremos ante una situación con un manejo diferente y que ya se abordó en la serie de artículos “Berrinches, rabietas y pérdidas del control. Manejo Emocional en niños con autismo”.

Descubrir el origen de una autoagresión a veces puede ser más complejo de lo que a priori pueda parecer, por ejemplo, veamos el caso de un niño que jamás a presentado este tipo de conductas y un día empieza a golpearse la cabeza, primero con las manos, posteriormente contra la pared. Sus conductas cambian de golpe. El niño empieza a recibir medicación psiquiátrica con la intención de rebajar estas conductas. En vez de reducirlas se aumentan. 11 días después el oído derecho empieza a supurar. El niño presentaba una infección importante en uno de sus oídos, su incapacidad de comunicar esa situación no permitía conocer el origen de la misma y no se tuvieron en cuenta otros posibles factores detonantes de esas autoagresiones. Una vez se trató la infección, el dolor cesó y la autoagresión también. Es decir, el origen puede ser múltiple, ya sea por factores individuales o combinados.

En determinados casos, el niño se autoagrede como un proceso de autoestimulación, se golpea contra la pared mientras se balancea, una estereotipia con una conducta autolesiva, el niño no siente dolor propiamente dicho, si no una estimulación. En otros casos se muerden las manos, algunos se arrancan cabellos, pestañas, cejas,…, las posibilidades son amplias.

Encontraremos casos donde la conducta autolesiva tenga  un momento o situación determinada. Ya sea por un sonido concreto o una situación específica, que actúan como un detonante de una especie de ataque de furia, donde hay una pérdida completa de autocontrol, incluyendo el producirse daño a sí mismo y a terceros.

En la agresión a terceros, las conductas agresivas también pueden presentarse de formas muy diversas, desde formas de agresión aprendidas (sí, aprendidas, ya sea en el núcleo familiar, el colegio, …) a formas de agresión espontáneas. Un ejemplo claro es el niño o niña que golpea con la mano ante cualquier acción que no sea de su agrado. Esta actitud de pegar, aunque sea sin gran fuerza y sin que a priori parezca presentar un riesgo de agresión elevado, es una agresión en cualquier caso. Hoy es un pequeño cachete, mañana quizá la cosa sea más grave. Curiosamente, este tipo de acción suele ser aprendida, ya sea por el “cachete” correctivo que ha recibido y que ha interpretado de forma incorrecta (Nunca peguen a un niño para corregirle, pegar implica tener la fuerza, no la razón).

En la agresión a terceros también nos encontraremos lo que yo denomino “el salvamento del ahogado”. Cuando recibes formación de salvamento en el agua, uno de los mayores peligros a los que te enfrentas es precisamente la persona que se está ahogando, cuando llega el socorrista, el mayor peligro que corre es que la “víctima” le golpee o le agarre con tal fuerza que provoque un desastre mayor, llegando incluso a provocar el ahogamiento de ambos. En el caso que nos ocupa puede suceder algo similar, la persona que en ese momento está en plena crisis, no es capaz de darse cuenta que quien acude en su ayuda va precisamente a eso, a ayudarle, y en esa especie de “ahogamiento” emocional, la emprende a golpes contra su “salvador”.

Otra opción es que se use la violencia contra terceros como un apoyo o refuerzo a los deseos, por ejemplo, no quiero hacer tal o cual cosa porque no me gusta, y dado que no tengo suficientes herramientas de manejo emocional ni de comunicación, la saturación desemboca en un episodio de violencia contra terceros, y a partir de ese momento, eso que no quería desaparece. Y esa actitud se refuerza con el paso del tiempo (pudiendo agravarse hasta niveles muy peligrosos), de forma que la persona entiende que cuando no quiere algo debe de agredir al otro (u otros) y consigue salirse con la suya. Es como un berrinche pero llevado a sus máximas consecuencias.

También nos encontraremos con casos de destrucción del entorno, generalmente acompañado con agresiones. Tirarlo todo, romper mobiliario o cualquier objeto que exista, en un ataque de ira incontrolada y con un propósito no siempre definido. Por una parte descargar la ira contenida, consumir adrenalina, quemar esas “energías” que se acumularon de forma súbita y conseguir diversos propósitos: Después de la tempestad viene la calma, mucha gente cuando se enfada necesita gritar, o dar golpes a las paredes, o irse fuera del lugar donde estaba y caminar (generalmente a paso marcial) para poder calmar esa sensación, nuestros principio sociales y educación nos frenan a la hora de agredir al otro.

Las conductas agresivas son muy comunes entre animales sociales, donde las propias jerarquías se establecen en base a modelos agresivos, aunque raramente mortales. Existe una especie de regulación química de las emociones, donde ante una acción determinada la reacción se mide con una agresividad tasada. Este hecho se observa habitualmente entre lobos, donde vemos como aunque existan agresiones entre ellos no es muy habitual ver peleas a muerte, uno de ellos muestra señales de sumisión y el otro cesa en su agresión, como en un modelo basado en una impronta genética de control de la agresividad. Con la diferencia que aquí los mecanismos de regulación no están funcionando y la agresión no presenta un control. Es decir, entre los lobos, las respuestas de acción-reacción ligadas a la agresión tienen unos límites marcados, entre los seres humanos hay unos límites sociales y culturales que marcan estos límites, hasta que la persona que presenta esa conducta, no siempre tiene claros los límites.

Principio de incertidumbre conductual

Ante tal cantidad de posibles variaciones, situaciones y reacciones, nos movemos en un principio de incertidumbre, el cual podríamos definir como “la evaluación de las diferentes conductas desafiantes en base a un modelo ecológico y que se resuelven con unas intervenciones predefinidas, aunque el modelo de medición usado para la evaluación varía en función del propio modelo ecológico, generando un nivel de variabilidad tan grande como número de personas” En pocas palabras, que no existe una sola respuesta, sino tantas respuestas como personas. De ahí que a veces la intervención sea tan compleja, o tan fácil.

Cuando la persona tiene una conducta desafiante, la primera intención debe ser finalizar en el menor plazo posible esa situación, pero realmente, la intervención para que estas conductas no se den se realizará en un momento diferente, donde la persona esté receptiva. Realizar un análisis completo nos ayudará a definir mejor en qué áreas vamos a trabajar con la persona de forma que evitemos que este tipo de situaciones se repitan en un futuro, o, que estas desaparezcan de forma progresiva. Debemos de ser conscientes que cada persona puede requerir de enfoques diferentes, pero lo que no debemos es pretender eliminar las conductas desafiantes cuando estas se dan, eliminaremos las conductas desafiantes evitando que éstas se produzcan, de forma que deberemos dar a la persona estrategias, disciplinas, herramientas, modelos de comunicación,…

En el campus de la Fundación disponemos de un curso en linea especial familias. Más información aquí

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Twitter: @danielcomin

  1. Conductas desafiantes, agresiones y autoagresiones en los Trastornos del Espectro del Autismo – Parte I
  2. Conductas desafiantes, agresiones y autoagresiones en los Trastornos del Espectro del Autismo – Parte II
  3. Conductas desafiantes, agresiones y autoagresiones en los Trastornos del Espectro del Autismo – Parte III
  4. Conductas desafiantes, agresiones y autoagresiones en los Trastornos del Espectro del Autismo – Parte IV
  5. Conductas desafiantes, agresiones y autoagresiones en los Trastornos del Espectro del Autismo – Parte V

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35 comentarios en «Conductas desafiantes, agresiones y autoagresiones en los Trastornos del Espectro del Autismo – Parte I»

  1. hola, tengo un hijo con autismo, todo empezó en el 2018 empezó a agredirse a si mismo. al principio la risperidona le resulto útil después no hacia ningún efecto, después, le recetaron otros medicamentos psiquiátricos y en ves de ayudarlo sucedió todo lo contrario por tres noches mi hijo no pudo dormir. ahora le estamos dando cannabis llegamos a darle 6 gotas aun sigue golpeándose así mismo
    pensamos que podía tener dolor entonces le dimos dorixina una ves eso lo ayudo a tranquilizarse
    el año pasado estuvo hospitalizado porque no quería comer le dio gastritis, estuvo con sonda nasogástrica por casi dos meses.
    este año también le pusieron sonda porque dejo de comer, ahora se le quito la sonda nasogástrica porque volovio a comer pero solo come interdiario. le escribo porque necesito algún consejo que puedan ayudar a mi hijo.
    gracias

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  2. Mi hijo tiene 12 años, aveces tenía ese comportamiento de autoagresiones y nos agredia al atajarlo, recién ahora me di cuenta que era su oído derecho, cuando se inflama, así que estoy comenzando a tratar eso, voy a ver la forma de que un otorrino le haga un estudio profundo para erradicar eso. Por de pronto le pongo gotitas en los oídos e ibuprofeno. Para mi las autoagresiones siempre es por dolor, el tema es descubrir dónde

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  3. Mi hijo es autista tiene 6 años se agrege el mismo me agrege a mi a mi otro hijo tiene much fuerza le dan muchisima rabia ayudame puedo hacer estuve dandole respiridona pero se las quite duro un año tomandolas es igual con pastas o sin pastas,,,no hace caso a nada,,ayudanme…gracias

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    • Mi hijo lo diagnosticaron a los 6 años con austismo y retraso madurativo el era muy tranquilo siempre lo fue ahora ya tiene ocho años y es muy interactivo es muy desafiante
      Agarró ahora todas las noches le cuesta dormirse y luego quiere romper la mercadería la quiere explotar contra el piso y le causa gracia tira todo el agua en el piso no hace caso q debo hacer en esas ocaciones me pueden ayudar por favor

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  4. Tengo un joven de 14 anos con autismo, ahora comenzó a ser agresivo su psiquiatra dice que es el cambio hormonal y le cambio la medicación la cual jamas a funcionado pero lo controla en algo, los maestros me tienen loca al borde de perder mi trabajo. Eso si tenemos una vida normal no importa lo que el haga no dejamos de salir y disfrutar como familia, que el mundo se eduque esto no va a disminuir cada dia son mas y mas. Aqui estoy buscando medicina natural para desentoxicarlo pues tiene serios problemas estomacales!!

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  5. Tengo un estudiante de 5 anos con esta situacion. Se pasa agrediendo a sus companeros y sus padres no ayudan con la situacion. Ellos no aceptan la reacciones de su hijo. Yo he tratado lo mas humanamente de ayudarlo pero es bien complicado, pues me ha tratado de agredir. Se ha reportado la situacion y los padres indican que la neurologa no lw quiere dar diagnostico. Es bien dificil pues el esta en una corriente regular y no permite que los otros ninos trabajen. Necesito ayuda urgente. Lo quiero ayudar y no se que mas hacer. Me consume todo el tiempo y mi salud se esta afectando.

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  6. tengo un hijo q actualmente tiene 3 años se auto agrede de los 8 meses lo e tratado con solo una neuróloga pero yo me acabo de dar cuenta hace unos meses q es un niño con asperger esta semana tendremos con un nuevo medico para saber en realidad q es lo q tiene mi hijo es mi tesoro la alegría de mi vida y quiero ayudarlo .. bienvenidos todos los consejos que me puedan dar de antemano muy agradecida

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  7. mi hija esta pasando por una situación muy difícil, se auto agrede, agrede a propósito a los demás, explota en ira, y ya se q lo desencadena y es su hermana menor, no puede estar cerca, no lo puede manejar explota en ira, cdo esas conductas ya habían sido manejadas, claro hoy tiene 14 años, y se lastima mucho….q hacer si hasta los fármacos parecen no ayudar…. y que se hace? se destruye un ceno familiar? no podemos ni comer juntos, del resto ni hablemos……q le espera, que nos espera…?
    Natalia

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    • La medicina convencional no ayuda a nada y tiene que tener cuidado. Explore en la homeopatía pero con médicos especialistas. También recomiendo buscar con gente calificada ayuda en el método constelaciones familiares, terapia de respuesta espiritual y terapia regresiva reconstructiva. Yo tengo un hijo autista de 19 años y le manifiesto que nuestra vida ha mejorado desde que logramos un avance en el tema de controlar la agresión. El autista adicionalmente tiene poca tolerancia al dolor razón por lo cual explota y el sacarlo de sus rutinas. Por tanto hay que ser precavido hasta con lo que se habla delante de ellos. Suerte.

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  8. Es difícil saber el porque de sus conductas pero cuando son agresivos son otros completamente y uno como padres no sabemos como hacerle entender que esta mal que se agredan o que agredan a uno mi hijo cambio para mal después de los diez años hoy tiene 18 y cada 2 meses termina estando internado en el siquiatrico es tan doloroso para uno de padres no encontrar algo que lo ayude y en el caso de mi hijo tiene una aversión a los niños que eso lo hace estar en casa no lo podemos sacar a la calle

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  9. YO CREO QUE UN NINO AUSTISTA, LE DAN ESAS PATALETAS , PORQUE NO ENTIENDE NADA. TENGO UNA AMIGA QUE SACO ADELANTE A SU HIJO SOLA, CON MUCHO AMOR. RECUERDO QUE CUANDO LE DABAN LOS BERRINCES , LO TOMABA EN BRAZOS LO APRETABA CON MUCHO AMOR LE CANTABA HASTA QUE SE DORMIA. AHORA ESTUDIA Y VIVE COMO CUALQUIIER JOVEN, TIENE ALGUNAS COSITASI RARAS, PERO DE AGRESIVO NADA,

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  10. Pingback: Sumak Kawsay
  11. Si seria bueno ver ejemplos del el manejo de rabietas o conductas agresivas y el manejo que le da un profesionista especializado con TEA. A veces nosotros como padres tenemos muchas dudas de como hacerlo o simplemente no nos funcionas ciertas técnicas.

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  12. alo mejor se va ever muy mal lo q boy a sujerir pero me gustaria ber un berrinche de un nino con TEA y ver la reaccion de un profecional ante este tipo de comportamiento porque solo hasi nosotros los padres bamos a aprender mas de esta situacion q nos aqueja.yo tengo un nino de 10 year con autismo severo y con mal comportamiento!!!

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  13. Buenos dias, yo tengo un hijo de 14 años ke tiene cambios de conducta y no acepta para nada ke se le corrija, los profesores nos llaman cada poco y nosotros desde casa hacemos lo ke podemos pues lo primero hablamos con el y si continua lo castigamos pero vemos ke el se da cuenta ke lo hace mal y sufre y cambia pero a los pocos dias vuelve a lo mismo.

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  14. como hago , para ayudar ami hijo, cuando se molesta y pierde el control , es como si fuera otra persona desconocida, hacerlo entrar en razón, en esos momentos es muy agresivo y me cuesta mucho lograr calmarlo, en esos momentos veo que quiera matar , por q lo ha dicho a la persona con la q esta adisgusto. no es nada tolerante

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    • hola , quisiera saber como ayudar a mi hijo de 9 años 11 meses , cuando se molesta y pierde el control , es como si fuera otra persona desconocida, hacerlo entrar en razón, en esos momentos es muy agresivo y me cuesta mucho lograr calmarlo, en esos momentos veo que quiera matar , por q lo ha dicho a la persona con la q esta adisgusto. no es nada tolerante. el empexo a mostrar estas reacciones cuando tenia 8 años, ahora no importa si se molesta con una niña , de todos modos el las quiere golpear .

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  15. El niño del video tiene autismo? Recuerdo haber visto ese video en el canal de abc en el show de “americas funniest home videos”. Tengo un primito con autismo de 7 años y hasta el momento no ha mostrado conductas de agresividad, si le dan momentos de frustracion y comienza a gritar pero solo hasta ahi..Entiendo que pueden tener esas conductas desde pequeños o pueden aparecer mas tarde en la vida.

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  16. No me ha impresionado para nada el berrinche de este niño, me recordó más al de cualquier niño q está muy pendiente de sus padres, con esto no quiero decir q un niño con TEA no pueda estar pendiente de sus padres, además no sé si a los padres les hacia hasta gracia y de sólo pensarlo me ha molestado muchísimo.
    Es cierto q hay niños con TEA (y sin él) q aprenden q comportándose “mal” consiguen lo q quieren y así repetirán esa conducta (agredir-autoagredir). Desde luego q la atención de sus padres la llamarán sobrecogedoramente, pero es algo q él niño no debe de notar. Mi hijo nos mordía (con ganas) se mordía, nos arañaba, se arañaba, y se daba unos cabezazos espeluznantes, a la edad de tres años principalmente, con cuatro ya apenas lo hacía. Para mí y para su padre fue lo más terrible de presenciar, fue un verdadero infierno, casi nos volvemos locos (ni en esa época lo medicamos, el tentador risperdal estaba a mano, para detener aquello, o sino otra droga). Bueno, hubo psicólogos q nos dijeron q lo ignoraramos, pero yo no podía ignorarlo mientras se daba cabezazos contra la pared, creo q podría lastimarse mucho, ya sé q os podréis reir pero me da lo mismo, yo me di uno con su intensidad para saber como era y pensé q no era bueno dejarlo, quizá llegaría un momento en q dejase de hacerlo, pero lo mismo se haría una fractura. Además hay q discernir muy bien por qué lo hacen. Mi hijo no parecía hacerlo por un motivo en concreto, podía llegar del colegio y ponerse a hacerlo sin más, a veces pues porque no quería trabajar, entonces yo era la q me anticipaba y si más o menos pensaba q dentro de un ratito el niño se podría irritar cambiaba de actividad, porque pensaba q era mejor no llegar a ese punto y q cuantas menos veces llegasemos a ese punto y menos berriches fuese teniendo la cosa iría a menos. Y cuando lo hacía porque sí, pues nos funcionó decirle q NO,NO, NO, NO!!, sin agresividad, he notado q si nos ponemos agresivos, porque es verdad q es una situación muy terrible y se pueden perder los nervios, la fastidiamos, nuestro hijo no necesita más agresividad, necesita, cariño y firmeza, y tiene q entender q eso NO se hace, a veces pues hemos llegado a pararlo (sin ser bestias por favor, no hay q paralizarlo) pues a sujetarle las manos con firmeza también pero sin un ápice de agresividad porque eso es muy malo, hay q tener mucho cuidado de no dañarlo, sólo queremos q entienda q eso no se hace y cuando se porta bien pues muy bien q bien q bien q bueno ahora. Si el niño percibe q nosotros le respondemos con agresividad o q se nos agota la paciencia y se nos escapa una bofetada a mi modo de ver puede ser terrible, una por pegarle, y otra porque lo único q se consigue con eso es q el niño se vuelva muy agresivo. Y cuando no tenga conductas de este tipo, jueguen mucho con ellos a lo q ellos les guste, hagánles cosquillas, muchos besos (si les gustan) canciones, bailen con ellos, mucho cariño, q se sienta muy querido y muy acompañado q sonría…El níño debe de sentirse muy bien con sus padres, como todos los niños, los padres deben de ser fuente de disciplina pero también de un amor inagotable, triste el niño q no siente todo el amor q se merece de sus padres (por muestras q éstos dan) y sólo recibe educación y normas.

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  17. Comparto tu comentario José Félix, definitivamente con o sin TEA son niños…
    En efecto cuando se convive con niños con TEA la observación y registro de hechos orientan a futuro las reacciones adecuadas del adulto , cuando éstas conductas inadecuadas se presentan… Y , si es en la escuela . No está demás recordar que los niños se comprenden mejor entre ellos “ellos mismo logran ayudar al niño en crisis para superar ese momento”….TODO ESTÁ EN EL MANEJO QUE LE DÉ EL ADULTO.

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  18. Este articulo me ha orientado para con las conductas y agresiones que mi niña se hace a ella misma, la he compartido con otra persona que tiene un niño autista y es muy seguido sus berrinches, gracias por sus aportes que nos ayudan, Dios les bendiga mucho.

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  19. No debemos de olvidar “que los niños, son niños” con TEA y sin TEA.
    Incluso me atrevería a decir que es más fácil de lo que lo hacemos ver muchas veces, parece que ganamos algo liando aun mas las cosas.
    Lo primero, darle la mano, escucharlo y hacer el camino juntos, “EMPATIA ” ilusión y ganas, pero nos empeñamos en darle vueltas a la tuerca y más vueltas.
    Además “aunque nos cueste reconocerlo y nos pille un poco descolocados, todos tenemos una parte de autismo, unos mas desarrollada y otros menos. Todos tenemos algo de AUTISMO.
    AUTISMO: ANTICIPACION: todos tenemos que saber que tenemos que hacer por anticipado. AGENDA: todos o casi todos llevamos una agenda, marcándonos lo que tenemos que hacer VISUAL: el típico que decimos siempre “come antes con la vista que con la boca” de forma visual es mas fácil para todos. CAMBIOS EN LA RUTINA: todos tenemos nuestra agenda preparada y si nos encontramos con algún cambio “nos descolocamos y desubicamos” pero siempre se nos queda el mal cuerpo de haber trastocado nuestros planes .CAMBIOS EN NUESTRAS VIDAS (trabajo, vivienda, etc.,) una vez hecho los cambios, a unos mas y a otros menos nos cuesta acostumbranos al nuevo ambiente. A todo eso le sumamos que unos son más extrovertidos, otros no, unos más simpáticos, otros no, unos más agradable, otros no, etc., etc.
    Con su aquel y sus pequeñas complicaciones pero en resumidas cuentas a veces le damos mas vueltas de lo necesario, eso sin contar los días que decimos “ hoy me he levantado con el pie izquierdo ” “ este hoy viene de mala leche ” todo eso que sentimos nosotros y lo vemos como normal también lo sienten ellos y NO LO PUEDEN EXPRESAR .
    Uno los impedimento y el gran problema es el no poder expresar, el no poder expresar lo que siente de forma oral.
    ¡Siempre en mi humilde opinión !

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