Hay muchas personas con autismo que sienten verdadero pánico ante los petardos y fuegos artificiales, en resumen, todo lo relacionado con la pirotecnia. Las explosiones -principalmente- les generan un nivel de ansiedad, estrés y un miedo inmenso. Y para ello se han puesto en marcha diversas campañas para que no se use la pirotecnia.
Mi hijo tiene auténtico pánico a los petardos y explosiones, podría decir que es miedo insuperable. Si le lanzas un petardo a los pies, sencillamente entra en shock. Es decir, que es un problema que conozco de primera mano, y me resulta frustrante, sobre todo porque a mi me fascinan los fuegos artificiales, las explosiones, los petardos, …, soy un amante de la pirotecnia, ironías de la vida.
Y debido a esto hay muchas campañas para, …, no son siempre claras en su petición final, pero básicamente la idea es prohibir la pirotecnia, porque al final la intención es esa, “¡oigan, no usen pirotecnia porque a algunas personas con autismo les da miedo!”, y quizá también a algunas sin autismo.
Si buscas en Google “Autismo y Pirotecnia” y restringes a los últimos 12 meses, y sólo en páginas en español, devuelve más de 60.000 resultados, es decir, que hay mucho sobre este particular. Por tanto esto es algo que genera mucho interés en las familias.
Pero analicemos un poco más en profundidad e intentemos ver este asunto desde los dos lados, tanto desde la visión a favor como en contra.
En primer lugar, salvo lugares muy determinados (Por ejemplo, la ciudad de Valencia en España, donde es prácticamente durante todo el año) el uso de pirotecnia es algo puntual, de quizá 2 veces al año, a lo mejor 3. Y además la duración de cada evento de fuegos artificiales pues no va a superar los 20 minutos, aunque sí podemos ver como niños, adolescentes y jóvenes (En su mayor parte) puedan estar tirando petardos durante un tiempo mayor, por ejemplo, el día de la patria o independencia, o en una fecha determinada, y muy habitualmente en final de año. Esto significa realmente un impacto en días determinados y que además conocemos con antelación.
Postura en contra:
Dado que molestan a ese grupo de personas de una forma tan intensa y que es algo tan puntual, podemos eliminar su uso y sustituirlo por cualquier otra actividad igual de interesante pero que no sea estresante para el grupo de este colectivo que tiene esta problemática. No es aceptable que estas personas que pasar un mal rato para que los demás disfruten.
Postura a favor:
Dado que es algo puntual, estas personas pueden quedarse en su casa en los momentos en que se vayan a realizar los espectáculos pirotécnicos, es injusto que por un reducido grupo de personas el resto pierdan una oportunidad de disfrutar. Y si fuera necesario pueden usar sistemas de amortiguación de sonido para evitar que se molesten. Por ejemplo, unos tapones para los oídos. No hay que olvidar que quienes más disfrutan de la pirotecnia son niños y adolescentes.
Y aquí, decidir qué es lo correcto, puede tener diferentes visiones, y quizá todas puedan ser válidas.
Realmente no todas las personas con autismo tienen miedo a los petardos o fuegos artificiales, de hecho, muchos realmente los disfrutan. Al final quienes sufren con la pirotecnia es en su mayoría por problemas de hipersensibilidad auditiva. Quizá sería más correcto pedir que la integración sensorial sea algo gratuito y universal para estas personas y así, no tendrían este tipo de problemas, porque también es una forma de verlo ¿no creen?
También podríamos enfocarlo desde la visión de que el problema es tan minoritario que armar tanto revuelo no es más que ir de víctima, que con no ir al lugar de los fuegos artificiales (Que se supone todos conocemos) es más que suficiente, o con ponerse unos tapones o similares es más que suficiente. Convertir algo tan puntual en un problema tan grande quizá desvirtúe los verdaderos problemas de ese pequeño grupo de ciudadanos.
Pero también podríamos verlo desde la visión de la solidaridad de la sociedad, de forma que si es algo que daña a algún miembro de la sociedad, pues quizá debamos eliminarlo como ha sucedido con tantas otras cosas a lo largo de la historia, y tampoco sería una forma inadecuada de verlo.
Sinceramente, veo difícil que se prohíba la pirotecnia, es algo que gusta a muchísimos (Y mueve mucho dinero) y molesta a unos pocos, y a quien le molesta pues puede evitarlo, es como pedir que prohíban los conciertos u orquestas en la calle, porque a algunas personas el ruido les molesta, mmm, no creo que se consiga. Pero sí creo que es una realidad suficientemente importante como para no dejarla de lado, pero aquí, encontrar la solución perfecta es algo complejo, o resolvemos el problema de la hipersensibilidad auditiva y de los miedos que se pueden generar a consecuencia de ese pánico auditivo, o ponemos medios para que la persona no sufra con esos ruidos, pero también se pueden acotar las zonas de lanzamiento de fuegos artificiales, por ejemplo, que sería una forma de contentar a todo el mundo, creo que esta es una realidad que, como tantas otras, no está siendo resuelta, porque muchas veces nos empeñamos en trabajar sobre la consecuencia, pero se nos sigue olvidando el problema.
En cuanto a ¿cómo contender con la pirotecnia cuando tienes un hijo con pánico a la misma? Pues evitar los lugares donde se van a realizar este tipo de eventos, o llevar unos tapones en el bolsillo como forma de evitar que el ruido pueda ser excesivo. En cuanto a lo visual, pues no se me ocurren ideas, salvo no mirar en esa dirección. Esto siempre y cuando nos veamos en medio de unos fuegos artificiales no previstos, aunque la forma más simple sea, sencillamente, irnos. Claro que el problema viene cuando vives en el lugar del lanzamiento de esos fuegos, y ni aun resguardándote en casa estás libre de las fuertes detonaciones, aquí, salvo el tema de tapones o similares, poco más se me ocurre, salvo ir de “visita” a casa de algún amigo o pariente que viva suficientemente lejos
Y es que quien vive en su casa con esta problemática, realmente entra en estado de ansiedad solo sabiendo que van a lanzar unos fuegos artificiales, por tanto, estar informados de cuando se van a realizar este tipo de eventos es muy importante, o quizá, hacerse socio de alguna asociación en defensa de los animales, ya que posiblemente este tipo de organizaciones tengan más peso a la hora de lanzar campañas en contra de la pirotecnia, porque ya saben, hay más perros como mascotas que niños con autismo, y al parecer, tiene más efecto en nuestra sociedad un mensaje en defensa de nuestros perros que sufren con la pirotecnia que el mensaje de niños que sufren con la pirotecnia. Sé que esto suena terrible, pero me temo que tengo razón.
No olviden, en países como España, hay más perros que niños, y bueno, la gente, ya saben, tiene clara sus prioridades.
Por cierto, ¿Sabían que la pirotecnia es muy molesta para miles y miles de adorables y cariñosos perros? Di no a la pirotecnia.
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Ramón tampoco hay que ser tan radical hay que respetar las dos partes como dice el artículo, además las ilegalización es no llevarán a nada porque la pirotecnia se seguirá realizando y tirando aunque de forma ilegal
Hay que contentar a las dos partes tanto a los que tenemos perros o niños con hipersensibilidad y autistas como a las personas que les gusta la pirotecnia o viven de ella pues es una actividad que genera mucho dinero y da de comer a muchas familias. Yo pienso que hay soluciones para estas cosas hacer recintos acotados para tirar pirotecnia, fomentar la pirotecnia sin ruido que tambien la hay como bengalas candelas ninfas revoltosas fuentes y demás, crear límite de decibelios para petardos y tracas, limitar el uso de pirotecnia y solamente usarse para eventos concretos o fiestas como las fallas y las hogueras regular más la actividad concienciar a la gente para que hagan un uso correcto etc. Hay más soluciones que se pueden hacer antes de salirse por la tangente e ir prohibiendo por ahí que me parece mas propio de una dictadura que de un país democrático y civilizado
No, si mi comentario no iba de que si a los animales les asusta la pirotecnia, sino que se hace más por lis derechos de los animales que por las personas con discapacidad. De ahí el secundar la propuesta de Daniel sobre aliarnos con los defensores de los anímales, para ver si obtenemos mejores resultados.
Saludos
En mi humilde opinión, no es que pese más el hecho de que a los animales les asuste la pirotecnia, sino más bien la ignorancia de la gente que desconoce que ha personas autistas, sobre todo niños, les puede afectar la pirotecnia. Hay que informar más a la gente y concienciar. En mi barrio no sólo hay petardos y voladores de forma puntual, sino que los más jóvenes se dedican de forma diaria y a cualquier hora a tirar petardos desde el día de vacaciones de Navidad hasta la incorporación. Y hasta a mi me resulta molesto.
Como has dicho en Valencia la pirotecnia es cosa seria. No se puede evitar, sobretodo en fallas y otras fiestas y por ello estamos quizá más concienciados con los problemas que pueden acarrear a nuestros hijos. En su cole todos los años y a principios de marzo se intenta introducir a los chicos en el ambiente fallero para que poco a poco de hagan a la idea de lo que se les viene encima. Como en cualquier actividad de la vida, tienen que enfrentarse a ello y convivir con las distintas situaciones y si no es aguantable proceder a una honrosa retirada a sitios más tranquilos.
Tenemos la suerte de que a nuestro hijo le gustan los petardos (o no le molestan) pero en cambio las motos le asustan y los perros (y en general todos los animales) le dan miedo. Como nos pongamos a prohibir a ver donde paramos.
No es miedo, la gente se piensa que es miedo pero no lo es.
Si el niño autista siente lo que sentía yo, no es miedo lo que tiene. Ese ruido duele y no en los oídos precisamente.
Si alguien ha tenido la experiencia de un gran susto, ese sobresalto que te hace sentir un “golpe” en el pecho por que te llega a cortar la respiración, ese movimiento involuntario del cuerpo como un brinco que no se puede evitar. Eso es lo que se siente en cada explosión que se escucha y al final duele y mucho.
A mí me duró hasta los 15 o 16 años. En muchas ocasiones intenté acercarme, pero cuando empezaba el sobresalto tenía que parar no podía ir más allá. El sonido te sacude como una descarga, es el cuerpo, no son los oídos y no es miedo, no piensen que es miedo.
Llevo 50 años con este problema de la pirotecnia y con todo lo que hace ruido.Mi hijo lleva tapones de espuma en cuanto sale a la calle y siempre en su Centro.Ademas tenemos unas orejeras Bose que eliminan el ruido para casos puntuales .Asi la vida es mucho mas facil.
Es un tema que le hace sufrir mucho .Sin tapones no salimos a la calle .Sin orejeras no vamos a conciertos ,cines ,espectaculos ,restaurantes ,viajes etc.
Muy interesante el artículo. Concuerdo en que es más fácil resolver el problema del niño que prohibir la pirotecnia.
El cierre es brutal, supongo que poca gente lo entenderá, pero es cierto, consigues más diciendo que afecta a los perros que a niños con autismo.
Esta es nuestra sociedad. Siempre tan real, directo y a la yugular.
Pues yo aquí veo un lobby potente, pero enfocado en positivo:
1. A las personas con alteraciones cognitivas les favorece el contacto con los animales.
2. A las protectoras les viene de maravilla que adopten animales
3. A ambos grupos les asusta los artefactos pirotécnicos.
Solución: Join Venture de ambos grupos, donde uno de sus objetivos sea la petición en change.org de la prohibición en espacio público de artículos pirotécnicos (PROHIBICIÓN REAL Y EFECTIVA), y que las administraciones públicas no puedan contratar a estas empresas.