
“…A Camilo, psicólogo quien me realizo el diagnóstico, le comenté que estaba pasando por el que llamé “Síndrome de Magneto”, pues sentía como rencor, rabia, dolor por tantos años de no sentirme ni aceptado ni que encajaba, y así como Magneto, me dejaba llevar por esos sentimientos a ver a los “simples humanos” con recelo. Hoy, ya se han disipado esos sentimientos negativos, y estoy en un plan como el Profesor Xavier, buscando integrar mi identidad Asperger al mundo intencional…”
Estas palabras las escribí como comentario en un grupo. El tema es interesante e intentare desarrollarlo un poco más.
La psicología al crear los X-MEN, es muy práctica. Al enfocarse en aquellas comunidades que se sienten excluidas, y que tienen alguna condición particular; se crea un rasgo de identificación y lealtad a sus ideales; se genera un icono que expresa y canaliza aquellos sentimientos y experiencias negativas revistiéndolas en superpoderes o capacidades sobrehumanas.
Y como en todo drama, el lado bueno y el lado malo: Los Mutantes liderados por Magneto, y los Mutantes liderados por el Profesor Xavier.
Ya en nuestra realidad, me he encontrado con algo similar: “Hermanos Aspergers” con actitud anarquista, conflictiva, de “rebeldía sin causa”. Y también “Hermanos Aspergers” activistas en pro de una integración lo mas armónica posible, sin renunciar a la esencia, y sobretodo, con paz interior.
En varios articulos y/o publicaciones, se adjudican atributos excepcionales a las personas con Síndrome de Asperger. Pero esto no aplica para todos los casos. Existen aquellos hermanos de condición que no tienen cualidades sobresalientes, sino normales o apenas normales, y que se pasan la vida intentando llegar a un estado de “normalidad”.
Tal vez como escape, escudo, símbolo o palanca, se generan expectativas equivocadas utilizando estos rasgos magnificados compensatoriamente, que desafortunadamente contribuyen a fortalecer los estereotipos que se quieren acabar.
Ahora, como un adulto con Asperger (42 años), recién diagnosticado, con una condición leve, tengo una perspectiva muy distinta a la que puedan tener otras personas.
Puedo ver la caricaturización que se realiza en la cultura pop de nuestra condición, sea por sacarle provecho económico a la “diferencia”, sea por encontrar nuevas fuentes de inspiración y mercado, sea por mostrar un “nuevo producto” y generar una “moda”.
Es menester estar atentos a aquellos mensajes, programas, productos, que menoscaben nuestra dignidad y condición, con la responsabilidad como lo señalaban en un articulo que leí, de ser uno de los extremos en la soga del los TEA, y la responsabilidad de ser la voz de los que ni tienen voz, de nuestros hermanos de condición que requieren de nuestra presencia en la vanguardia y la retaguardia.
Por Yuber Castro
Magníficamente expresado
gracias por compartir ,pero cada persona es un mundo incluso las que nos consideramos normales , me gusta leer y al mismo tiempo me ayudan a salir para lante con mi hijo con autista .
Tenes tanta razón, es verdad que muchas personas entre ellas cito a “Temple Grandin” que es la que más me inspira, asume una responsabilidad con lo que es el Autismo, si bien decís que es una responsabilidad ser la voz de aquellos que no tienen voz. De alguna forma se van aclarando cada vez más temas sobre lo que es el Autismo (Y las personas que están en el Espectro), sin contar con Francia que todavía son de ideas Freudianas y de culpar a la madre por el Autismo y tratarlo como psicosis, aunque no lo crean muchos ¡es así! Y siguiendo digo que no me gusta cuando usan la palabra “Autista” para descalificar, elijo no enojarme porque creo que son personas de pocas luces las que hacen eso, como cuando le pedí a un tipo chileno que no se burle más y que podría usarse lo que dice en forma de Bullying “Lo digo por (Hola Soy German)” que nunca me respondió a la fecha. Solo doy mi punto. Un saludo desde Asunción-Paraguay
Has creado una metáfora fantástica para expresar tus sentimientos, y que además es un guiño para todo aquel que disfruta de la Ciencia Ficción o el cómic. Felicidades por haber transformado tu “Síndrome de Magneto” en “Síndrome de Xavier”. Todas las personas, incluso los neurotípicos, tenemos nuestras problemáticas, nuestras “normalidades” y “anormalidades”, que debemos aceptar como parte de nuestro yo. Ser conscientes de nuestras diferencias nos hace sentir rabia al principio (“¿Por qué a mí?”), pero encontrar el camino de regreso hacia quiénes somos en realidad es la única senda para la paz interior de la que hablas.