Más del 85% de la población tiene el insecticida DDT y tóxicos persistente
Ningún catalán está libre de alguno de los 19 compuestos analizados
Los niveles más altos de tóxicos en la sangre lo tienen los obesos y los mayores
Nuestro cuerpo es un depósito de los contaminantes químicos que se hallan en el medio ambiente. Así se demuestra en un estudio sobre la distribución de los compuestos orgánicos persistentes en la sangre encargado por el Departament de Salut y recién elaborado por el Institut Municipal d´Investigacions Mèdiques (IMIM). Ocho de los 19 compuestos tóxicos persistentes que han sido estudiados fueron detectados en más del 85% de la población catalana: el insecticida DDT y su residuo el DDE, cuatro PCB (policlorobifenilos) y los plaguicidas hexaclorobenceno y betahexaclorociclohexano (un análogo del lindano). Es uno de los pocos estudios de este tipo realizado con una muestra representativa de la población.
El estudio, que fue confeccionado a partir de la sangre aportada por 919 personas, confirma que la presencia de ciertos compuestos químicos tóxicos y persistentes es común en la población española. Esta contaminación es también habitual en otros países del mundo.
Los compuestos que almacena nuestro cuerpo son residuos industriales o de pesticidas usados en la agricultura (insecticidas, fungicidas) que han contaminado los piensos de los animales y la cadena alimentaria humana. La principal vía de entrada en el organismo humano son las grasas de origen animal. Estas sustancias se acumulan en los tejidos grasos del organismo humano y son persistentes sin que se pueda eliminar.
La mayor parte de estos compuestos ya no se usan o no se comercializan, pero siguen presentes en la sociedad, y su huella permanece. Por ejemplo, los PCB se usan como aislante en miles de transformadores eléctricos. Considerados tóxicos – y algunos, posiblemente cancerígenos-el convenio de Estocolmo de Naciones Unidas decidió prohibirlos; pero la aplicación de este tratado está pendiente en toda España.
El estudio observa que el 88% de la población catalana tiene en su organismo restos del insecticida DDT, mientras que la totalidad acumula restos de DDE, el principal producto de degradación del DDT. El hexaclorobenceno, el beta-hexaclorociclohexano y algunos PCB se detectan en un 96% o más de los ciudadanos.
“El estudio revela que ningún catalán está libre de alguno de los 19 compuestos analizados; no ha habido nadie a quien no se detectasen al menos tres compuestos”, declara el director del estudio, Miquel Porta, investigador del IMIM y catedrático de la UAB.
“En un 62% de la población detectamos más de 10 substancias”, señala Porta. “Afortunadamente, la mayoría tiene concentraciones relativamente bajas”, añade. Los productos con niveles más elevados en sangre son el DDE, el hexaclorobenceno y el beta-HCH.
“Hay un pequeño grupo de población que presenta niveles sustancialmente más altos que el resto”, dice Porta. Así, la persona con más DDE tiene 9.036 ng/ g en la sangre, mientras que la persona que tiene menos tiene sólo 1,17 ng/ g; es decir, una tiene 7.700 veces más que la otra. Estas mismas desigualdades sociales se ven también en otros países del mundo.
El estudio confirma que los niveles más altos de tóxicos los tienen las personas obesas y las de mayor edad. “Cuanto más grasa tiene la dieta, más acumulación de compuestos se produce”. Así, la presencia de los PCB va en aumento a medida que las personas ganan peso, hasta que alcanzan los niveles mayores en los obesos. Además, las mujeres tienen niveles más altos de DDE, hexaclorobenceno y beta-HCH que los hombres. Y ¿por qué? “Este hallazgo nos ha sorprendido algo y lo queremos analizar en profundidad. Quizás tenga que ver con una mayor frecuencia de la obesidad en las mujeres”, cree Porta.
Los investigadores del IMIM no han analizado todavía si existen diferencias en función del lugar de origen o de residencia de las personas, pero su hipótesis es que en los niveles no influye si se vive en el medio rural o urbano. “Los compuestos no hacen esta distinción y son ubicuos en toda la cadena alimentaria del mundo”, agrega Porta.
Las concentraciones sanguíneas de los PCB son algo más elevadas en Alemania que en Catalunya, mientras que el hexaclorobenceno es un poco más alto aquí. “Lo que observamos en este estudio ocurre en todo el mundo; lo que pasa es que aquí lo hemos mirado y en otros sitios no”, señala Miquel Porta. Y hace un juego de palabras: “Todos tenemos el problema, pero sólo algunos tenemos el programa”, dice, en referencia al plan de vigilancia de los compuestos tóxicos en las personas que se inicia con este estudio de la Generalitat y el IMIM. Además, el gobierno catalán lleva años analizando estos tóxicos en los alimentos.
Porta señala que debe mover a reflexión que “muchos años después de haberse prohibido, estos compuestos siguen estando presentes en nuestros cuerpos”. Por ejemplo, el DDT se prohibió en el año 1977; pero 30 años después, está en muchos alimentos, lo que da una idea de lo persistente que es. Hoy la contaminación humana por estos compuestos es habitual, pero Porta señala que ello no significa que debamos aceptarla como algo normal. “Durante miles de años de la historia de la humanidad en nuestro cuerpo no había ninguno y por tanto no se se puede decir que sea un hecho natural; son productos artificiales”, dice.
Primer estudio representativo
Este estudio es la primera fotografía que retrata la contaminación humana por tóxicos persistentes en una muestra representativa de la población de Catalunya. Hasta ahora sólo se habían estudiado poblaciones no representativas o grupos de pacientes. En España, sólo Canarias disponía de un estudio representativo de su población, pero no fue asumido por el gobierno autonómico. Aunque el investigador Miquel Porta lleva desde 2001 proponiendo estos estudios sobre concentraciones sanguíneas, el actual Govern de la Generalitat es el primero que se ha atrevido a hacerlo. El equipo de Joan Grimalt en el CSIC analizó la sangre de 919 personas, elegidas al azar entre ciudadanos que en el 2002 participaron en una encuesta de salud. Su sangre fue guardada en congeladores y luego analizada. Otras zonas de España realizan estudios similares.
Fuente: La Vanguardia
Para saber más:
http://es.wikipedia.org/wiki/Policloruro_de_Bifenilo
http://es.wikipedia.org/wiki/DDT
http://www.atsdr.cdc.gov/es/toxfaqs/es_tfacts35.html
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2 comentarios en «Alerta sobre la presencia de tóxicos en el cuerpo»