Los tratamientos se están probando para tres tipos de autismo hereditarios.
Por Emily Singer
Traducido por Rubén Oscar Diéguez
Fuente original: Massachusetts Institute of Technology
Tres medicamentos se probarán en humanos para tratar enfermedades raras, hereditarias que a menudo se asocian con el autismo: Síndrome de Rett, X frágil y el Complejo de Esclerosis Tuberosa (TSC). Los científicos esperan que los medicamentos, de resultar exitosos en las pruebas actuales, eventualmente ayudarán a tratar formas más comunes de autismo, que afecta a alrededor de 1 en cada 166 chicos en los Estados Unidos. Los medicamentos existentes se utilizan para tratar síntomas de autismo, tales como problemas digestivos y psicosis, más que para el origen de la enfermedad.
El mes pasado, Mark Bear, un neurocientífico del MIT, durante el simposio anual del Consorcio de Autismo, en Boston expresó: “Podemos estar hallando el sendero bioquímico que se puede aplicar más generalmente al autismo”.
Uno de los problemas más extraños del autismo es que los cerebros de los chicos afectados parece normal, haciendo que sea difícil identificar el lugar dónde dirigir los tratamientos nuevos. El descubrimiento en los años 90 de las mutaciones que subyacen bajo las tres enfermedades le permitió a los científicos crear modelos animales con los mismos errores genéticos. Dichos modelos permitieron la búsqueda de procesos moleculares más sutiles que dieron malos resultados en cada enfermedad, tales como la aparición anormal de genes o proteínas que modifican las propiedades eléctricas de las neuronas, o la arquitectura de la sinapsis (es decir, las conexiones entre las neuronas).El año pasado, varios grupos publicaron tratamientos novedosos que parecen deshacer el daño causado por estas enfermedades. El mes pasado, Story Landis, director del National Institute for Neurogical Disorders and Stroke, durante la conferencia de la Sociedad para la Neurociencia, en Washington DC, expresó: “Habíamos creído que en enfermedades como el autismo y X frágil, el daño ocurría temprano, y lo mejor que podíamos hacer era detenerlo”. Pero estos estudios demuestran que se puede intervenir temprano y tal vez recuperar la función cognoscitiva, según dijo. Los hallazgos de estos estudios ahora se están probando en seres humanos.Las personas con X frágil, la forma más común de retardo mental heredado y una causa principal del autismo, muestran una mutación de su gen FMRP, que normalmente inhibe la síntesis de proteínas estimulada por un receptor llamado receptor 5 de megabotrópicos de glutamato, o GluR5.El año pasado, Bear y Gul Dolen, también en MIT, anunciaron que podían corregir el desarrollo anormal del cerebro y la falta de memoria y reducir los ataques de apoplejía en ratones afectados al reducir en un 50 por ciento la actividad del GluR5. “La idea de que se pueda reintroducir una función es un cambio radical”, expresó Emanuel DiCicco-Bloom, un neurocientífico y médico de la University of Medicine and Dentistry de New Jersey, en una conferencia de neurociencia. Los medicamentos experimentales dirigidas al receptor ya están bajo desarrollo, aunque hasta ahora ninguno fue aprobada por la FDA. Ahora están en camino las pruebas de una de estos medicamentos en seres humanos patrocinadas por Seaside Therapeutics, una empresa fundada por Bear.
El TSC, otra enfermedad genética vinculada al autismo, está causada por las mutaciones en uno de dos genes que provoca el desarrollo de tumores benignos en el cerebro, los ojos, el corazón, los riñones, la piel y los pulmones. Alrededor del 90 por ciento de los pacientes con TSC tienen epilepsia, y el 50 por ciento padecen autismo u otras discapacidades cognitivas.La función normal de los genes en el TSC es anular una proteína llamada mTOR, un estimulante del crecimiento celular muy potente. La investigación en animales demuestra que la rapamicina – un medicamento inmuno-inhibidor que anula el mTOR – puede reducir los ataques de apoplejía y el agrandamiento anormal del cerebro en las animales afectados, así como mejorar el aprendizaje y la memoria. Estudios previos, a menor escala, de la rapamicina en pacientes con el TSC mostraron que puede reducir el tamaño de los tumores. Pero esos estudios no analizaron el efecto del medicamento sobre los ataques de apoplejía y los síntomas cognoscitivos. Mustafa Sahin, un neurólogo y científico del Children’s Hospital, de Boston, ahora planea pruebas aleatorias de rapamicina en 55 pacientes de entre 6 y 21 años. Los Científicos evaluarán específicamente los ataques de apoplejía, las funciones cognitivas y otros síntomas de autismo.Migranka Sur, un científico de MIT, elabora la hipótesis que la sinapsis no termina de madurar en personas con el síndrome de Rett, una enfermedad caracterizada por los ataques de apoplejía, retardo mental, y problemas motores. Pero la maduración podría inducirse químicamente. En el simposio de autismo expresó que: “ El IGF (factor de crecimiento semejante a la insulina) y EGF (factor de crecimiento epidérmico) son dos senderos que creemos que pueden ser activados para que la sinápsis madure”. Su grupo mostró recientemente que al tratar ratones con la mutación de Rett con un fragmento de la proteína IGF, se estimuló la sinápsis, se mejoró la función motora y se extendió el período de vida.Los científicos del laboratorio de Sur ahora están planeando un ensayo clínico controlado con placebos en chicas de 2 a 10 años. El medicamento ya está aprobada en el tratamiento de niños de baja estatura, así que su margen de seguridad se conoce.Los científicos están particularmente emocionados por las pruebas con medicamentos nuevos porque están dirigidos a procesos moleculares específicos que se cree que están en el origen de esas enfermedades. “Estos no son enfoques paliativos”, comentó Bear en la conferencia de autismo.Mientras que las pruebas iniciales se concentrarán en estas tres enfermedades específicas, Bear y los demás esperan que los tratamientos sean aplicables de un modo más amplio. “Esperamos descubrir caminos que están involucrados en los casos de autismo con etiología desconocida”, dijo Bear. Aunque haya cientos de genes afectados en distintos casos de autismo, dijo él: “Sospecho fuertemente que existirán pocos caminos clave, para que los medicamentos que regulan ese camino puedan tener un gran impacto”.
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El sindrone Rett es diferente al autismo. Los mejores avances estan en New York.
Tengo una nena de siete años con sindrome de Rett.Diagnosticada por biologia molecular.Es paciente del Dr.Victor Ruggieri, en Argentina.
Me interesaria estar al tanto de los avances en la medicaciòn, y si fuera posible recibir el tratamiento correspondiente.