Reflexiones sobre el autismo, aprendiendo de maestros

¿Las personas con autismo tienen sentimientos?
por Fco. Javier Garza Fernández (†)

Javier Garza
Javier Garza durante una charla. Foto: Martín Piña

Es un hecho conocido por todos los padres y profesionales en la materia, que los niños con autismo son altamente manipuladores con una capacidad para actuar el llanto para lograr su objetivo (estoy pensando seriamente proponer a mi hijo para que reciba el Oscar de la Academia al mejor actor). Erróneamente y aunado a la ceguera mental, algunos profesionales aseveran que las personas con autismo no tienen sentimientos y mucho menos, la capacidad de amar.

Los niños con autismo sí aman, sólo qué la forma en que lo demuestran es diferente a cómo nos lo enseñaron nuestros padres. Un niño “normal” nos dice que nos quiere, nos busca para invitarnos a jugar con él interactivamente, muestra su sonrisa cuando nos ve y hace dibujos de sus papás para orgullosamente mostrarlo a sus amiguitos. Una persona con autismo no sabe la forma de comunicarnos que nos quiere, pero lo podemos notar porque busca estar donde estamos nosotros, su estado de ánimo cambia cuando nos acercamos, juega a nuestro lado (en lo suyo) o trata de imitarnos.

Así como les enseñamos a las personas con autismo diferentes habilidades que van desde imitación, auto cuidado, cognitivas, etc, se le puede enseñar a demostrar sentimientos. En el caso muy particular de mi hijo, quien tiene 9 años y tiene autismo severo, habla muy poco y su entendimiento es bastante limitado, sin embargo, aprendió a dar besos, abrazos, sonreír y hacer diferentes caras (enojado, contento, etc.) y ahora que ya sabe demostrar su afecto, es sumamente cariñoso con la gente.

Los niños con autismo sí sienten, aman y sufren al igual que nosotros, solo que no saben expresarlo de la manera a la que estamos acostumbrados.

¿Qué me diría una persona con autismo?
por Angel Rivière (†)

Ángel Rivière
Ángel Rivière

1. Ayúdame a comprender mi entorno. Organiza mi mundo y facilítame que anticipe lo que va a suceder. Dame orden, estructura y no caos.

2. No te angusties conmigo, porque haces que también me angustie. Respeta mi ritmo. Siempre podrás relacionarte conmigo si comprendes mis necesidades y mi modo especial de entender la realidad. No te deprimas, lo normal es que avance y me desarrolle cada vez más, aunque a veces tenga algunos retrocesos.

3. No me hables demasiado, ni tampoco rápido. Las palabras son “aire” que no pesa para ti, pero pueden ser una carga muy pesada para mí. Muchas veces no son la mejor manera de relacionarte conmigo.

4. Como otros niños y adultos, también necesito compartir el placer y me gusta hacer las cosas bien, aunque no siempre lo consiga. Hazme saber, de algún modo, cuándo he hecho las cosas bien y ayúdame a hacerlas sin fallos. Cuando tengo demasiados fallos me sucede igual que a ti: me irrito y termino por negarme a hacer las cosas.

5. Necesito más orden del que tú necesitas, que el medio sea mas predecible de lo que tú requieres. Tenemos que negociar mis rituales para convivir.

6. Me resulta difícil comprender el sentido de muchas de las cosas que me piden que haga. Ayúdame a entenderlo. Trata de pedirme cosas que puedan tener un sentido concreto y descifrable para mí. No permitas que me aburra o permanezca inactivo.

7. No me invadas excesivamente. A veces, las personas son demasiado imprevisibles, demasiado ruidosas, demasiado estimulantes. Respeta las distancias que necesito, pero sin dejarme solo.

8. Lo que hago no es contra ti. Cuando tengo una rabieta o me golpeo, si destruyo algo o me muevo en exceso, cuando me es difícil atender o hacer lo que me pides, no estoy tratando de hacerte daño. Ya que tengo un problema de intenciones, no me atribuyas malas intenciones. Batallo para entender lo que está bien y lo que está mal.

9. Mi desarrollo no es absurdo, aunque no sea fácil de entender. Tiene su propia lógica y muchas de las conductas que llamas “alteradas” son formas de enfrentar el mundo desde mi especial forma de ser y percibir. Haz un esfuerzo por comprenderme.

10. Las otras personas son demasiado complicadas. Mi mundo no es complejo y cerrado, sino simple. Aunque te parezca extraño lo que te digo, mi mundo es tan abierto, tan sin tapujos ni mentiras, tan ingenuamente expuesto a los demás, que resulta difícil penetrar en él. No vivo en una “fortaleza vacía”, sino en una llanura tan abierta que puede parecer inaccesible. Tengo mucha menos complicación que las personas que se consideran normales.

11. No me pidas siempre las mismas cosas ni me exijas las mismas rutinas. No tienes que hacerte tú autista para ayudarme. ¡Quien tiene autismo soy yo, no tú!

12. No sólo tengo autismo. También soy un niño, un adolescente o un adulto. Comparto muchas cosas de los niños, adolescentes o adultos a los que llamas “normales”. Me gusta jugar y divertirme, quiero a mis padres y a las personas cercanas, me siento satisfecho cuando hago las cosas bien. Es más lo que compartimos que lo que nos separa.

13. Merece la pena vivir conmigo. Puedo darte tantas o más satisfacciones que otras personas, aunque no sean las mismas. Puede llegar un momento en tu vida en que yo, que soy autista, sea tu mayor y mejor compañía.

14. No me agredas químicamente. Si te han dicho que tengo que tomar una medicación, procura que sea revisada periódicamente por el especialista.

15. Ni mis padres ni yo tenemos la culpa de lo que me pasa. Tampoco la tienen los profesionales que me ayudan. No sirve de nada que se culpen los unos a los otros. A veces, mis reacciones y conductas pueden ser difíciles de comprender o afrontar, pero no es por culpa de nadie. La idea de “culpa” no produce más que sufrimiento en relación con mi problema.

16. No me pidas constantemente cosas por encima de lo que soy capaz de hacer. Pero pídeme lo que puedo hacer. Dame ayuda para ser más autónomo, para comprender mejor, pero no me des ayuda de más.

17. No tienes que cambiar completamente tu vida por el hecho de vivir con una persona con autismo. A mí no me sirve de nada que tú estés mal, que te encierres y te deprimas. Necesito estabilidad y bienestar emocional a mi alrededor para estar mejor. Piensa que tu pareja tampoco tiene culpa de lo que me pasa.

18. Ayúdame con naturalidad, sin convertirlo en una obsesión. Para poder ayudarme, tienes que tener tus momentos en que reposas o te dedicas a tus propias actividades. Acércate a mí, no te vayas, pero no te sientas como sometido a un peso insoportable. En mi vida, he tenido momentos malos, pero puedo estar cada vez mejor.

19. Acéptame como soy. No condiciones tu aceptación a que deje de ser autista. Sé optimista sin hacerte “novelas” o “castillos en el aire”. Mi situación normalmente mejora, aunque por ahora no tenga curación.

20. Aunque me sea difícil comunicarme o no comprenda las sutilezas sociales, tengo incluso algunas ventajas en comparación con los que llamas “normales”. Me cuesta comunicarme, pero no suelo engañar. No comprendo las sutilezas sociales, pero tampoco participo de las dobles intenciones o los sentimientos peligrosos tan frecuentes en la vida social. Mi vida puede ser satisfactoria si es simple, ordenada y tranquila. Ser autista es un modo de ser, aunque no sea el normal o esperado. Mi vida como niño con autismo puede ser tan feliz y satisfactoria como la tuya “normal”. En esas vidas, podemos llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias.

Cuidado con los farsantes
por Fco. Javier Garza Fernández
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Desgraciadamente, como en todo, existe gente sin escrúpulos que se aprovecha del dolor y la desesperación de los padres, ofreciendo tratamientos novedosos y hasta curas.

He conocido padres que han pasado por estas experiencias y el desgaste físico, además del económico (ninguno lo hace gratis) y principalmente del emocional, han sido peores que el daño mismo del síndrome.

Existen otras personas que tienen los conocimientos para manejar el autismo pero su ética profesional y la forma en que sangra económicamente a los padres los pone en el mismo nivel que los anteriores. Para evitar caer en manos de uno de estos farsantes y evitar perder el valioso tiempo del niño, basta seguir este simple decálogo de consejos:

1. Exija ver el título de la persona donde demuestre que tiene los estudios que lo acredita profesionalmente. Cuídese de gente sin título que muestra certificados de diplomados o cursos. Verifique que la universidad u organización que emite el título sea una institución seria.

2. Aunque vaya en contra de sus creencias, ningún espiritista, religioso, mentalista o brujo podrá hacer algo por su hijo. El niño tiene autismo, no está poseído, ni le han hecho ningún conjuro, ni tiene energías negativas que lo hacen comportarse así.

3. Verifique que el tratamiento sea avalado por el Colegio de Psiquiatría, Psicología, Neurología y/o Pediatría. No confíe en los “investigadores” y/o “científicos” anónimos. Aunque le presenten muchos testimonios, pida ver investigaciones científicas que acrediten dicho tratamiento.

4. No existe medicamento ni elíxir mágico que curará a su hijo. Algunos medicamentos pueden mejorar su condición y no porque dio resultado con otro niño, necesariamente dará resultado con el suyo.

5. Jamás administre ningún medicamento sin la prescripción de un médico. Si cree que dicho medicamento puede tener reacciones secundarias o pudiese causar algún daño, busque una segunda opinión con otro doctor. No drogue a su hijo innecesariamente.

6. Documéntese totalmente sobre el tratamiento que le ofrecen y pida los nombres y teléfonos de cuando menos tres diferentes padres de niños con autismo que sean pacientes y hable para pedir referencias. Pregunte sobre los avances y en cuanto tiempo lo lograron. Investigue en las bibliotecas o por el internet.

7. Usted tiene todo el derecho de saber lo que le están haciendo a su hijo. Si evitan que vea la terapia o bien, no lo involucran o no le informan constantemente sobre los avances de la terapia del niño, usted corre el riesgo de que la persona lo estafe ya sea alargando el tiempo de la consulta o bien haciendo algo indebido con el niño.

8. La terapia conductual (ABA) se da uno a uno y nunca por un terapeuta con varios niños a la vez. Además, los castigos corporales se aplican solo en casos muy extremos donde está en riesgo la integridad del niño (agresión y/o auto agresión) y en todos los casos, debe ser autorizado previamente en escrito por los padres, en caso contrario, denuncie a la persona.

9. Cuídese de esos tratamientos milagrosos que todo lo curan. Cuando alguien le diga que mejora el autismo, down, parálisis cerebral, trastorno bipolar, lento aprendizaje, etc. muy posiblemente esté escuchando a un farsante. El autismo es muy específico y por lo mismo, su tratamiento también lo es.

10. Sea precavido con los nuevos descubrimientos, especialmente si no se han realizado las debidas pruebas que garanticen la seguridad de su hijo. No lo convierta en un conejillo de india.

11. La oración a Dios es buena y enriquece su alma y espíritu, pero necesita también que su hijo reciba tratamiento de un profesional. Los religiosos son teólogos, estudian a Dios. Los psicólogos son las que estudian la mente y comprenden el autismo.


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20 comentarios en «Reflexiones sobre el autismo, aprendiendo de maestros»

  1. Bueno puedo decirles que gracias a mis oraciones descubri este foro y gracias a Dios me informo mucho y me ayuda mucho a sacar adelante a mi hija con TGD sinceramente muchas gracias por existir y a sus fundadores que Dios les provea con el ciento por mil. Asi sea es y será

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  2. Me parece que le están dando vueltas a un comentario claro, preciso y directo.
    De Javier garza puedo decir que fue mi salvador en el momento que recibí el diagnostico de Daniela, me hablo muy claro sobre el síndrome, buscando en internet, me encontré con sus escritos, esta fue la única forma de conocerlo, pero su forma sencilla de darle nombre a las cosas me sirvieron para ayudar a mi niña, así como hoy me siguen ayudando las publicaciones y cometarios de “Autismo Diario” mi conocimiento es nada comparado con los que publican aquí. El síndrome de Daniela era muy severo-severo, hoy asiste sola al aula regular y se comunica con imágenes que ella misma realiza. Tengo una fundación y todas las mamitas tienen este enlace de “Autismo Diario”
    Gracias a Javier y a todos uds

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  3. Pingback: Anónimo
  4. Hola, Daniel y Nuria
    Discupad mi tardanza en reaparecer, pues he estado muy atareada (se acerca el final del curso académico :D). Quería aclarar que, si te refieres con “analítico” a la definición muy particular que aportas de “analítico”, sí: no somos analíticas. Si nos referimos a “analítico” acudiendo a la tradición de la Filosofía Analítica entonces sí que somos analíticas (como dice Wikipedia, que no es el Oxford de Filosofía, pero vale para estos fines foreros: “una tradición caracterizada por un énfasis en la claridad y la argumentación, comúnmente alcanzadas a través de la lógica formal y el análisis del lenguaje, y por un gran respeto por las ciencias naturales”). Pero creo que, a falta de una definición en común de un término demasiado controvertido, es mejor dejar este tema de lado.

    ““Si el padre reza obviamente hará rezar al hijo tarde o temprano” No tiene por qué. Mi madre rezaba y yo no. En este enlace autismodiario.org… hablamos de eso. La religión no es algo heredable, de hecho, España es un ejemplo, donde hace pocos años “todo” el mundo era católico (Presuntamente) y hoy las iglesias están totalmente vacías, solo encuentras a personas de edad avanzada. ”

    Bueno, yo soy católica porque estoy bautizada y he hecho la primera comunión, que son dos ritos de paso que sirve para incorporar a los niños a la comunidad eclesial; por tanto, desde el punto de vista de un católico apostólico y romano soy una hermana desviada en la fe que ha caído en el ateísmo y hay que salvar. La religión es una institución cultural comunitaria, nada que ver con algo “de la vida privada” (en absoluto; es lo más público que existe), y yo he realizado mis ritos de paso, con lo cual estoy dentro de esa comunidad desde el punto de vista de la propia comunidad, por muy atea que sea. Es decir: sí que se hereda, porque en el momento de los dos principales ritos de paso yo no tenía elementos de juicio suficientes para decidir si quería incorporarme a la institución o no. Y eso sucede en casi todas las religiones de un modo más o menos directo (hablo de la mía porque es la que conozco, y además conozco muy bien el catolicismo y el islam porque me gusta la teología, aunque la considere falsa).
    ¿Si quiero apostatar? Pues hombre, tampoco es para tanto. No me va la vida en ello. No odio a la Iglesia, pero considero la Idea de Dios completamente ilógica y contradictoria…

    Empecé a considerarla una “cosa rarísima” (“una idea contradictoria en sus propios términos”) de muy pequeña. Me recuerdo, de muy pequeña, pensando en el coche, de camino a las vacaciones de verano en Málaga, sentada en la parte de atrás y mirando el paisaje, pensando “¿Cómo va a existir Dios? Es muy raro eso… no puede ser… no. Es muy raro. No tiene sentido”

    Pero yo, mientras pensaba ese tipo de cosas, iba a misa todos los domingos con mis padres, iba al catecismo, hacía la comunión.. y rezaba como quien lee una receta de bizcochos. Y eso que mis padres tienen un alto nivel cultural y, desde mi punto de vista, de acuerdo al Magisterio de la Iglesia, son unos pésimos católicos con una visión muy peculiar y demasiado particular de la religión. Cuando les llamo protestantes se enfadan, pero es verdad: son luteranos y no lo saben.

    ” pero ante todo hay que ser respetuoso con las creencias”
    Bueno, bueno… con (algunas) creencias, vale… con las prácticas, no tanto. Y depende de qué creencias hablamos. Muchas son destructivas para el pueblo y, otras, destructivas para ciertos colectivos (por ejemplo, los albinos en Nigeria, Niger, Benin…)

    Creo que el mayor problema del texto es que, entonces, si el “su” no va dirigido al alma del niño (“enriquece su alma”); el trato de cortesía al lector cuando se habla de terceras personas es equívoco. “Su alma” se refiere a “tu alma”, pero, a la vez, hablamos de hijos y no sería extraño que “su alma” se refiriese al alma del niño. Lo más lógico sería, de hecho, esto. Hay que tener cuidado con el usted en el lenguaje escrito. Son ganas de complicarse la vida… Mucho más simple hubiese sido “enriquece el alma” o “enriquece tu alma”.

    Respecto a que los asperger somos gente tan “normal” como los demás, estoy medianamente de acuerdo; si acaso, diría que somos tan anormales como los que no son autistas. La población tiene un sentimiento excluyente de higiene social y una necesidad inquebrantable de “limpiarnos”, “curarnos”, relegarnos, llamarnos “ángeles” o “deficientes” (da lo mismo), etc. Ni soy un ángel (tengo absolutamente el 100% de responsabilidad sobre mis actos, igual que todo el mundo), ni soy deficiente, ni tengo intención de curarme con psicofármacos (que sólo sirven para aliviar ciertas molestias en determinados momentos… yo llevo en terapia desde pequeñita y sólo he tomado opiáceos a los 17 años para poder dormir) o dejando de comer leche con galletas.

    Y se que te han caído palos de parte de esos biomédicos (jajajajajaja…¿puedo analizar la palabra?jjajaja) que quieren curarnos quitándonos el calcio y los carbohidratos (caseína en la leche, queso y yogurt; gluten en.. casi todo), y que te han caído de parte de padres y madres que creen que tienen ángeles en casa y no niños con virtudes y con defectos, y que te caen palos de “profesionales” que dicen que tenemos bajas capacidades intelectuales cuando no es cierto. Bueno, de hecho el AAF se caraceteriza por capacidades intelectuales normales o altas… si no, no es AAF. Vale que un CI por encima de 70 no es la “repera”, pero es la definción que han fijado a partir de unos instrumentos evaluativos, por cierto, muy limitaditos. En el test de matrices progresivas de Raven muchos hemos dado resultados muy altos (a partir de 55 sobre 60, como me contaba mi psicóloga el otro día) mientras damos resultados “simplemente altos” en el WAIS IV; del mismo modo, en el Raven los chicos y chicas que dan resultados altos, dan resultados normalitos en el WAIS IV. Ahora mismo hacen falta varias cosas:
    a) optimizar las terapias para que no resulten excesivamente agresivas
    b) rediseñar los instrumentos de evaluación: del espectro, de capacidades intelectuales, de habilidades verbales…
    c) explicar qué pasa con nosotras, con las mujeres asperger. Nuestro comportamiento difiere bastante del de los varones asperger. Tony Attwood intenta explicarlo, pero parece que es una línea de investigación incómoda

    Y, si te dan palos, yo te cubro.
    Un abrazo,
    Bea

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    • Siempre fui Asperger ,”nunca lo supe”,vivo,rio,sueno,siento,Amo,y mi CI lo consideran muy por arriba de lo “normal” y aprovechado ya estos me hace “anormal” y cada manana despierto y veo tanto comportamiento raro en este mundo y me pregunto “Quien es el Anormal ellos o yo”?

      Fernando siliceo

      Responder
      • Bueno, tampoco tenemos que caer en la autocomplacencia (al final no deja de ser un mecanismo de esconder la autocompasión). Yo, desde luego, he conocido bastantes personas asperger y todas tenían un CI alto. Pero que el CI sea un indicativo fiel y real de la “inteligencia”, que es, por cierto, un odioso concepto de higiene social, lo pongo en duda. ¿Se corresponde con el rendimiento académico? Pues a veces sí, a veces no.
        No creo que yo te haga “anormal”; y tampoco creo que exista alguien “normal”, un punto neutro ideal.. y si existe, peor para él/ella. Cuando te haces la pregunta “¿quién es el anormal, ellos o yo?” la respuesta es: ellos y yo. Pero te estás separando: “ellos”, los otros, la alteridad. Afirmar tu caracter de “otro” y a la vez tu “normalidad” es un poco contradictorio.
        Cuando los Movimientos de Neurodiversidad afirman la identidad lo que sucede es lo siguiente:
        “¡Ah! ¿Que me quieres etiquetar? Espera, espera… ”
        Se construye una identidad
        Se reivindica RESPETO
        Luego, si acaso, se rompe la identidad, cuando sea el momento (ahora mismo, no es el momento)

        Podemos enfrascarnos en lo guays que somos cuando memorizamos imágenes con claridad cristalina, en lo guays que somos porque un test dice que somos súper listos, frente a los NT (que, vamos, desde estas perspectivas cualquiera diría que son todos tontitos),en lo anormal que es la gente…
        O podemos decir: “sí, tenemos cosas muy positivas y deberíamos aprovecharlas sin lamentarnos por las discapacidades, más o menos limitantes, que tenemos y, de hecho, tenemos.. pero podemos superarlas porque también tenemos otras capacidades muy desarrolladas que nos permitan desarrollar estrategias compensatorias; y tenemos que luchar, entonces, porque se nos respete y no se pongan límites al desarrollo de nuestras áreas fuertes”
        NO se trata de despreciar a los demás, pensando que somos los mejores del mundo y una evolución del homo sapiens sapiens; NO se trata de autodespreciarnos e ir por la vida dando pena y lamentándose porque no eres “normal”. He visto ambas actitudes. Son muy tristes… y, además, nos perjudican a todos y todas las demás Asperger: con eso NO hacemos que nos respeten. Con eso no hacemos que dejen de decirnos “No puedes hacer esto; mejor haz esto otro”. No, no. No es esto.

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  5. Hola, Daniel.
    No voy a incidir más en el asunto, que ya cansa. No se necesita a 10 personas para dilucidar un aspecto menor del asunto, un si son galgos o podencos que carece de importancia y en el que no me he enrocado, porque no era ésa la materia de mi comentario, si mientras se olvida lo importante: la inconveniencia de inculcar religión a un asperger o a un autista. Si el padre reza obviamente hará rezar al hijo tarde o temprano, como ya explicó Beatriz mejor que yo. Lo demás es marear.
    Lamento que te den palos por defender lo que no está de moda y tiene más sustento científico, es muestra de cordura y de honradez, y eso siempre ha hecho de los cuerdos y de los honrados diana de los demás. No sé si eso te consuela, pero mientras recibe también un afectuoso abrazo.

    Responder
    • “Si el padre reza obviamente hará rezar al hijo tarde o temprano” No tiene por qué. Mi madre rezaba y yo no. En este enlace http://autismodiario.org/?p=8491/ hablamos de eso. La religión no es algo heredable, de hecho, España es un ejemplo, donde hace pocos años “todo” el mundo era católico (Presuntamente) y hoy las iglesias están totalmente vacías, solo encuentras a personas de edad avanzada. No te pueden obligar a rezar ni a creer en Dios, esto es así. Incluso, el modelo “religioso” de muchas personas que tienen un TEA es un modelo propio (cosa bastante interesante por cierto), y lo que es evidente, y es lo que pretende decir el texto (Que está escrito por una persona de México que por cierto no era muy religiosa). Hay que tener en cuenta que en América Latina el sentimiento religioso es muy fuerte, nos puede gustar o no, estar de acuerdo o no, pero ante todo hay que ser respetuoso con las creencias, pero, que las creencias no sean un freno para que el niño tenga acceso a una intervención real y nada religiosa, con salmos no se resuelven los problemas de conducta. Y eso es lo que buscaba Javier Garza, “que si usted tiene un gran fervor religioso, estupendo, rece todo lo que desee, pero a su hijo no lo lleve a misa, llévelo al especialista, que ese sí sabe lo que su hijo necesita”.
      Un abrazo

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  6. Es un hecho demostrado que el porcentaje de ateos entre los asperger y autistas es mucho más alto que en la población en general y eso es porque somos más analíticos y lógicos, no porque “nos cueste más comprender las cosas”, dado que los porcentajes de asperger y autistas con altas capacidades, ci medios y bajos son idénticos a los de la población en general, Es más, aquellos que afirman ser religiosos o bien tienen las capacidades intelectuales limitadas o bien no se comunican correctamente y son sus parientes o cuidadores quienes lo afirman en su lugar. Las cuestiones sociales son difíciles de comprender no sólo para un asperger, si no para cualquiera medianamente lógico, porque son absurdas.
    Es posible que quien haya escrito el artículo quisiera decir lo que dices que quería decir, Comin, pero de hecho no lo dice.

    Responder
    • Hola de nuevo Nuria, bien el artículo dice lo que dice y es claro. Tú tienes todo el derecho a enrocarte en tu postura y no querer moverte. Es tú opción y es respetable. Pero lo entendiste mal. Incluso lo sometimos a revisión, por si acaso, 10 personas lo leyeron y las 10 llegaron a la misma conclusión, es decir, se refiere no a que el niño ore, si no a que el padre ore.
      Sobre las cuestiones analíticas, voy por partes:
      Lo que se entiende mal son las acciones sociales. De hecho este es un caso típico. Se entiende mal, y se demuestra inflexibilidad.
      Sobre Religión, bien, publicamos un estudio sobre ese tema. Y es un tema muy complejo, hay otros muchos estudios que relacionan el nivel cultural con la religión, donde dicen que a mayor nivel cultural menor nivel religioso. Se puede entender que quienes son religiosos o profesan una religión son unos incultos. Bueno, supongo que habrá de todo.
      Lo que sí es evidente es que cuando empleas modelos lógicos la religión tiene poca cabida, ya que es del todo punto ilógica y carente de cualquier posible respaldo basado en evidencia. También hay aspectos culturales ligados a las creencias. En cualquier caso es un tema muy complejo y extenso.

      Como bien apuntas, la población de personas con Asperger es tan variopinta como la de los que no tienen, los hay más listos y menos listos. De hecho llevo mucho tiempo diciendo que los TEA y la discapacidad intelectual no van de la mano, y claro, por decir eso me cayeron golpes por todos lados.
      Pero uno de los aspectos comunes en el Asperger es la problemática social, de comprensión de determinadas acciones y de comprensión del lenguaje, incluyendo la literalidad en muchas ocasiones, que conlleva bastantes situaciones comprometidas en muchos casos.
      Te mando un abrazo

      Responder
  7. Buenas, os voy a explicar el punto 11. Como es evidente ha sido mal interpretado.

    11. La oración a Dios es buena y enriquece su alma y espíritu (el alma o espíritu de quien ora, es decir, la del padre o madre), pero necesita también que su hijo reciba tratamiento de un profesional (Es decir, usted puede rezar todo lo que desee, y seguramente rezar le será de una gran ayuda emocional, pero su hijo no necesita rezos, necesita especialistas). Los religiosos son teólogos, estudian a Dios (Y tal y como se afirma previamente, Dios le será de utilidad a usted -el padre o madre- pero no a su hijo). Los psicólogos son las que estudian la mente y comprenden el autismo (Por tanto, a su hijo llévelo a un psicólogo y no a misa, aunque Usted como padre o madre puede encontrar refugio emocional en la religión).

    Traducida la frase a lenguaje comprensible viene a decir lo siguiente:
    Los padres pueden usar sus creencias religiosas como modelo de estabilidad emocional, pero rezar no ayuda a su hijo, le ayuda a usted (Padre o madre), para su hijo necesita profesionales de la psicología y no a curas o religiosos.

    Y aprovechando el hilo:
    Beatriz dice:
    “Como sabéis, las Asperger somos, normalmente, analíticas. Bien, analicemos.”

    Pues no estoy de acuerdo. Confundir capacidad de análisis con tener que darle vueltas a las cosas para comprenderlas son cosas diferentes.
    Hay personas con Asperger con una gran capacidad analítica y hay otras que no. Hay personas SIN Asperger con una gran capacidad analítica y hay otras que no.

    Para mi las persona con Asperger son tan normales como cualquier otra persona, con sus particularidades o peculiaridades, como cualquier otra persona. Yo me declaro incapaz de pensar que una persona con Asperger es algo raro o “diferente”, para mi es tan “normal” como cualquier otra persona. Quizá porque yo mismo soy bastante “raro”, y mis conceptos de normalidad se alejan del concepto general.

    ¿Cual es uno de los problemas de las personas con Asperger? Precisamente este que vemos aquí, problemas en la comprensión social. ¿Esto es porque son analíticas? No, es que el Asperger entre otras muchas cosas se caracteriza por un problema derivado de la mala comprensión de acciones sociales, excesiva literalidad, etc, etc, el resto lo sabéis perfectamente.
    Y bien, ¿qué sucede? Pues que este aspecto genera muchos problemas a nivel social a las personas con Asperger. Y este caso es evidente.
    No se ha comprendido la frase de forma adecuada y por tanto, esta mala comprensión genera que se discuta algo basado en un error previo.

    Y el hecho de tener que analizar las cosas una y otra vez para encontrar el sentido correcto genera esa especie de mito analítico, que yo creo que está algo exagerado. Y si fuesen grandes analistas como se nos suele explicar, no tendrían estos problemas en la comprensión tanto del lenguaje como de cuestiones sociales. De hecho si nos centramos en este aspecto podríamos incluso decir que las personas con Asperger son unos pésimo analistas, ya que su nivel de error es extremadamente elevado. Pero incluso decir esto también sería un error. Ya que no siempre es cierto. Ya que este tipo de errores es escandalosamente frecuente, la gente suele interpretar mal, la diferencia es que normalmente no dicen nada, mientras que la persona con Asperger sí lo hace. Cosa que por otro lado, a mi me encanta, ya que es mucho más fácil eliminar estos errores y avanzar en una mejor comprensión.

    Como es lógico, a mi personalmente este tipo de discusión me enriquece, a otras personas quizá no. Por eso yo no tengo problemas con una persona con Asperger, pero otras personas quizá sí.

    En fin, espero haber podido aclarar la frase y su significado.
    Os mando un abrazo digital a las dos!!

    Responder
  8. Aparte de lo que acertadamente comenta Beatriz, es obvio que he entendido perfectamente que donde pone “La oración a Dios es buena y enriquece su alma y espíritu” quiere decir “La oración a Dios es buena y enriquece su alma y espíritu”. No sé como sería posible malinterpretar algo así, encontarle segundos sentidos o sutilezas. Afirma lo que afirma: que decir unas frasecillas rituales dedicadas a una fantasía irracional que ha causado a lo largo de la historia crímenes, horror, discriminación y atraso es una cosa buena que enriquece un ente imaginario y otro ente imaginario. Luego concede que es posible que “también” sea conveniente la asistencia de un profesional.
    No sabía que era un particular opinando y no un profesional porque no lo pone, como es evidente. Que la persona que escribió esto haya muerto o no, es irrelevante para lo que estamos hablando.
    Sigue siendo una aberración que alguien que trata con aspergers o autistas intente inculcarles fantasías indefendibles. Sigue siendo conveniente decirles a los tales profesionales, allegados o parientes que es mejor no mencionar en absoluto la religión y dejar de lado el pensamiento mágico. Si no lo hacen por decencia, por lo menos que lo hagan por respeto al prójimo y por sentido práctico.

    Responder
  9. Y se me había pasado un juicio valorativo muy relevante
    “La oración a Dios es buena”
    😐
    Vaya, no digáis que Nuria no ha entendido el punto 11… Si es que está claŕisimo. Cristalino, vamos.

    Vuelvo a repetir: yo he tenido terapia conductual en mi niñez (en parte me ha ayudado y en parte me ha anulado, que hay que contarlo todo, aunque el balance global sea positivo). Aprendes a imitar conductas y, poco a poco, a entender el por qué de esos comportamientos. No se que opinará un piadoso teólogo sobre que un niño o una niña “aprenda” a ser creyente (cristiano, musulmán, etc.) por imitación activa.

    Responder
  10. Querido Comin y Administrador; yo os apoyo y aprecio todo el trabajo de Autismo Diario pero ahora mismo vuestra actitud hacia Nuria es absolutamente injusta y he de ponerme de su lado. Como sabéis, las Asperger somos, normalmente, analíticas. Bien, analicemos.

    11. La oración a Dios es buena y enriquece su alma y espíritu, pero necesita también que su hijo reciba tratamiento de un profesional. Los religiosos son teólogos, estudian a Dios. Los psicólogos son las que estudian la mente y comprenden el autismo

    ” enriquece su alma”
    Es decir, enriquece el alma del niño o la niña
    Soy una persona que ha nacido en un país católico, considero tener un buen nivel cultural y creo conocer con bastante precisión mi cultura: incluida, la religión. Para que una oración enriquezca mi alma no puede reducirse ésta a que un tercero ore por mi, sino que yo tengo que orar para ponerme en contacto con Dios. Con lo cual, se está poniendo a un niño o a una niña a rezar.
    Podréis responderme que todas las familias religiosas hacen esas cosas con sus hijos e hijas:
    a) eso no significa que esté bien, que sea lícito. Muchas tradiciones de índole religioso son profundamente ilícitas y su acervo cultural no las justifica (ablación). Otras, y especialmente para un autista, son bastante absurdas y no tenemos un por qué para negarnos a nosotros mismos el derecho a expresar nuestra opinión sobre ellas (Papá Noel)
    b) si el niño autista lleva a cabo terapias conductuales que desarrollan su capacidad de mímesis y aprendizaje vicario, estamos obligando a un niño a ser piadoso por imitación.

    “pero necesita también que su hijo reciba tratamiento de un profesional”
    Si decimos que necesita “también” tratamiento profesional suponemos que también necesita oración. O sea, necesita tratamiento profesional además de oración. Es lo que, literalmente, dice. Cuando se escribe un artículo es conveniente decir exactamente lo que se quiere decir: de lo contrario está mal escrito, y punto. Y aquí, literalmente, afirma que el niño necesita de la fe y la técnica psiquiátrica y psicológica.
    Bueno, cualquier teólogo estará encantado: al menos ese hombre ha intentado, fallidamente (como siempre), encontrar una confluencia entre ciencia y religión 😀 (porque la medicina no es una ciencia, pero sí es una técnica científica apoyada en una tecnología científica y en otras disciplinas que sí son ciencias)

    “Los religiosos son teólogos, estudian a Dios. Los psicólogos son las que estudian la mente y comprenden el autismo”
    Algunos religiosos son teólogos, otros no. Algunos teólogos son creyentes, otros son ateos. Es muy substancialista este señor
    Algunos psicólogos comprenden el autismo y otros, por desgracia, y puedo dar buena fe de lo que afirmo, no comprenden el autismo y ni siquiera lo conocen. Quizás otras personas muy interesadas en el tema lo conocen con mayor profundidad que una persona específicamente cualificada en psicología y pueden ser de gran ayuda, y, de hecho, SON de gran ayuda. Al final las carreras universitarias te dan una visión global de las problemáticas que abordarás, pero la especialización viene después: en el proceso investigador que no siempre es reglado y no siempre ha de culminar (ni comenzar) en una tesis.

    Pero me he ido por las ramas.
    LO que quiería decir es que creo firmemente que Nuria ha entendido el punto 11 con total corrección…
    Un saludo,
    Bea

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  11. Nuria no has entendido el último punto, no tiene nada que ver con lo que comentas. Tampoco es un estudio científico sino el consejo de un padre que ya ha fallecido. No dicen que haya que enseñar al niño ninguna oración, sino que en vez de eso consulten a profesionales .

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  12. No había llegado al último punto, se me había escapado la primera vez. Es una vergüenza que se mente a dios en un estudio científico que debe dar consejos serios y profesionales. Creo que se podía haber optado por otra redacción. La oración a dios no “es buena”, sólo es algo que los adeptos a cierta religión sienten como bueno sin base ninguna, eso es evidente para cualquier persona medianamente espabilada y, en el caso de las personas que tratan con autistas o asperger, es una actividad fantasiosa claramente desaconsejada, y esto debería decirse más. Unos padres religiosos están en su derecho de seguir siéndolo aunque sea una actitud indefendible desde la lógica, pero desde luego no tienen derecho a inculcar esos absurdos en un cerebro lógico. Provocarán muchísima confusión y dolor. Hay que informar de eso a los padres y repetírselo: no le cuentes mentiras absurdas a un autista o a un asperger. Los dioses no existen, los reyes magos tampoco, ni papa noel. Ninguno de esos cuentos aportan nada a la vida de nadie, no son más que una fuente de dolor por su falsedad. Tengo ya 47 años y aunque afortunadamnte mis pades jamás me inculcaron religión alguna, sí me contaron otras mentiras de niña y aún me parece inconcebible cómo es posible que alguien elabore una mentira cruel como el absurdo de los reyes magos. Es una mentira y es imperdonable. ¿En qué piensa un padre que le dice esas cosas a sus hijos? No puedo ni imaginar lo doloroso que debe de ser que les llenen la cabeza de religión.

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  13. Mi marido es autista y lo amo por que es super especial cariñoso y hasta parece normal pero no domina muchas destrezas educativas pero es un genio en los video. Juegos, computadoras, organizando y reparando cualquier equipo electrónico como pareja llevamos una vida normal funcional aunque cuando niño no lo era aun tiene algo de rasgos pero solo lo nota el que lo conoce llevamos buen hábito sexual y ya cumple sus 29 años. Traigo éste tema para que vean que si pueden y si se puede.

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