El autismo

Descripción

El autismo es un trastorno del desarrollo en el que se producen alteraciones de diferente gravedad en áreas como el lenguaje y la comunicación, en el campo de la convivencia social y en la capacidad de imaginación. Suele iniciarse en los niños menores de tres años.

Causas

En pleno auge psicoanalítico se llegó a pensar en el autismo como una forma de esquizofrenia cuyo origen debía buscarse en la influencia de unos padres poco comunicativos, distantes e incapaces de proporcionar el cariño necesario.

Actualmente no se puede aceptar la base psicoanelítica del autismo ante la sólida evidencia de su base orgánica, proporcionada por estudios genéticos, neurofisiológicos, neuropatológicos, neuroradiológicos y bioquímicos.

Aunque no hay una causa única conocida del autismo, hay pruebas que indican que el autismo puede ser causado por una variedad de factores:

  • Influencias genéticas en el autismo: hay una mayor probabilidad que dos gemelos monocigóticos (idénticos) tengan autismo que dos gemelos dicigóticos. En el caso de los gemelos monocigóticos, hay una coincidencia en el 100% de los genes; mientras que con los gemelos dicigóticos, hay una coincidencia del 50% de los genes, que es la misma que se da entre hermanos que no son gemelos. En un estudio se identificaron a 11 familias en las cuales el padre tenía autismo. En las 11 familias, había un total de 44 hijos, de los cuales 25 fueron diagnosticados con autismo.
  • Virus: existe un riesgo aumentado de tener un hijo con autismo si la madre estuvo expuesta al virus de la rubéola durante el primer trimestre del embarazo. El citomegalovirus también se ha asociado con autismo. Además, se especulaba que los virus asociados con las vacunas como el de la vacuna contra la rubéola y el componente pertussis de la inyección DPT, pueden causar autismo. Un estudio publicado recientemente en una revista médica de enorme prestigio (The Lancet) ha llegado a la conclusión de que no hay evidencias que apoyen la hipotética relación entre la vacuna de la rubéola, viruela y sarampión, y el autismo.
  • Toxinas y la contaminación ambiental.
  • Anormalidades físicas. Se han encontrado diferentes anormalidades cerebrales en las personas con autismo, aunque no se conocen las causas de estas anormalidades y su influencia sobre la conducta. Se realizaron exámenes en cerebros de personas con autismo y se localizaron dos zonas que estaban subdesarrolladas (amígdala e hipocampo) que son las zonas identificadas como responsables de las emociones, la agresividad, los estímulos sensoriales y el aprendizaje.
  • Alteraciones bioquímicas: muchos individuos con autismo tienen niveles elevados de serotonina en sangre y en líquido cefalorraquídeo pero otros lo tienen disminuido. Es importante saber que otros trastornos, como el síndrome de Down, también se asocian con niveles anormales de serotonina. También algunos individuos con autismo tienen niveles elevados de endorfinas, considerada como un analgésico natural, lo que puede provocar una tolerancia aumentada al dolor.
  • Sistema inmune: los investigadores han visto que muchas personas con autismo tienen una menor cantidad de linfocitos T, que son los que ayudan al sistema inmune a combatir la infección. Creen que una infección viral o una toxina ambiental pueden ser responsables de la enfermedad por los daños al sistema inmune.

Con el tiempo podremos estar en una situación en la que todos, o casi todos los casos de autismo demuestren estar asociados a un trastorno biológico.

Epidemiología

La epidemiología es la ciencia que estudia los patrones de la enfermedad a nivel de variaciones geográficas, demográficas, estado socioeconómico, genética, edad y causas infecciosas. Los epidemiólogos estudian la relación entre estos factores así como los patrones de migración y contribuyen a un mayor conocimiento de la enfermedad.

La prevalencia del autismo varía considerablemente dependiendo del país, desde 2 por 10.000 en Alemania hasta 16 por 10.000 en Japón. Las razones que se esgrimen para explicar estas diferencias en el índice de prevalencia se puede deber a distintos criterios diagnósticos, factores genéticos, y/o influencias ambientales. (Las cifras actuales -2013- nos hablan de prevalencias entre 1/88 a 1/286)

Es tres veces más probable que el autismo afecte a los hombres que a las mujeres.

Es un espectro en el que se dan un conjunto de trastornos en el que coexisten tres grupos de manifestaciones:

  • Alteración en las relaciones sociales.
  • Trastorno de la comunicación, tanto en la comprensión del lenguaje como de la capacidad de expresión.
  • Falta de flexibilidad mental, que da lugar a un espectro restringido de conductas y una limitación en las actividades que requieren cierto grado de imaginación.

A nivel intelectual, el grado de afectación varía enormemente; en algunos casos pueden ser normales o incluso encontrarse por encima de la media. La capacidad intelectual de la persona con autismo puede ser normal o incluso alta pero la dirección que sigue no necesariamente sigue el curso del resto de los niños.

Se realizaron estudios psicométricos en personas con autismo que demostraron que un 75% de ellos tenían un coeficiente intelectual (CI) inferior a 70. Pero si no consideramos únicamente los trastornos autísticos puros y ampliamos el concepto a Trastornos Generalizados del Desarrollo (Pervasive Developmental Disorders en ingles ), la incidencia de discapacidad intelectual se reduce a un 20%. (En la actualidad -2013- estas cifras están variando enormemente, disminuyendo cada día más lel % relacionado a la discapacidad intelectual asociada)

Lo más característico del trastorno es la falta de reciprocidad en la relación social. La persona con autismo generalmente observa el mundo físico con una intensidad no habitual. La realidad que percibe puede ser placentera o infeliz, pero no puede compartir las sensaciones que percibe con sus semejantes. La persona suele evitar el movimiento anticipativo de los brazos que suelen hacer los niños cuando van a cogerles. En ocasiones evitan las caricias y el contacto corporal, aunque puede que lo busquen y deseen, como si esta fuera su forma de comunicación con las personas que consideran extrañas. A menudo ven a las personas como objetos y los tratan como tal.

Ya desde la guardería se suelen evadir de la interacción social que establecen los niños entre sí, no comparten los intereses de la mayoría y sus acciones no parecen tener un objetivo o este objetivo cambia constantemente.

Al niño con autismo le resulta muy difícil aceptar una negativa y tolera muy mal la frustración. La imposición de normas le genera una gran ansiedad y funciona como elemento potenciador de una conducta hiperactiva. Aprende con enorme facilidad conductas manipuladoras para conseguir sus objetivos.

La mirada del niño con autismo suele prescindir de la mirada de las otras personas, como si la mirada directa careciera de contenido comunicativo. En otras ocasiones la mirada es fría, pero debemos descartar la idea que el autista nunca mira a los ojos. La forma de mirar es uno de los elementos que contribuyen a dar a su cara un aspecto inexpresivo. Ni la expresión de su cara ni su conducta nos dará una pista de lo que piensa, de lo que ocurre en su interior.

Es probable que nos sintamos ante el niño con autismo como él ante nosotros; nosotros no podemos entender su mundo en la misma medida que él no entiende el nuestro.

Una característica que se da con mucha frecuencia es la ignorancia del peligro; un niño normal aprende de sus padres que se puede hacer daño y lo que tiene que hacer para evitarlo, pero el niño con autismo suele tener un concepto muy rudimentario del sentido de autoprotección.

Diferentes estudios han mostrado que muchos individuos con conducta autista tienen trastornos relacionados pero distintos. Estos trastornos son:

  • El síndrome de Asperger se caracteriza por un pensamiento concreto y literal, obsesión por ciertos temas, excelente memoria, y comportamiento “excéntrico”. Se considera que estos individuos pueden funcionar a un alto nivel, son capaces de mantener un trabajo y de vivir independientemente.
  • El síndrome de la X frágil es una forma de discapacidad intelectual en el que el cromosoma X es anormal. Aproximadamente el 15% de los individuos con el síndrome de la X frágil tienen reacciones autísticas: retraso en el lenguaje y el habla, hiperactividad, pobre contacto con la mirada y gesticulación característica. La mayoría de estos individuos pueden funcionar a un nivel leve – moderado. Al envejecer, su fisonomía característica puede llegar a ser más destacada (p.ej. la cara y las orejas alargadas), y pueden desarrollar problemas cardíacos.
  • El síndrome de Landau-Kleffner. Las personas con el síndrome de Landau-Kleffner también muestran muchas conductas autísticas, como puede ser la introversión, la insistencia en la uniformidad y los problemas de lenguaje. Con frecuencia se considera que estos individuos tienen autismo “regresivo” porque parecen ser normales hasta los 3 – 7 años de edad. Suelen hablar bien desde muy pequeños pero paulatinamente pierden su capacidad de hablar.
  • El síndrome de Rett es un trastorno degenerativo que afecta principalmente a las mujeres y por lo general se desarrolla entre los 6 y 18 meses de edad. Algunas características que se dan son: pérdida del habla, tuercen las manos de forma violenta y repetida, mecen el cuerpo, e introversión. Aquellos individuos que sufren de este trastorno pueden tener un grado de discapacidad intelectual que varía de severo a profundo.
  • El síndrome de Williams. El síndrome de Williams se caracteriza por diferentes conductas autísticas: retrasos del desarrollo y del lenguaje, hipersensibilidad al sonido y trastornos de atención. En contraste con muchos individuos copn autismo, aquellos con el síndrome de Williams son bastante sociables y padecen de problemas cardíacos.

Lenguaje

El retraso en el lenguaje es el motivo más frecuente de consulta médica; si a los dos años no se ha iniciado el lenguaje es necesario valorar su conducta social. En muchas ocasiones sustituyen el lenguaje por una jerga muy elaborada que puede parecer una imitación del lenguaje de los adultos pero que está desprovista de cualquier contenido semántico. Dentro de la jerga que utilizan, en ocasiones aparece una palabra o frase sofisticada pero totalmente fuera de contexto. Otra característica del lenguaje es la ecolalia (trastorno caracterizado por la repetición desordenada de frases o palabras que tienden a invadir todo el discurso) y la ausencia de interlocutor durante las largas conversaciones que pueden acompañar a los juegos infantiles; discursos vacíos de contenido pero con cuidada entonación como si fueran perfectamente elaborados. En el lenguaje suele haber falta de gesticulación o de expresión facial, o esta está disociada de la comunicación; por el contrario, puede utilizar el gesto para dirigir el adulto hacia su fin, pero como si el adulto fuera un objeto más, utilizado para satisfacer sus deseos.

Un fenómeno lingüístico indicativo de la enfermedades el uso del “tu” o el “él” en lugar del “yo”.

En resumen, las principales alteraciones del lenguaje son:

  • Agnosia auditiva verbal: Es la incapacidad para descodificar el lenguaje recibido por vía auditiva y no se compensa con un esfuerzo para comunicarse mediante elementos no verbales (dibujos, gestos, etc.). El niño utiliza al adulto como simple objeto para alcanzar su objetivo. Los niños con esta disfunción lingüística son los más graves, ya que se suele acompañar de retardo mental. Se asocia con frecuencia a epilepsia.
  • Síndrome fonológico-sintáctico: pobreza semántica y gramatical acompañada de una vocalización deficiente.
  • Síndrome léxico-sintáctico: Incapacidad de recordar la palabra adecuada al concepto o a la idea.
  • Trastorno semántico-pragmático del lenguaje: Alteración del uso social o comunicativo del lenguaje. Los aspectos prácticos del lenguaje se basan en las habilidades lingüísticas pero también en la capacidad de comunicación, en la dificultad o facilidad para interpretar el pensamiento del interlocutor. Los aspectos del lenguaje que pueden estar alterados son los siguientes:
    • Turno de la palabra: en una conversación, mientras uno habla el otro escucha y viceversa y si no es así la comunicación queda muy limitada. En niños con trastorno del lenguaje puede haber dificultad en mantener un turno de palabra correcto durante la comunicación y tienden a adoptar el papel de “hablador”. Además, las personas con autismo tienen dificultad para utilizar el contacto visual para identificar el turno de palabra.
    • Inicios de conversación: se necesitan ciertas habilidades lingüísticas y saber qué se quiere decir y como se puede decir. La capacidad de iniciar una conversación o cambiar de tema requiere ciertas habilidades mentales – sociales, saber identificar en qué momento el interlocutor está receptivo para recibir un mensaje e incluso utilizar claves no verbales que indiquen el comienzo de una conversación. Los niños con autismo tienen problemas para el inicio de una conversación y para cambiar de tema. Dentro de esta alteración del lenguaje se podría incluir la tendencia de las personas con autismo a repetir la misma pregunta, independientemente de la respuesta.
    • Lenguaje figurado: nos volvemos a encontrar con una característica del lenguaje en la que se unen habilidades lingüísticas con habilidades sociales. Cuando hablamos, nuestras frases están llenas de dobles sentidos, significados implícitos, formas de cortesía, metáforas, giros gramaticales, etc. que regulan el uso social del lenguaje. Un niño con trastorno específico del lenguaje se encuentra con serias dificultades para entenderlo y por lo tanto tenderá a desconectar. Es necesario comprender el pensamiento del otro para participar en el intercambio de ideas, sentimientos y afectos y el niño autista se encuentra en este aspecto totalmente desbordado.
  • Clarificaciones: con este término hacemos referencia a la necesidad, para una mejor comprensión de la conversación, de repetir frases con distintos giros, repetir ideas y conceptos de manera distinta. Evidentemente es necesario poseer capacidades expresivas lingüísticas pero también saber cuando el mensaje es detectado de manera correcta. Igualmente, cuando el interlocutor no entiende bien lo que le dicen pide aclaraciones. El niño autista o con trastornos del lenguaje puede interpretar que el problema reside en su incapacidad para hacerse entender y ello le conduce a no preguntar ni pedir aclaraciones.
  • Mutismo selectivo: los niños que padecen esta alteración pueden hablar correctamente, pero en determinadas situaciones no utilizan prácticamente ningún lenguaje. Suele darse en niños con autismo de funcionamiento alto.
  • Trastornos de la prosodia: la prosodia se refiere a la entonación y al ritmo que se aplica al lenguaje. En niños con autismo de funcionamiento alto no es raro observar una anomalía en esta propiedad del lenguaje.
  • Hiperlexia: es un trastorno de la lectura que se da con mucha frecuencia en los niños con autismo, aunque no exclusivamente en ellos, que consiste en la capacidad de leer con una perfección impropia para su edad pero con una comprensión muy limitada; leen muy bien pero no entienden nada. Esta dificultad conduce al fracaso escolar y si el problema no es detectado el niño no puede recibir la ayuda adecuada. Este trastorno se da con mayor frecuencia en niños con autismo de funcionamiento elevado.

Patrones de conducta

La conducta del niño con autismo puede tener un carácter obsesivo por mostrar un interés excesivo por determinados objetos o actividades. El niño con autismo puede mostrar una autentica fijación por un objeto por su color, olor, textura, movimiento y lo considera como algo que le pertenece, por lo que sentirá gran frustración si no lo consigue.

En otras ocasiones sucede que no acepta un cambio de rutina, se siente seguro cuando existe un orden donde los sucesos son predecibles y lo inesperado lo toman como amenazante. Esta obsesión por el orden puede conducir a conductas ritualistas, repetitivas.

La epilepsia se da con mucha mayor frecuencia entre las personas con autismo, entre el 4% y el 32%. La epilepsia, en niños con trastorno autista tiende a manifestarse en dos picos de edad: la época de lactante y la adolescencia.

Alrededor del 10% de las personas con autismo tienen habilidades especiales, tienen una capacidad que se considera sobresaliente. Con frecuencia estas destrezas son espaciales por naturaleza, como los talentos especiales para la música y el arte. Otra destreza común es la capacidad matemática: algunas personas con autismo pueden multiplicar cifras grandes mentalmente en un lapso corto de tiempo; otros pueden determinar el día de la semana al darles una fecha específica de la historia, etc.

Diagnóstico

La detección de los primeros signos del autismo antes del primer año de edad podría ayudar al niño y a su familia a mejorar su capacidad de adaptación a la enfermedad y a mejorar la evolución del paciente.

Para establecer un diagnóstico de autismo se deben dar seis o más manifestaciones del siguiente conjunto de trastornos:

  • Trastornos cualitativos de la relación. Se tienen que dar como mínimo dos de las siguientes manifestaciones:
    • Trastorno importante de conductas de relación no verbal, como la expresión de la cara, la forma de mirar, las posturas corporales y los movimientos que dirigen las relaciones sociales.
    • Incapacidad para desarrollar relaciones adecuadas con iguales.
    • Ausencia de conductas espontáneas encaminadas a compartir placeres, intereses o logros con otras personas.
    • Falta de reciprocidad social o emocional.
  • Trastornos cualitativos de la comunicación. Se tiene que dar un elemento como mínimo de los siguientes:
    • Retraso o ausencia completa de desarrollo del lenguaje oral . Además, no se intenta compensar con métodos alternativos de comunicación, como pueden ser los gestos o la mímica.
    • En personas con habla adecuada, que exista un trastorno importante en la capacidad de iniciar o mantener conversaciones.
    • Lenguaje estereotipado o repetitivo.
    • Falta de juego de ficción espontáneo y variado, o de juego de imitación social adecuado al nivel evolutivo.
  • Trastornos de la flexibilidad. Patrones de conducta, interés o actividad restrictivos, repetidos y estereotipados. Se tiene que dar como mínimo una de las manifestaciones siguientes:
    • Preocupación excesiva por un foco de interés (o varios) restringido y estereotipado, anormal por su intensidad o contenido.
    • Adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos y no funcionales.
    • Estereotipias motoras repetitivas (por ejemplo, sacudidas de manos, retorcer los dedos, movimientos complejos de todo el cuerpo, etc.).
    • Preocupación persistente por partes de objetos

Pronóstico

El autismo es un trastorno del desarrollo que persiste a lo largo de toda la vida. Hay muy pocas personas con autismo que tengan la suficiente capacidad para vivir con un grado importante de autonomía ; de hecho, la mayoría requieren ayuda durante toda la vida. Incluso, algunas personas pueden ser agresivas hacia sí mismas o hacia los demás.

De todas formas, sólo los individuos más afectados viven en instituciones; durante la edad adulta algunas personas viven en casa de sus padres, otras viven en instalaciones residenciales, algunos viven de forma semi independiente (casa de asistencia) y otros independientemente. Hay adultos que se gradúan en la universidad, pueden desarrollar relaciones normales con otros adultos e incluso se casan. En el ambiente de trabajo, muchos adultos con autismo pueden ser trabajadores muy concienzudos; desgraciadamente, estos individuos pueden tener dificultades para conseguir un puesto de trabajo

Tratamiento

No existe un tratamiento estándar universalmente aceptado para el autismo; de hecho, cada método tiene sus detractores.

Hay una serie de normas básicas que sería importante seguir:

  • El programa de tratamiento debe estar guiado y precedido de una evaluación rigurosa.
  • Programa elaborado en base a las posibilidades del niño, teniendo muy en cuenta sus habilidades o puntos fuertes: habilidades de tipo mecánicas, espaciales, de relación y asociación.
  • Crear un entorno agradable.
  • Enseñar el valor de la comunicación.
  • Las labores, a ser posible, deben ser diarias, intensivas, generalizadas a todos los contextos.
  • Intervenciones individualizadas y en grupo.
  • Activa colaboración entre los padres y los terapeutas, con activa colaboración entre los participantes.
  • Promover habilidades de aprendizaje funcional, habilidades de comunicación expresiva.
  • Dar especial importancia a los sistemas de comunicación alternativa, incorporando tanto las habilidades verbales como los apoyos visuales.
  • Motivar la interacción con otros niños y establecer intereses en los niños para un adecuado desarrollo para las habilidades de juego, habilidades psicomotoras finas y gruesas.
  • Establecer rutinas positivas y habilidades de tipo funcional para poder realizar las actividades de la vida diaria.

Es de gran importancia disponer de centros con experiencia en PDD (Trastorno Profundo del Desarrollo), autismo y otros trastornos similares para poder ayudar a las familias y a los equipos docentes de las escuelas y centros especializados para seleccionar la terapia más adecuada para cada individuo.

Se han intentado diferentes tratamientos tradicionales y alternativos para reducir la conducta autista. A algunas personas se les administra medicamentos para mejorar su bienestar general, pero no hay ningún fármaco que haya demostrado eficacia contrastada para tratar los síntomas del autismo.

La medicación más frecuentemente administrada a los niños con autismo es Rubifen® (Metilfenidato), que es un estimulante que se utiliza para tratar los trastornos por déficit de atención e hiperactividad, pero no hay ensayos que hayan demostrado su eficacia en los individuos que tienen autismo.

Los dos tratamientos que han recibido mayor atención son:

  • Modificación de la conducta: reforzamiento positivo para aumentar las conductas “apropiadas” e inhibir las “inapropiadas”, mejorar la conducta de comunicación y conducta social, etc.
  • Uso de vitamina B6 con suplementos de magnesio: aumenta el bienestar general y la concentración en el 45% de los niños. Se ha sugerido que esta combinación reduce las conductas obsesivo/compulsivas en las personas con autismo.

Existen varios informes recientes que indican que la dimetilglicina, un suplemento alimenticio, posee efectos sobre el bienestar general e incrementa las capacidades de comunicación, mejora del lenguaje verbal y la capacidad de atención.

Otros tratamientos que se aplican para intentar mejorar los síntomas son:

  • Fenfluramina: un medicamento que disminuye la concentración de la serotonina en la sangre. Algunas personas con autismo presentan una concentración alta de serotonina y este medicamento se ha experimentado para ver si los síntomas de estas personas mejoran.
  • Ciproheptadina: es otro medicamento que disminuye la serotonina.
  • Anafranil® (clomipramina): un antidepresivo que puede mejorar algún síntoma de autismo.
  • Aremis®, Besitran® (Sertralina): estudios recientes revelan que con estos antidepresivos hay una mejora significativa de las conductas profundas y otros síntomas autísticos, como la inhibición social, la rigidez de comportamiento, etc

Prevención

Es hacia el ámbito de la prevención hacia donde se dirige la mayor parte de las actuaciones en estos momentos. Es difícil detectar el autismo antes de los tres años, pero es importante estar atento a ciertos comportamientos o actitudes en los niños, como dificultades para hablar, caminar y la presencia de una asincronía muy marcada en toda su evolución. Esto nos podría dar información para tratarlo y prevenirlo. Al recibir un tratamiento precoz, podemos prestar especial atención sobre las conductas que apunten a mejorar los niveles de vida, desarrollando un ambiente escolar normal y prepararlos así para que sean más autónomos. También se les puede preparar en el área laboral para que sean capaces de realizar determinados trabajos.

Un equipo de investigación trabaja por conseguir un nuevo sistema de diagnóstico del autismo mucho más objetivo y rápido que el actual, que permita aplicar un tratamiento tanto farmacológico como logopédico lo antes posible al niño afectado.

Existe la evidencia que una intervención temprana en un marco educativo adecuado nos lleva a una mejoría en el pronóstico de la mayoría de los niños con autismo, con un 75% de mejora en el área del lenguaje e incrementos significativos en el rendimiento intelectual.

Los beneficios que se consiguen con una intervención temprana son muchos:

  • Planificación y tratamiento precoz.
  • Proporcionar apoyo y educación a la familia.
  • Reducir el estrés y la angustia familiares.
  • Proporcionar cuidados médicos apropiados al niño.

Los médicos deben ser conscientes que los padres normalmente están en lo cierto en lo referente a sus sospechas con respecto al desarrollo de su hijo; casi siempre, si tienen una sospecha, hay algún problema en algún aspecto del desarrollo del niño por lo que debe ser valorada y seguida.

Medicina Alternativa

Dieta sin Gluten

Diversos estudios sugieren que ciertos alimentos pueden intervenir en diferentes procesos neurológicos en los niños y ser responsables de determinados comportamientos autísticos. Estos alimentos son los que contienen gluten (trigo, avena, cebada, avena) y caseína (proteína de la leche)

Algunos grupos consideran que al no tener riesgos esta dieta debería seguirse cuanto antes para ver si mejoran los síntomas.

Entrenamiento de Integración Auditiva (AIT)

Es un método que modifica la sensibilidad de las personas a los sonidos de diferentes frecuencias. Fue inicialmente desarrollado para combatir la aparición de algún tipo de sordera, pero fue aplicada a una niña con autismo y la curó. Desde entonces no se ha informado de ninguna otra curación, pero se le acredita algún tipo de mejoría de algunos síntomas autísticos. Se recomienda especialmente a las personas con autismo que muestran un especial desagrado o incluso aversión por algún tipo de sonido en particular.

Terapia de Integración Sensorial

Es un método para ayudar a las personas con autismo con hipersensibilidad en los 5 sentidos aplicándoles experiencias sensoriales diferentes como puede ser con técnicas de balanceo, rodamientos, vueltas, saltos, etc.

Terapia Conductista

También conocido como “Método Lovaas”, “Análisis Conductual Aplicado” (ABA) o “Enseñanza de Ensayos Increméntales” (DTT). Lovaas y otros psicólogos lo adaptaron como un método de terapia educacional para los niños con autismo; tiene muchos adeptos que proclaman que es el único que posee un estudio completo con grupos de control que documenta el éxito. Sus detractores argumentan que las personas utilizadas no eran realmente personas con autismo y los métodos utilizados son inhumanos y severos, con castigos y represiones para reducir los comportamientos autoagresivos.

Tratamiento conductual (“Pivotal Response Training”)

Lentes Irlen

Desarrollado para tratar la dislexia y otros trastornos parecidos.

El empleo del color para el tratamiento de ciertas enfermedades tiene una larga historia no siempre avalada por el rigor científico. Irlen propuso una gama de cristales coloreados y una técnica personal para elegir y suministrar los cristales presuntamente adecuados en cada caso. En la actualidad, el sistema se conoce como MRC System for Precision Ophthalmic Tinting (Sistema MRC para el tintado de precisión de lentes oftálmicas). Se basa en el uso de un aparato que utiliza un sistema patentado de mezcla de colores que permite modificar de forma independiente y continua los parámetros de tono y saturación manteniendo constante el brillo. De esta forma, puede determinarse cuál es el color preciso que mejora los problemas de distorsión en la percepción y las molestias visuales. Una vez seleccionado el ajuste de color idóneo para el paciente (cromaticidad), puede reproducirse combinando varias lentes, diseñadas para reducir la influencia de la fuente de iluminación. El paciente prueba la combinación de lentes y se afina el color hasta dar con el que mejor aliviar los síntomas. La combinación definitiva sirve para fabricar las lentes del color idóneo para el paciente.

Los resultados de los primeros estudios parecen prometedores, pero este es un terreno en el que resulta particularmente difícil objetivar los datos y extraer conclusiones, por lo que es prudente esperar a que el conjunto de resultados sea más amplio y sólido. Además, la utilización de lentes coloreadas para corregir dificultades de la visión en individuos con autismo en bastante reciente (1994).

Enseñanza de Habilidades Sociales

Enseñanza mediante lenguaje verbal de las reglas sociales no escritas, los gestos corporales que se utilizan durante la conversación y la interacción social.

NOTA: Este artículo del año 2007 ha sido enmendado parcialmente y ha sufrido una revisión parcial. Está pendiente de una segunda revisión para adecuarlo.


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2 comentarios en «El autismo»

  1. Hola Marisol
    este articulo es del 2007 fíjate si hemos avanzado , este articulo apenas tiene visita porque desfasado pero queremos mantenerlo tal cual se daba información años atrás, subrayando información peligrosa.
    Un abrazo y gracias por tus comentarios

    Responder
  2. hola…. en este artículo se menciona que el autismo es una enfermedad… y no lo es… porque no se conoce su etiología…. gracias……..

    Responder

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