Europa Press – Investigadores noruegos del Hospital Universitario de Haukeland (Bergen) han negado la existencia de una epidemia de Trastornos del Espectro Autista (TEA), tal y como afirmaban ciertos estudios publicados en el pasado, en los que se alertaba de que la incidencia estos trastornos había aumentado “dramáticamente”.
Sin embargo, la nueva investigación, financiada por el Programa del Consejo de Investigación en Salud Mental (PSYKISK), ha puesto de manifiesto que el diagnóstico de TEA sólo puede afectar, como mucho, al 1 por ciento de la población.
TEA es un término colectivo que se emplea para diagnósticos tales como el autismo (autismo infantil), el síndrome de Asperger, autismo atípico y otros rasgos autistas. Los signos clásicos de la conducta autista incluyen dificultades de comunicación, falta de habilidades sociales, conductas repetitivas e intereses muy específicos.
Un estudio realizado en 1998 revelaba que el autismo afectaba al 0,05 por ciento de los niños noruegos. En este sentido, las cifras de la nueva investigación podrían interpretarse como un aumento de la incidencia de estas patologías. Sin embargo, sus responsables creen que servirá para minimizar las diferencias en los resultados.
“Es difícil saber si las diferencias en estos estudios reflejan un verdadero aumento en la incidencia de los TEA. Nuestra conclusión es que el aumento de la TEA se explica principalmente por el uso de métodos de asignación de fondo y, en consecuencia, que no estamos viendo el surgimiento de una epidemia de autismo”, explican.
Por otra parte, los investigadores advierten de que los resultados son “muy variables” cuando se utilizan diferentes métodos para analizar al mismo grupo de niños. Así, el primer estudio concluía que el 0.44 por ciento de los niños tenía TEA, mientras que el resultado de algunos años más tarde fue del 0,87 por ciento.
En opinión de sus autores, la razón de la diferencia es que los investigadores realizaron un estudio más amplio en el último sub-estudio, que incluyó una prueba clínica completa, además de un cuestionario y entrevistas con los padres de los niños.
Se amplía el diágnostico
Además, explican que hay niños con inteligencia normal que a menudo pasan desapercibidos y que no fueron incluidos en la definición de autismo hace unas décadas, cuando el diagnóstico se aplicó sólo en los casos más graves.
Sin embargo, hoy en día el TEA abarca las dificultades de interacción social a través de una serie de habilidades intelectuales. Así, dado que la definición se ha ampliado, muchas más personas se diagnostican de autismo en la actualidad, “lo que, en ningún caso, quiere decir que se esté produciendo una epidemia”, aclaran.
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Por fin algo de sensatez. Sabemos que el resultado en la insistencia en el uso de un termino es vaciarlo de contenido. En breve, vulgarmente se llamara autista a cualquiera que este callado. Pienso que hablar de “epidemia” que implica “contagio a traves de…” es preocupante. Sabemos que la industria farmaceutica (incluye la psiquiatrica) son grandes corporaciones financieras que solo les inteesa la acumulacion de dinero y carecen de intres humanitario