RESULTADOS
La Figura 1 muestra el porcentaje de oportunidades en las que el participante miraba el objeto al que hacía referencia el investigador. Durante la línea base el porcentaje medio de respuestas para Erica, Cooper y James fue de 62%, 88% y 72% respectivamente. Las respuestas de todos los participantes se incrementaron hasta un 100% desde la primera a la quinta sesión de prueba después de que comenzaran el entrenamiento en responder a peticiones.
La Figura 2 muestra el porcentaje de oportunidades en las que el participante realizaba un comentario sobre el objeto. Durante la línea base el porcentaje medio de los comentarios realizados fue del 38% para Erica, del 35% para Cooper y del 3% para James. Cuando comenzó el entrenamiento para responder a peticiones las respuestas de Erica durante las sesiones de prueba se incrementaron al 100% y se mantuvieron después de las cuatro sesiones de prueba del estudio. El porcentaje medio de comentarios de Cooper también se incrementó hasta el 100% en la tercera sesión de prueba y se mantuvo en siete de las ocho últimas sesiones de prueba. James realizó comentarios en el 100% de las oportunidades durante cuatro sesiones de prueba y sus respuestas se mantuvieron en el 100% después de la séptima sesión de prueba del estudio.
La Figura 3 muestra el porcentaje de oportunidades en las que el participante volvió la mirada hacia el investigador. Durante la línea base, el porcentaje medio de respuestas correctas fue del 4% para Erica, del 15% para Cooper y del 11% para James. Cuando se comenzó el entrenamiento para responder a peticiones de atención, las respuestas de Erica fueron algo variables pero alcanzó el 100% durante la octava sesión de prueba y obtuvo de forma consistente el 100% en las últimas ocho sesiones de prueba. Las respuestas de Cooper se incrementaron al 100% en dos sesiones, seguidas de cierta variabilidad, pero se mantuvieron al 83% en 5 de las 6 últimas sesiones de prueba. El porcentaje medio de James aumentó hasta el 67% (rango, 17% a 100%).
El porcentaje total durante las sesiones de prueba en el que los participantes completaron las tres respuestas (es decir, mirar el objeto, realizar un comentario y volver la mirada al investigador) en cada ensayo fue del 39% para Erica, del 50% para Cooper y del 15% para James.
La Figura 4 muestra el número total de peticiones de atención conjunta iniciadas por cada participante durante las sesiones de prueba. Erica nunca inició una petición de atención cuando se llevaba a cabo el entrenamiento para responder a las peticiones. Cuando se inició el entrenamiento para iniciar las peticiones, Erica inició unas pocas peticiones durante las sesiones de prueba. No se produjo un incremento consistente en la frecuencia de sus peticiones hasta que se comenzó a utilizar la lista de marcado. El número de peticiones disminuyó a una en la tercera sesión cuando se eliminó la lista y aumentó inmediatamente a seis cuando se reintrodujo la lista de marcado. Cooper inició una petición de atención conjunta en la línea base y sólo dos cuando se aplicó el entrenamiento para responder. Tras el entrenamiento para iniciar las peticiones, la media de peticiones por sesión se incrementó a tres, y comenzó a iniciar menos de cinco peticiones de forma rutinaria durante las últimas cuatro sesiones. Durante la línea base, James inició una petición de atención durante 4 de las 11 sesiones. El número de peticiones por sesión osciló entre cero y dos (M= 0.5) cuando se comenzó el entrenamiento para responder a peticiones de atención de otros. El número total de peticiones por sesión osciló de una a cuatro (M= 2.7) cuando se comenzó el entrenamiento en iniciar peticiones de atención.
Las pruebas pre y post-test para situaciones nuevas y estímulos de prueba se llevaron a cabo con todos los participantes. Todos los participantes miraron los objetos en las sesiones pre y post tratamiento aunque hubo un ligero descenso en la respuesta de James (del 100% al 80%). Todos los participantes mostraron un incremento en el porcentaje de oportunidades en las que realizaban un comentario (Erica y Cooper aumentaron hasta el 100% y James aumentó del 0 al 60%) Solamente Erica mostró un incremento en la respuesta de volver la mirada hacia el investigador de la fase de pretest a la de postest (del 17% al 75%). Erica y James presentaron un incremento en el porcentaje de oportunidades en las que realizaban peticiones de atención conjunta del 67% y el 20% respectivamente.
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1 comentario en «Enseñar a niños con autismo a responder e iniciar peticiones de atención conjunta»